El auge de las redes sociales y el racismo
El auge de las redes sociales y el racismo
Nos
cuesta entender que seamos diferentes
Jorge Yeshayahu
Gonzales-Lara
A todos nos cuesta entender que, aunque seamos
diferentes por nuestro color de piel, y nuestro aspecto físico, merecemos el
mismo trato y respecto. Parece natural atribuir una connotación negativa a las
diferencias vincular lo diferente con lo supuestamente inferior o superior,
incluso con lo peligroso. Sin embargo, nada tiene de natural, se trata de algo
que aprendemos y que por consiguiente podemos desaprender. Una de las
expresiones del racismo en el siglo XXI, es la discriminación y se expresa como
forma de desprecio a lo diferente o lo que no podemos entender, o lo que
aprendimos en la casa a través de nuestros, padres, abuelos, en el barrio o en
la escuela, los estereotipos sobre el Otro.
La intolerancia es una de las
manifestaciones de odio racial, nacional, sexual, étnico, religioso o a otras
formas de comportamiento que discriminan a ciertas personas o categorías de
personas. En sus encarnaciones o manifestaciones, consagran como valor
superior, no a la persona con sus propias y diversas identidades, sino a la
propia identidad enfrentada a la de los demás.
El racismo es una de las encarnaciones crueles de
la intolerancia; recibe este calificativo cualquier manifestación académica,
política o cotidiana que suponga afirmar o reconocer de forma explícita o
implícita, tanto la inferioridad de algunos colectivos étnicos, como la
superioridad del colectivo propio. Esto supone que hay diferentes proyecciones
de racismo y que, de hecho, se suele aplicar ese concepto a una pluralidad de
situaciones y manifestaciones observables que, en el fondo son de naturaleza
muy diversa. Como nexo común, cualquier tipo de racismo implica necesariamente
discriminación, segregación espacial, rechazo de la cultura y valores ajenos y
algún tipo de violencia.
El racismo, la discriminación racial, y la xenofobia
repercute en nuestras vidas, pero sobre todos, en las victimas y las familias.
El racismo se manifiesta en todas las partes del mundo. Está presente en los
centros de trabajo, la educación, la salud, en los tribunales. Está presente en
los medios de comunicación y en internet a través de las redes sociales, y se
muestra en la intolerancia, en los spots que ridiculizan al otro. Un racismo horizontal y vertical. La discriminación
horizontal entre nacionalidades y vertical entres razas. El ridiculizar es una
forma de discriminación horizontal que está muy usado hoy en la política y en
las redes sociales; la adjetivación, expresiones de intolerancia, se expresan, en
las llamadas verdades absolutas con una carga de fundamentalismo. El fundamentalismo es
el nombre que recibe la corriente religiosa o ideológica que promueve la
interpretación literal de sus textos sagrados o fundacionales; por encima de
una interpretación contextual, o bien la aplicación intransigente y estricta de
una doctrina o práctica establecida. Por lo que considera un determinado libro,
como autoridad máxima, ante la cual ninguna otra autoridad puede invocarse y la
cual incluso debería imponerse sobre las leyes de las sociedades democráticas.
En principio, la palabra fundamentalismo se
refiere a un movimiento islámico que propugna una estricta aplicación de la
ley coránica a la vida social. También se puede referir a un
movimiento cristiano que se basa en una interpretación literal de la Biblia
en un literalismo bíblico. que surge en los Estados Unidos a
inicios de la Primera Guerra Mundial. También, en otros casos, se puede
relacionar al fundamentalismo político. Los libros comunes entre
fundamentalistas políticos son Mi Lucha, de Adolf Hitler, y
el Las Cinco Tesis - Libro Rojo de Mao Zedong. El fundamentalismo
político no necesariamente se relaciona de manera directa o indirecta con las
religiones tradicionales, sino que promueven una cosmovisión radical e incluso anti
teísta. Friedrich Nietzsche, antiteista sostuvo que, el hombre europeo descendiente
de los hiperbóreos ha de asumir la gran e inevitable consecuencia de la muerte
en la sociedad occidental de Dios, del Dios judeocristiano, el vengativo y
cruel Yahveh.
Esta infundido en como las mayorías perciben y tratan
a las minorías étnicas, y a los inmigrantes, así mismo se hace presente a
menudo en los estereotipos que los grupos minoritarios tienen de las mayorías.
