Iconos y voces en la modernidad del Vals Criollo y la fusión músico-cultural en la Diáspora
Escribe. Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
Existen 241 organizaciones o enclaves socioculturales en
los Estados Unidos, en las ciudades de New York, New Jersey, Florida, Washington,
Virginia estas organizaciones preservan la peruanidad étnica y cultural en sus
expresiones artísticas de la música criolla. Estos enclaves socioculturales
tienen la función de evocar la identidad colectiva.
En la Diáspora peruana, destacan nuevas voces, ritmos y fusiones como parte del proceso de evolución de la música y ritmos, Manuel Donayre, un clásico del vals peruano en el exterior que ha contribuido a la visión moderna del vals criollo, entre la música andina y afroperuana; Dayan Aldana ha contribuido con el Tondero y el criollismo moderno en una visión cosmopolita de la música; Rufino Ortiz el maestro, un clásico de la guitarra criolla, Iraida Valdivia, una voz moderna del criollismo y una trayectoria de 32 años en los Estados Unidos de sus 42 años de trayectoria artista, Isabel Bances y Darío Pasco han contribuido a una visión modernizadora del vals criollo en Miami que denota por su diversidad músico cultural.
Cabe destacar la fusión musical como fenómeno de la evolución
y desarrollo musical en un contexto globalizador y multicultural en nuevos
ritmos. Lula Valdivia se destaca por la
fusión y la modernidad de la música Peruana en los ritmos del jazz, extendiéndose la
interculturalidad musical con la bachata, Alberto Carulla, un solista, y una
visión modernizadora con la Flor de la Canela un clásico de Chabuca Grande, Carlos
Revolledo Hurtado y Oscar Silva creadores del Vals peruano en ritmo de Salsa en el clásico vals, Soledad de Ti, Soledad de Mí,
de José Escajadillo, y en el Cajón peruano, y los ritmos de festejo, del
cajonero, Johnny Mora. Ellos y ellas han contribuido a la visión músico
cultural modernizadora de los ritmos y la intra-musicalización. Cabe destacar
que la peruanidad está presente y abre camino a la internacionalización musical
de los ritmos, en un mundo cada vez más complejo, globalizado y competitivo.
Los ritmos musicales pasan por la música andina y el
criollismo con sus antecedentes en la música e instrumentos de origen africano,
y se extienden al Jazz, y en las expresiones del rock en español. Los exponentes del Rock en Español en la diáspora
peruana, destacan entre ellos Patricio Suarez Vertiz, Arturo Barrientos y Paul
Barrientos e igualmente Tony Succar, y se destacan por su producción musical en la diáspora fusionando ritmos y
sonidos. Lo que quiero destacar es la
producción musical se realiza en la Diáspora (desde afuera hacia dentro).
La producción
musical y artística se produce desde una visión cosmopolita desde el exterior a
un mundo marcado por las migraciones internacionales. La diáspora peruana es una forma de construcción de espacio social trasnacional,
que refleja el espacio ambivalente que ocupan los inmigrantes peruanos como
minoría cultural y cuyas lealtades nacionales están divididas entre el Perú y
el país de residencia.
La diáspora peruana surge en un mundo de las migraciones
globales, entre otros tiene como principales sujetos a personas que se
desplazan por el mundo; y vinculadas con el desarrollo de la música criolla
están las expresiones del vals peruano formando una tradición mayormente
reconstruida desde Felipe Pinglo Alva a Chabuca Granda, en esta esfera musical
evoca un pasado que es imaginado enmarcando con una ansiosa nostalgia.
Es a
través de las expresiones músico-culturales que se elabora la identidad
colectiva, y en este repertorio se enmarcan los géneros que reflejan los valores
culturales. La música criolla ha sido favorecida por la inmigración peruana,
independientemente de la raza o clase social, así como por otros grupos de
inmigrantes.
Así como la Argentina tiene el tango y el Brasil la samba, y
Colombia la cumbia, y la República Dominica el merengue, el Perú exporta la
música criolla y establece una anclada en la tradición proporcionando opciones
musicales conducidas por una mezcla de recuerdos y nostalgia por una patria
idealizada.
Porque la memoria colectiva está constantemente recreada a través
de la música criolla y afroperuana. La música de estas dos esferas permanece
firmemente anclada en la tradición y el sentimiento de peruanidad entre los
inmigrantes peruanos al escuchar un vals peruano, una marinera norteña, una
polca, un festejo, un tonderito o reconocer un vals de la guardia vieja o una
zamacueca de Chabuca Granda, evoca un sentido de familiaridad.
Es el producto
de una construcción con hondo contenido emocional, y juegan un rol preponderante
las determinaciones estructurales, la percepción que se tiene de las mismas, y
la atribución de una identidad por parte de los demás.
La música peruana se convierte en el elemento más
importante en el proceso de la memoria colectiva e identidad de la diáspora.
Entre los factores que facilitan forjar una comunidad musical-cultural está la
formación de las instituciones, asociaciones, exponentes de la música criolla y
la confraternidad; se afirma la percepción de peruanidad en un contexto social
híbrido trascendiendo fronteras: el Perú tiene el vals criollo.