El Plan Republicano de Salud
El Plan Republicano de
Salud
Un reemplazo deficiente
para la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio
Hay diferencias importantes en
Medicaid, el programa para los estadounidenses de bajos ingresos y las personas
con discapacidades, en el sentido de que la AHCA impondría límites a la
financiación del programa por parte del gobierno federal y desplazará unos
370.000 millones de dólares.
El 6 de marzo, los republicanos de la Cámara de Representantes introdujeron
la Ley Americana de Cuidado de la Salud para revocar parcialmente y reemplazar
la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, también conocida como Obamacare. La
nueva legislación plantea cuatro preguntas: ¿cuáles son sus elementos, pasará,
cuáles serían sus efectos si lo hiciera, y qué es lo que deja de lado?
Podría ser difícil de decir de toda la retórica acalorada, pero la AHCA
sigue muchos de los componentes básicos de la ACA, aunque imperfectamente, en
la provisión de seguros. Ambos imponen la calificación de la comunidad a las
compañías de seguros privadas, una disposición que requiere ofrecer las mismas
primas dentro de una región para individuos sanos y no saludables. Ambos animan
a la gente a comprar seguros cuando están bien, en lugar de esperar hasta que
estén enfermos, para minimizar el juego del sistema. Y dado los costos
involucrados, ambos planes proveen subsidios para ayudar a los hogares de
ingresos bajos y moderados a pagar la cobertura. También limitan el grado en
que las compañías de seguros pueden cobrar a las personas mayores (que tienden
en promedio a tener costos más altos) más que a las personas más jóvenes.
A pesar de estos bloques de construcción similares, sin embargo, el nuevo
plan difiere sustancialmente en su implementación del que se pretende
reemplazar. Por ejemplo, en lugar de un mandato para las personas sanas para
comprar un seguro, la AHCA impondría una multa del 30 por ciento si una persona
sana no compra un seguro y luego se enferma y lo quiere. Las subvenciones de la
nueva legislación serían sustancialmente menos generosas para los trabajadores
de ingresos bajos y moderados y, a diferencia de lo que ocurre hoy en día, se
establecerían a nivel nacional y no variarán con el costo local de la atención
médica. Y aunque el ACA limita la proporción de las primas de las personas
mayores a las más jóvenes a tres a uno, el nuevo proyecto de ley permite una
proporción de cinco a uno. También hay diferencias importantes en Medicaid, el
programa para los estadounidenses de bajos ingresos y las personas con
discapacidades, en el sentido de que la AHCA impondría límites a la
financiación del programa por parte del gobierno federal y desplazará unos
370.000 millones de dólares.
Peter R. Orszag - Foreign Affairs
@La Diaspora Latino Digital Magazine