Una realidad mundial
El racismo es una realidad mundial. El racismo, la
discriminación social y la xenofobia son fenómenos mundiales, y en cada
contexto regional, nacional, internacional es diferente, aunque las victimas
difieran del idioma y cultura las vivencias relativas a la exclusión, la
violencia y discriminación son notablemente parecidas. El tema en América Latina
no solo es solo la discriminación a las poblaciones afrodescendientes, también
a los pueblos indígenas e incluso con personas mestizas. El sistema de las
"castas" o "cruzas"; mestizos, mulatos, castizos, represento
las variedades de mezclas entre las tres etnias europea, indígenas y negros y
sus descendientes, sobre la que se creó sociedades estratificadas en America
Latina. La extensión del cristianismo de la península fue empleada por el
Imperio Español en America como justificación de la conquista de las
antiguas civilizaciones indígenas. Así en las colonias españolas en America,
se estableció un sistema de estratificación social que estableció
roles y privilegios entre las personas. Esto
constituye parte de nuestra historia en America Latina, que desde una mirada retrospectiva
nos permite repensar el futuro y la lucha contra la discriminación que está
presente en nuestras sociedades, la ausencia de los derechos civiles, los
derechos a la educación, salud, trabajo, género y participación en la vida
política.
El historiador peruano, Alberto Flores Galindo,
con su obra Buscando un Inca: identidad y utopía en los Andes, fue
uno de los primeros en teorizar sobre los procesos racistas en América Latina y
unas raíces en el orden colonial, particularmente en el Perú. El historiador, judío,
Yosef Hayim Yerushalmi ha señalado que: la ideología de la limpieza de
sangre constituye el primer antecedente del racismo moderno, utilizando el
término de "proto racismo". Por su parte, historiadora francesa, Cecil
Roth "comparó esta doctrina con el antisemitismo racial del régimen
nacionalsocialista", y el "antisemitismo nazi". Max
Sebastián Hering Torres publicó en 2006 en alemán, el libro Rassismus in
der Vormoderne. Die 'Reinheit des blutes' in Spanien der Frühen Neuzeit, El
racismo en la premodernidad. La limpieza de sangre en la España de la
temprana Edad Media, donde analiza la persecución de los judíos en España
por medio del principio de la limpieza de sangre desde 1391 a 1674. Hering
concluye que el sistema de la limpieza de sangre puede designarse como
antijudaísmo racial: es racista porque cumple una función de marginación
similar a la moderna, y antijudía porque su fundamentación
teológico-aristotélica pertenece a una tradición anterior a la Edad Moderna.
Zandra Pedraza Gómez destaca el hecho de que Hering no analiza la práctica y
las representaciones de este ideario en las colonias españolas, donde la
limpieza de sangre junto con otros argumentos antropológicos se empleó
tempranamente para juzgar las diferencias de los grupos indígenas, ordenar su
catequización, disponer de su mano de obra y controlar a la creciente población
mestiza y criolla, proponiendo la necesidad de profundizar el estudio en
ese sentido, debido al papel primordial jugado por el racismo en el surgimiento
de un sistema mundial.
El racismo como fenómeno mundial requiere de una
respuesta mundial, todas las sociedades y cada uno de nosotros en estas
sociedades, hemos de tratar el racismo en las formas en que se manifiesta en
nuestras culturas particulares. Este espíritu está presente en la diversidad de
las personas. La discriminación ocurre entre un grupo de poder sobre otro, y
las expresiones pueden ser horizontales y verticales de una mayoría a una
minoría o de una minoría a una mayoría y estas se expresan en los centros de
trabajo, en los servicios públicos, en el sistema de salud, y en la escuela, se
ocultan en el prejuicio social aprendido.
Hoy las redes sociales han sido los vehículos de comunicaciones
de millones de usuarios en el mundo, y estas son usados negativa y
positivamente para expresan opiniones en el ejercicio de la libertad de
opinión, pensamiento y expresión. La pregunta es: ¿Dónde terminan tus
derechos y donde empiezan los míos? Esa frase funciona como reguladora,
quiere decir que utilices tus derechos sin limitar
los derechos de otros. Tu libertad termina donde
empieza la mía. Tus derechos a la marcha terminan cuando
empiezan los de las otras personas de circular libremente.
La ideología y la dialéctica de la discriminación y
del racismo han cercado ahora a la nueva tecnología de la comunicación, como
internet explotándola para sus propios fines. Vivimos en sociedades dominadas
por los medios de comunicación. Estos influyen en las actitudes, prejuicios y
la capacidad de actuar de las personas. La información y las imágenes que a
diario se filtran en los hogares influyen de sobremanera en nuestra manera de
ver el mundo en toda su diversidad cultural, étnica y religiosa.
Los medios de comunicación a través de las redes
sociales influyen en todos como oyentes, espectadores o lectores y su destreza
para influenciarnos se incrementa a medida que aumenta la velocidad en las
comunicaciones, se amplía el alcance de los medios virtuales y se instaura el
poder de internet.
