La Violencia e Inseguridad Social en el Perú En la Histeria Colectiva y los Trastornos Post Traumáticos
En la Histeria Colectiva y los Trastornos Post Traumáticos
Escribe: JORGE YESHAYAHU GONZALES LARA
SOCIÓLOGO MA, CASAC-T
La Diaspora
La
criminalidad y la inseguridad social se ha convertido en el flagelo de la
sociedad peruana, además de la falta de políticas públicas de seguridad y salud
mental, y los trastornos que dejo la violencia política en la década pasada aun
no resuelto se ha incrementado con el discurso violentista, racista y homofóbico
en los diversos segmentos de la sociedad.
El escenario electoral puso en evidencia que los partidos políticos han
fomentado el discurso de intolerancia. El ensayo es una reflexión a la
convivencia social, para establecer políticas públicas de seguridad social y
salud mental.
Las heridas de la
violencia en la década pasada aún se mantienen abiertas en el Perú, el odio
consume muchos de los debates, el Perú es una sociedad consumida por el racismo
rampante y la intolerancia frente a lo diferente. Un racismo vertical y un
racismo horizontal que descansa en la violencia, marcada por la histeria
colectiva que explica el Post Traumatic Stress Disorder (PTSD-DSM IV-TR Code
409.81 – In 2000, the American Psychiatric Association revised the PTSD
diagnostic criteria in the fourth edition of its Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders (DSM-IV-TR)(1).
Es un trastorno de
ansiedad que puede surgir después de que una persona pasa por un evento
traumático que le causó pavor, impotencia u horror extremo. La guerra interna
del Perú 1980-2000, el caso de los estudiantes de secuestrados y asesinados de
la Cantuta, el ataque a un segmento social de clase media dejando heridas
en la memoria colectiva de los residentes del barrio Tarata en Miraflores, el
asesinato de una familia en los Barrios Altos en momento que celebraban una
fiesta, los periodistas asesinados en el caso Uchurahay, los campesinos quechua
hablantes en el caso Cayara, Lunamarca, los ataques a los centros de la policía
en diversas regiones del Perú, el reclutamiento forzado de niños y niñas en los
conflictos internos armados, los niños desaparecidos, el terror vivido ha
producido una serie de post-traumas colectivos y personales. Esto explica los
diálogos de intolerancia y el lenguaje de odio con la intensión de herir al interlocutor.
La guerra es un
término que está íntimamente relacionado con la historia de la humanidad y con
los desastres, catástrofes o emergencias. La guerra y guerras internas son la
continuación de la política por otros medios. La guerra interna que sufrió el
Perú no fue simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento
político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las
mismas con otros medios” que sirvió a grupos interesados, a fomentar la
corrupción que se institucionalizo, al narco-tráfico, a los grupos
violentistas. (Escuadrones de la muerte, terroristas, narcotraficantes, y las
llamadas rondas campesinas, los comandos de aniquilamiento de Sendero Luminoso
etc.).
Las rondas campesinas
operaban en las zonas andinas del Perú, conjuntamente con los comandos
militares, funcionaron como administradores de “justicia”, sin código de
justicia ética por la vida. Los comandos de aniquilamiento de Sendero Luminoso
jugaron un rol similar ajusticiando alcaldes, comuneros, campesinos y miembros
de las rondas campesinas. Las formas de ejecutar fueron igualmente
atroces, como la mutilar a las víctimas en presencia de los miembros de
familia, en muchos casos para apropiarse de tierras, o resolver rencillas
personales o deudas pendientes. Esta forma de justicia autodefinida como
“justicia popular” se exporto al termino del conflicto interno a los pueblos
jóvenes, y ha continuado ejerciendo las formas más crueles de ajusticiamiento,
como torturar a sus víctimas, quemar a las victimas vivas, extendiendo el odio
y la sed de venganza sic “justicia popular” a un grupo de personas entre
hombres, mujeres, jóvenes y niños.
