La Historia del Ceviche Peruano
La Historia
del Ceviche Peruano
Jorge Yeshayahu
Gonzales-Lara
En el Perú, el ceviche es un plato tradicional, de amplio consumo y altamente valorado, al punto de ser considerado formalmente como patrimonio cultural de la nación. Su historia se remonta a épocas precolombinas. El plato es servido en un tipo de restaurante conocido como cevichería.
Historia
En el antiguo Perú, en la época de la Cultura Mochica, hace dos mil años se preparaba este plato a base de pescado fresco que se cocinaba con el jugo fermentado de tumbo, una fruta de origen local. Durante el Imperio inca, el pescado era macerado con chicha. Diferentes crónicas reportan que a lo largo de la costa peruana se consumía el pescado con sal y ají. Posteriormente, con la presencia hispánica se añadieron dos ingredientes de la costumbre culinaria mediterránea: el limón y la cebolla.
El desarrollo del limón en tierras
peruanas consiguió acortar el tiempo de preparación de este plato ancestral y
preincaico.
Juan José Vega en su obra indica
que las mujeres moriscas que llegaron con Francisco Pizarro reunieron el jugo
de naranjas agrias, el ají, el pescado y algas locales derivando en un nuevo
plato llamado sibech, que en lengua árabe significa "comida ácida".
El investigador Jaime Ariansen
indica que en 1820 se menciona este plato en una canción popular titulada «La
Chicha» donde los soldados independentistas entonaban: El sebiche, venga la
guatia en seguida, que también convida y excita a beber.... Esta canción fue
escrita por José Bernardo Alcedo y José de la Torre Ugarte, autores del himno
nacional del país.
Durante el siglo XIX
era común la escritura de «seviche» con «s».
Manuel Atanasio Fuentes escribe en
una crónica de 1866 que "Las comidas eminentemente nacionales son los
picantes que con tanto placer saborea la plebe...pero el picante más picante,
el que más lágrimas arranca (después de los celos) es el seviche". El mismo
autor ya había señalado en una crónica de 1860 que la preparación del seviche
se realizaba en ese entonces con trozos de pescado, ají, sal y zumo de naranjas
agrias. Otro testimonio de época es presentado por Juan de Arona, quien en 1867
daba a conocer el siguiente verso: Queréis que mi musa cante / por lo menos
decante, / En un oportuno espiche, / Las delicias del picante / Y del peruano
seviche.