El auge de las redes sociales y el
racismo
El número de usuarios de redes sociales en todo el
mundo aumentó de 1.470 millones a 2,449 millones a enero del 2020; alrededor
del 25 por ciento de la población mundial. Las personas pasan respectivamente
13 y 16 minutos cada hora usando redes sociales. Lo más importante es el uso de
las redes sociales por parte de empresas de todo el mundo. Entre las compañías
Fortune 500, el 77 por ciento tiene cuentas activas de Twitter®, el 70 por
ciento tiene páginas de Facebook® y el 69 por ciento tiene en Youtube.
De acuerdo con Data Reportal, la red social
líder, Facebook, superaba los 2,449 millones de usuarios activos
mensuales a principios de enero del 2020.
Por su parte, Instagram ocupaba la sexta
posición, con alrededor de 1.000 millones de usuarios activos
mensuales. Facebook, la mayor plataforma de redes sociales del mundo, cuenta
con 2.400 millones de usuarios.
Las redes sociales proporcionan un conjunto de
herramientas para la comunicación, y los esfuerzos para cambiar la cultura
popular y transformar o interrumpir el racismo cultural. Como cualquier
herramienta, las redes sociales tienen ventajas y desventajas para el trabajo
de equidad racial. Las ventajas es que existe la oportunidad para que las
personas a las que les gusta el mensaje de dialogo lo envíen a sus redes,
"multiplicando" su alcance y tal vez conectando organizaciones con
redes nuevas y útiles. Las desventajas al igual que con muchos canales de
medios, es difícil controlar quién ve o no ve la información, sobre todo porque
se está multiplicando. Y, como todo el mundo ha visto muchas veces, el
anonimato de las redes sociales parece invitar a una gran cantidad de discursos
de odio.
La intolerancia en las redes sociales y
las teorías conspirativas
La intolerancia
en las redes sociales se ha convertido en una herramienta que promueve odio y
división en la sociedad. Algunas investigaciones también indican que las redes
sociales son mejores para conectarse y entretener a las personas que motivarlas
a actuar, y en particular, a tomar medidas sostenidas. Y formas en que los grupos en las redes
sociales están utilizando las redes sociales en su trabajo de equidad racial.
Por otro lado, a raíz del
asesinato de George Floyd en Minneapolis, también puso en evidencia y revivió
los odios raciales que hacían y hacen énfasis en el color de piel negra, y
sostienen que él era un criminal con antecedentes, que ya había cumplido con la
sociedad. Pero lo que buscan es exacerbar el odio. Lo interesante es que la
intolerancia proviene de una diversidad de colores de pieles y nacionalidades. Las
redes sociales, Facebook, Twitter y Instagram se postean mensaje con propósito
de ridiculizar lo que no puede comprender, por ejemplo, las teorías conspirativas sobre un supuesto complot
global contra la salud pública llevan décadas gestándose en los submundos
de internet e, indirectamente, en el imaginario colectivo. Otra de ellas, es la teoría conspirativa de la
extinción de la raza blanca, y que hoy vuelve a tomar línea. Ha encontrado un
imaginario devoto en las redes sociales entre un cierto tipo de agitadores que
viven en sótanos, a quienes esta idea les ofrece tanto una explicación, que la
culpa es de mujeres blancas que traicionan la raza blanca y son sexualmente
empoderadas, de los inmigrantes, negros, chinos y de los judíos que
presuntamente controlan todo el sistema.
El propósito de los comentarios y post en las redes
sociales es la
estigmatización y deshumanización del individuo, y se oculta en frases Not
only Blacks lives matter, but also the lives of White and the lives of everyone
else. (No solo las vidas de los negros importan, sino también las vidas de los
blancos y las vidas de todos los demás.) la comunidad latina en su
diversidad de nacionalidades se siente distante como grupo social, y se siente
como espectador de un problema entre la supremacía blanca y la comunidad
afroamericana. Pero es importante destacar la presencia de jóvenes milenios
norteamericanos, la generación de los milenios en diversos países en el mundo
expresaron a través de protestas. que
forman las nuevas generaciones de esta nación, salieron a las calles a
solidarizarse con este incidente que puso en evidencia. Antes
las generaciones se definían a partir de sucesos históricos o sociales
importantes. Hoy se delimitan por el
uso de determinada tecnología en las redes sociales y plataformas como
Facebook, Instagram, Twitter, Tic Toc, y fue a través de las
redes sociales que la muerte de George Floyd por un policía blanco, que tomo 8
minutos y 46 segundos se hizo conocer al mundo. La indignación se hizo evidente
en las redes sociales, y más de 3,500 millones de personas en el mundo
conocieron este hecho a través del internet.