Los llamados
linchamiento humanos o “populares”, es un tipo de violencia que se ha
convertido en una práctica cotidiana en los Pueblos Jóvenes y Conos de la
ciudad de Lima, frente a la complacencia del sistema de Justicia del Perú, La
Policía Nacional, El sistema de Salud Mental y la sociedad civil. Estos
actos de violencia y crueldad son en muchas ocasiones justificados por
personajes públicos, la prensa, los comunicadores sociales e inclusive por
autoridades locales, como forma de combatir la delincuencia y pandillerismo. El
problema de los actos delincuencia se presentan como un problema social de
forma, detrás del problema de forma hay un efecto clínico que explica la
conducta de los individuos en sociedad con respecto a la ley, la moral, los
derechos constitucionales, sistema de creencias, el valor de la vida y la
muerte. Este problema clínico y de salud mental expone a toda la sociedad a
otras tragedias de mayor envergadura.
Un gran segmento
social de la población que hoy reside en los Pueblos Jóvenes y Conos del Perú
fueron familias desplazadas voluntariamente o forzadas de las zonas de
emergencia o zonas rojas durante el conflicto armado durante 1980-2000. Esto
puede explicarnos los efectos traumáticos sufridos durante el conflicto armado
y el fuego cruzado a que fueron expuestos. El peligro para la sociedad civil es
que estos comportamientos de violencia y odio son ignorados como resultado del
trauma post-traumático y terminan en tragedia. El ajusticiamiento colectivo es
una forma de violencia muy típica en las pandillas. Las políticas públicas y de
salud mental han ignorado estos hechos como un problema de Salud Pública y
Mental. El ajusticiar a una persona frente a un grupo de personas que se
complacen en matar a otro ser humano, entre gritos de euforia, puede ser
explicado como un trauma post-traumático que podría estar asociado a una
enfermedad mental, y a la histeria colectiva, o reproducir actos de violencia a
los que fueron expuestos durante el conflicto armado interno, hoy reproducen el
rol como ejecutor, como resultado del trastorno por estrés postraumático.
El trastorno psicológico clasificado dentro del grupo de los trastornos
de ansiedad. Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos luego de
la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que
involucra un daño físico o es de naturaleza extraordinariamente amenazadora o
catastrófica para el individuo.
La guerras internas y
conflictos armados internos entre el Estado y los grupos levantados en armas,
insurgentes, narco guerrillas, grupos que generan terror en los ciudadanos, en
un concepto más amplio que no solo abarca el conflicto bélico entre sus
contendientes, en su sentido tradicional y convencional, sino va más allá, es
un amplio espectro de agresiones de toda índole que abarca todos los aspectos
de la vida de un grupo, etnia, comunidad, clase social, pueblo, nación o país,
incluyendo el uso de tecnologías de avanzadas para lograr sus propósitos.
El trastorno de estrés
postraumático puede producirse a raíz de traumas personales (por ejemplo
violación, guerra, desastres naturales, abuso, accidentes serios o cautiverio) o
por haber presenciado o saber de un acto violento o trágico. El resultado del
conflicto armado interno peruano que causo la muerte de cerca de 1.2 millones
de víctimas en todo el Perú, (INFORME Final 1999- CVR), de las cuales
aproximadamente 340,000 residentes de la ciudad de Lima metropolitana, 16 mil
personas reportadas desaparecidas, una guerra marcada por el racismo y el odio
étnico donde la mayoría de las víctimas fueron de origen andino, sobre todo
campesinos (56%), quechua-hablantes, este conflicto es el más sangriento de la
historia del Perú.
Los efectos
post-traumáticos se producen a raíz de traumas personales o eventos traumáticos
colectivos que afectan la vida de cada persona en diferentes niveles. Una de
las expresiones más evidentes en la sociedad peruana, se evidencia en la prensa
escrita, en los medios de comunicación, en el discurso político y social son
las brechas de odio. PTSD pone evidencia los trastornos post-traumático afectan
la vida cotidiana de los peruanos en los diversos roles en que se desenvuelven.
