TRUMP Y SUS PRIMEROS TREINTA DIAS
TTTRUMP Y SUS PRIMEROS TREINTA DIAS
TRUMP Y SUS PRIMEROS TREINTA DIAS
Controversiales órdenes ejecutivas en la revolución
blanca
La Diaspora @ Enrique Soria
El gobierno de Donald Trump está por cumplir un mes de
gestión y el tsunami que ha provocado no solo en los Estados Unidos sino en el
mundo es de tal magnitud que sus efectos se ven no solo de manera inmediata
sino se sentirán en meses o acaso años. Sin embargo, le ha bastado esos
primeros 30 días para acumular sus primeras cuatro severas derrotas: las cortes
le sacaron tarjeta roja a sus órdenes ejecutivas, tuvo que aceptar que las
relaciones con China pasan por reconocer "una sola China", despedir a
a su asesor de Seguridad Nacional y por último, y lo más grave, tener que
afrontar a los servicios de inteligencia que filtraron a gente de su entorno
con figuras del gobierno ruso, y por ende demostrar que desconfían del
presidente como para entregarle información sensible.
Demasiado para tampoco tiempo. Pero si el
"affaire" ruso ha opacado la confrontación con el poder judicial este
conflicto no es de poca monta puesto que en esencia Trump ha pretendido
desconocer a aquél como su par, es decir como equivalente a su poder, que
constituye uno de los valores constitucionales básicos de la democracia
estadounidense: el equilibrio de poderes, el cogobierno del Ejecutivo,
Legislativo y Judicial. Tomará meses que la Corte Suprema resuelva el conflicto
pero el choque ya se produjo y de muy mala manera, cuestionando la majestad del
poder judicial.
La clase política y la
sociedad contemplan atónitas el desempeño de su presidente y de su círculo
íntimo y a diario se frotan los ojos como para asegurarse que lo que observan
es la pura realidad. No existe a la fecha una respuesta articulada y amplia de
parte de la oposición demócrata y del liderazgo civil, como que los
acontecimientos van más rápido que el tiempo que se necesita para reflexionar y
actuar. Ni que decir del liderazgo hispano, ausente y sin respiración alguna,
como bañistas revolcados por un tremendo oleaje que no tiene cuando terminar.
Trump pese a todos sus yerros ha logrado paralizar cualquier atisbo de
oposición organizada y de alcance nacional. Por lo menos hasta ahora.