En Memoria de Pilar Coll: Pilar y un alfajor de Trujilllo
Pilar y un alfajor de Trujillo Por Eduardo González Viaña Fui a visitarla hace dos semanas, y Pilar Coll me preguntó: ¿Nos hemos visto antes en una cárcel? -Nos estamos viendo en el Perú-le respondí.- Y si no rezamos, puede que esto se convierta en una cárcel. -Tienes razón. Le pediremos a Dios que todos los días nos haga recordar los derechos humanos. Conversamos más de tres horas. Muchas más habrían sido necesarias. Desde el 15 septiembre, su alma y su recuerdo están navegando hacia el cielo. Durante los días de la guerra civil española, la pequeña “mañica” no había cumplido nueve años cuando alguien llegó a su casa para dar aviso de que acababan de encontrar los cadáveres de su padre y de su hermano quienes habían sido fusilados sin juicio. En esos días terribles, sus hermanitas murieron de tuberculosis. La gente padeció hambre en Huesca, su pueblo. Al final de la guerra, los que no estaban en la cárcel caminaban por las montañas escapando hacia