Expresiones de odio desde diversos segmentados de la sociedad nos revela el
impacto de la violencia internalizada en los ciudadanos peruanos que sufrieron
los efectos de la guerra interna, por la pérdida de un familiar, amigo o un ser
amado.
Un reporte de CVR o un
discurso no cura estas heridas que pueden están asociadas a la salud mental.
Hoy los peruanos reviven con el odio irracional de los momentos de la guerra
interna que afecto a toda una nación y a su diversidad étnica y cultural. Hoy
un segmento social piensa que matando a todos los acusados de terroristas, o
quemar a todos los “indios” seria la cura al dolor causado por la violencia
política. Las imágenes que los medios de comunicación presentan de un segmento
de los peruanos que son provincianos, con rasgos indígenas, percibidos como
incultos, sin naturaleza humana o sentimientos de amor.
Por otro lado el odio
a la ciudad capital, contra los empresarios, periodistas, profesionales,
policías, militares son percibidos ideológicamente, sin sentimientos y
pasiones, y que los alimenta la codicia por el oro y el dinero. A ello se
suma la magnificación de los eventos y la creación de imágenes como personajes
de idolatría. Sendero Luminoso creo al Presidente Gonzalo. El otro lado creo a
su salvador el japonés, Alberto Fujimori Fujimori, donde se magnifica su imagen
entre rituales y el culto a la personalidad, donde la corrupción institucional
se justifica, por ser el salvador, y los Senderista glorifican la quinta espada
del maoísmo y justifican las masacres, los llamados “juicios populares”, los
degollamientos de sus víctimas y asesinatos selectivos de dirigentes
sindicales, policías, empresarios y miles ciudadanos con rostros pero sin
apellidos. La crueldad fue el cordón umbilical de los grupos violentistas,
terroristas, escuadrones de la muerte y aniquiladores a sueldos. Esta crueldad
ha tenido un impacto negativo en la memoria colectiva de las victimas
sobrevivientes de atentados, torturas, arrestados inconstitucionalmente,
violaciones, secuestros, y ciudadanos que fueron afectados por la violencia
directa o indirectamente por los recuerdos. En términos de salud pública y
mental soldados, sub oficiales, oficiales de las fuerzas armadas y de la
policía son víctimas de los post-traumas, de igual manera los civiles adultos,
jóvenes y niños, autoridades civiles, y los insurgentes de los grupos
levantados en armas. Las enfermedades mentales no discriminan afectan a todas
las partes en conflictos y se extiende en muchas casos a miembros de la familia
afectados indirectamente a temprana edad, y que desarrollan los
sistema.
Otro elemento que pone
en evidencia los efectos del trastorno de estrés postraumático (PTSD),
son los sentimientos de piedad y compasión por el prójimo. Para las madres que
perdieron sus hijos este vacío y sentimiento de dolor marco sus vidas con el
dolor emocional, y se profundiza para quienes nunca pudieron dar sagrada
sepulturas de sus familiares. El Otro lado es la pérdida del sentimiento de
piedad, compasión por el prójimo; donde el dolor ajeno se alimenta el odio del
Otro, llegando a expresar que los desaparecidos son solo una fantasía, y que si
fueron quemados vivos, o torturados se justifica porque eran diferentes. Los
efectos traumáticos afectan a los dos grupos que expresan su dolor desde
diferentes expresiones, pero no deja de ser dolor. En el caso del Perú el
trastorno de estrés postraumático (PTSD) tiene una relación con la cultura en
que desarrollaron los eventos, donde el racismo, la discriminación, la diversidad
lingüísticas del castellano, donde una mayoría de las víctimas fueron
quechua-hablantes. Estas víctimas siguen siendo invisibles para el establishment
de la sociedad peruana. Hoy solo se recuerda a las víctimas de Tarata y
la Cantuta, las otras víctimas son invisibles pero está presente en la memoria
de las familias. Los peruanos suelen minimizar las tragedias, o negar los
hechos ocurridos cuando se trata de personas quechua hablantes, afro-peruanos.