Hay 7,700 millones de personas en el mundo, con
al menos 3,500 millones en línea. Esto significa que las plataformas de redes
sociales son utilizadas por una de cada tres personas en el mundo, y más de dos
tercios de todos los usuarios de Internet. Las redes sociales han cambiado
el mundo. La rápida y vasta adopción de estas tecnologías está cambiando la forma
en que personas, tienen
accesos a la
información de las noticias. Según
el centro de estudios Pew Research Center, (2018), las generaciones de los
milenios y alfa ofrecen una manera de entender cómo los acontecimientos
globales y los cambios tecnológicos, económicos y sociales interactúan para
definir la forma en que la gente ve el mundo. Y está claro cómo ve
el mundo la próxima generación: a través de una pantalla
en las redes sociales. Los 'millennials' son la
generación de adultos más
diversa. Son también la generación más conectada.
Son quienes tienen un mayor nivel educativo, pero muchos se sienten frustrados
porque no pudieron alcanzar sus altas expectativas laborales debido a la crisis
económica y a otros eventos globales.
Recientes estudios e investigaciones también indican
que las redes sociales son mejores para conectarse y entretener a las personas
que motivarlas a actuar, y en particular, a tomar medidas sostenidas. Por
ejemplo, las formas en que los grupos están utilizando las redes sociales para
trabajo de equidad racial, respecto a la diversidad, la fomentar el turismo,
conocer otras cultural, el arte moderno y contemporáneo, la gastronomía
cultural de las cocinas en el mundo. Estos y otros aspectos nos permiten
entender y descubrí lo desconocido y a las personas en sus diferencias y en sus
ambientes.
Por otro lado, sin duda por su alcance,
aprobación entre los usuarios y facilidad de propagación de contenidos, las
redes sociales son un instrumento para la divulgación instantánea de estos
mensajes malintencionados. Además, se convierten en escenarios ideales, pues
permiten el uso de pseudónimos, el anonimato y la creación de múltiples
cuentas.
El discurso de odio busca vías. No solo se
halla en las conversaciones cotidianas, sino en medios masivos como internet,
especialmente en las redes sociales al ser una válvula social de escape que
muestra la “sombra” de los seres humanos, aquel lado oscuro interior. El
problema no son las tecnologías, son los contenidos de quienes crean estos
mensajes.
Los efectos de los discursos de odio son diversos. Por un lado, están los daños
directos emocionales o psicológicos que pueden producir las amenazas, el acoso
y otros a raíz del asesinato de George Floyd en Minneapolis, y
los ataques
dirigidos a individuos, por motivos de odio e intolerancia. Por otro lado, está
la perpetuación de estereotipos discriminatorios, la
estigmatización y deshumanización de ciertos colectivos y su marginación, a raíz del
asesinato de George Floyd en Minneapolis.
Los argumentos del discurso de odio se basan en
prejuicios y estereotipos que por su simplicidad y repetición calan en la
población con facilidad, sobre todo en un contexto de crisis de la salud, la
pandemia en el mundo, el impacto en las economías en el mundo y las protestas
sociales contra el racismo. Es así como el machismo, la violencia doméstica, el
tráfico humano de persona como nueva forma de esclavitud moderna, la xenofobia,
la homofobia, el antisemitismo y otras formas de intolerancia han tomado
protagonismo en las redes sociales generando escenarios de amenaza que muchas
veces terminan en violencia, porque nos cuesta entender que somos diferentes, y
todos merecemos el mismo trato con respecto. La muerte de George Floyd a manos
de un policía desató una oleada de protestas y reivindicaciones en favor de las
protestas en diversas partes del mundo, algo que nunca había ocurrido.
Este impacto social explica la existencia de un
profundo problema social y sistémico que ha estado presente en Estados
Unidos durante siglos. A nivel económico la indignación provoco una reacción
sin precedentes por parte de las empresas de todo el mundo; grandes
multinacionales como Unilever, Starbucks, Diageo, Coca-Cola y PepsiCo, y otras
160 empresas se unieron a la campaña "Stop hate for profit". A nivel del mercado publicitario, Facebook y otras redes sociales fueron
castigadas con lo que más las golpea, sus ingresos por pauta publicitaria, y
por considerar que no ha hecho lo suficiente para frenar el discurso de odio en
Facebook y otras redes sociales.
La discriminación racial es un hecho que sigue
existiendo hoy en día, y una de las armas que tenemos en nuestra mano para
luchar contra ella es la educación en valores, tolerancia y respeto de nuestros
hijos. La educación, la escuela, la familia, la fe es la clave para desterrar
la discriminación de nuestras vidas. Tener conocimiento de la historia de
nuestros pueblos y sociedades nos ofrecen tener un acercamiento a los hechos
ocurridos y entender nuestras civilizaciones en su desarrollo, los aciertos y
desaciertos históricos, las guerras y batallas incruentas, la historia de los
derechos civiles, el racismo histórico; con el propósito de construir
sociedades más justas con armonía social y prosperidad para la humanidad,
porque todas las vidas importan. All lives Matters, porque cuando tu cambias,
el mundo también.
Florida, Miami Julio 15, 2020