El mestizaje como discurso político ha jugado un rol discriminatorio, y ha
reforzado el discurso intolerante y de odio por los familiares que reclaman por
sus familiares desaparecidos, o injustamente acusados por ser de origen andino
y ha creado una brecha en la sociedad. Los limeños convirtieron sus hogares en
cárceles privadas, enrejaron sus casas, negocios, oficinas para prevenir
asaltos, plagios por los grupos armados. El efecto psicológico de enrejar su
propia casa y ofrecer el sentido de seguridad tuvo un efecto secundario que
afecto en diversas formas el estima personal de las personas, que se expresa en
pánico, inseguridad
Los dos lados de la
moneda han creado sus propias apologías. Lo irónico que los dos personajes
mitológicamente creados se encuentran en prisión. Este es un tema que nos
pone a repensar sobre los traumas y la salud mental, crea sus propios mitos
psicológicos para reducir el dolor físico que se convierte en dolor emocional
a largo plazo.
Los efectos post-
traumáticos (PTSD) nos permite explicar el lenguaje violentista en los
diálogos. Esto pone evidencia la intolerancia que para construir relaciones
democráticas, hay que racionalizar que los ciudadanos tienen derechos a sus
opiniones propias, cultos religiosos y creencias, que constituye parte de la
naturaleza humana de los individuos en una sociedad. En los diálogos peruanos
el prejuicio latente está detrás de cada expresión, hay una conspiración
golpista, terrorista, caviar-izquierdista, macartista. El odio y la
irracionalidad para entender la dinámica y efectos de la violencia son diversa
y tiene que ver con los valores sobre la vida y la muerte de cada individuo.
Las personas que sufre PTSD bloquean colectivamente eventos de violencia, por
ejemplo para algunos los asesinatos de la Cantuta no existen es solo una
creación caviar. Otro segmento de la sociedad que sufre PTSD menosprecia el
atentado que ocurrió en Tarata, por ser un sector residencial de clase media
.Como explicar estos dos eventos y los traumas personales donde hubo víctimas.
Los traumas PTSD muchas veces reprimen emocionalmente incidentes violentos que
no pueden ser explicados, y se reprimen o se bloquea las emociones,
victimizándose así mismo. Esta es solo una aproximación que busca comprender el
fenómeno de los traumas en los ciudadanos que vivieron, porque puede presentarse
otros elementos que afecten la salud mental. (Bi-polar discorde, esquizofrenia,
dependencia crónica a drogas o alcohol, bulimia,). El comportamiento de las
personas que sufre este trauma PTSD puede explicar su comportamiento frente a
un monumento recordatorio de las víctimas de la violencia “El Ojo que Llora”.
Un grupo de personas con una agenda política de odio busco destruir el
monumento recordatorio. Este comportamiento nos revela el peligro que pueden
ser expuestos individuos que sufren post-trauma y llegar extremos de violencia.
Destruir un monumento que representa una reflexión sobre la violencia en la
década pasada, bajo la manipulación política es un grave delito para la salud
mental. El monumento es una roca que expresa el llanto y el dolor causado.
El bloqueo del dolor por los Otros, la represión de los sentimientos de
piedad y compasión por el prójimo por los familiares que también son víctimas
sobrevivientes. La compasión por el prójimo está ausente.
Esta dicotomía es la
que se expresa en los diálogos y comportamientos cotidianos entre peruanos y la
exportan a las nuevas generaciones como dogmas. Estos son los efectos PTSD que
requiere políticas de salud pública y mental. El conflicto interno que afecto a
todos en la diversidad de roles que cada ciudadano se inter-relaciona
cotidianamente, porque las imágenes de atentado en Tarata, los plagios de la
Cantuta, el caso de los periodistas de Uchurahay, los campesinos asesinados en
el caso Cayara, el caso de los Barrios Altos, el atentado a la embajada de
Japón, los coche bombas en las calles de Lima, estas imágenes de terror están
presente en el subconsciente y en la memoria colectiva de las victimas
sobrevivientes de los ataques.(abusos físicos-emocionales, violación sexual,
torturas, persecuciones extrajudiciales, acoso policial, político, abuso verbal
con el propósito de afectar el estima personal de la víctima, estas y otras
formas ).
El trauma es la
incapacidad del individuo para responder adecuadamente a la intensidad de un
aflujo de excitaciones demasiado excesivo para su psiquismo producido por
determinado acontecimiento experimentado. El bloqueo de la actividad motriz
externa (imposibilidad de reaccionar) aumenta la posibilidad del estrés
postraumático. La función del YO es evitar estos estados traumáticos, tamizar y
organizar la excitación recibida descargándola motrizmente o ligándola a
pensamientos y palabras.
Esto es posible debido
a la capacidad del Yo para anticipar en su fantasía lo que va a ocurrir e ir
preparándose para el futuro. Los hechos que no han sido anticipados y que son
experimentados de una manera violenta e intrusiva originan grandes cantidades
de excitación no controlada que las vuelven abrumadoras para el psiquismo. Esta
excitación es excesiva en relación con la tolerancia del sujeto y su capacidad
para controlarla y elaborarla psíquicamente.
El trastorno por
estrés postraumático es generado por los efectos patógenos duraderos que este
incidente traumático provoca en toda la organización psíquica. Las
probabilidades que tiene un incidente de producir un trastorno por estrés
postraumático se hayan directamente relacionadas con su carácter de imprevisto.
El principal síntoma
es el bloqueo o disminución de las funciones del Yo y esto es lo que trae como
consecuencia todos los demás síntomas. Este bloqueo se explica por la
concentración de toda la energía psíquica disponible por el psiquismo en una
sola tarea: el intento de controlar la abrumadora excitación psíquica invasora.
La urgencia de esta tarea hace que todas las demás funciones yódicas queden
relegadas, la emergencia domina completamente al sujeto. Eso genera toda clase
de mecanismos de defensa del Yo y de fenómenos regresivos.
Casi todos los
síntomas del trastorno por estrés postraumático son producto del bloqueo de las
funciones perceptivas del Yo: el embotamiento psíquico, la amnesia total o
parcial, la reducción acusada del interés, la disminución de la capacidad para
sentir emociones, las dificultades para concentrarse, el insomnio, la
irritabilidad y la disociación psíquica.
El gobierno central, y
los gobiernos locales y regionales, las instituciones de salud pública y
bienestar social deben establecer políticas públicas de salud mental y
prevención para evitar tragedias. El PTSD es una enfermedad real. Las personas
que viven una experiencia terrible y aterrorizante pueden tener PTSD. Se puede
tratar con medicamentos y/o terapia. No existe en el Perú estadísticas sobre
cuántas personas pueden sufrir de PTSD después de: – Ser víctima de una
violación o abuso sexual – Ser golpeado o herido por un miembro de su familia –
Ser víctima de un crimen de violencia – Estar en un accidente aéreo o
automovilístico – Un huracán, tornado o incendio – Estar en una guerra o
conflicto interno – Ser obligado a convertirse en refugiado – Estar en una
situación en la que pensó que lo iban a matar – O, después de haber presenciado
cualquiera de los eventos anteriores.
Las personas que
sufren PTSD, a menudo tienen pesadillas o pensamientos aterrorizantes sobre la
terrible experiencia que tuvo. La persona trata de mantenerse alejado de
cualquier cosa que le recuerda ese momento tan horrible. Puede sentirse enojado
e incapaz de preocuparse por otras personas o confiar en ellas. Siempre está a
la defensiva, pendiente de cualquier peligro. Las personas que sufren PTSD son
propensa en algunas situaciones de extremo estrés asociadas a enfermedades
mentales no diagnosticadas a tiempo y pueden cometer un crimen y terminar en
una tragedia. Las señales de PTSD tardan años en manifestarse. El PTSD puede
ocurrir a personas de todas las edades. Hasta los niños lo pueden tener.
Algunas personas mejoran en seis meses mientras que otras pueden tardar mucho
más en mejorarse.
El PTSD es un
trastorno cerebral serio que tiene un sustento biológico. Recientes estudios
científicos determinaron que las personas con PTSD tienen una disminución en el
tamaño de la región del cerebro involucrada en el aprendizaje, la memoria y el
desarrollo de las emociones, así como una alteración en los niveles de algunos
químicos del cerebro. Se cree que estos cambios son causados por un
incremento de las hormonas del estrés producidas durante el evento traumático y
durante los numerosos momentos en que se revive el evento.
New York, July 19,
2012.
Referencias
bibliográficas
oPierre Pichot
coordinador general (1995). DSM IV, Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. Barcelona, Masson.
ISBN 84-458-0297-6.
oSusan Coates, Daniel Schechter (2004). Preschoolers’ traumatic
stress post-9/11: relational and developmental perspectives. Disaster
Psychiatry Issue. Psychiatric Clinics of North America, 27(3), 473-489.
oDaniel Schechter, Erica Willheim (2009). Disturbances of
attachment and parental psychopathology in early childhood. Infant and Early
Childhood Mental Health Issue. Child and Adolescent Psychiatry Clinics of North
America, 18(3), 665-687.
oMaría Claudia Peralta
Gómez. Facultad de Psicología, Universidad de La Sabana, Bogotá (Colombia)
(junio 2006). «Manifestaciones del acoso laboral, mobbing y síntomas asociados
al estrés postraumático: estudio de caso». Psicol. Caribe (17). ISSN 0123-417X.
oGinzburg K (ago 2006). «Comorbidity of PTSD And Depression
Following Myocardial Infarction». Journal of Affective Disorders 94 (1-3):
p. 135-143.
•Fenichel, Otto (1966).
Teoría psicoanalítica de las neurosis, pág. 141. Buenos Aires, Paidós. OCLC
760608485.
•La guerra como
desastre. Sus consecuencias psicológicas. War as a disaster. Its psychological consequences. Rev Hum Med
v.7 n.3 Ciudad de Camaguey oct.-dic. 2007.
•Liuba Yamila Peña
Galbán. Especialista de 2do Grado en Psiquiatría. Investigadora Auxiliar.
Profesora Instructora. Hospital Clínico Quirúrgico Docente Dr. Octavio de la Concepción y de la Pedraja. Camaguey. Cuba. E-mail:
lpena@finlay.cmw.sld.cu
•Arnaldo Espíndola
Artola. Profesor Instructor de Informática Médica. ISCM-C.
•Jorge Cardoso
Hernández. Especialista de 1er Grado en Oncología.
•Tomás González
Hidalgo. Especialista de 1er Grado en Psiquiatría.
•
•Fau LE. Guerra y Paz.
Metapsicología de lo posible. [ En línea ] Interpsiquis. Disponible en:
www.Interpsiquis.2002 ; (2002) Consultado Noviembre 29, 2006.
•Barcia D, Arab K.
Algunas consecuencias psicológicas y psiquiátricas de la violencia de la
guerra. [ En línea ] Interpsiquis. Disponible en: www.interpsiquis.2002 .
Consultado Noviembre 29, 2006.
•Carvajal C. Trastorno
por estrés postraumático: aspectos clínicos. Rev Chil Neuro-Psiquiat 2002; 40
(Suplemento 2): 20-34.
•De Jong JT, Komproe
IH, Van Ommeren M, El Masri M, Araya M, Khaled N, ET AL. Lifetime events and posttraumatic stress
disorder in 4 postconflict settings. JAMA 2001; 286:555-62
•Adrián F, Gastón H.
Fisbein. [ En línea ] La salud y la guerra. Disponible en:
www.mercuriodelasalud.com.ar/secciones . Consultado Dic 2, 2006.
•Hervás M. C onsecuencias
psicológicas de la guerra en la sociedad de EEUU. [ En línea ] Disponible en:
www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia. Consultado Dic 17, 2004.
•Noji Eric K. Impacto
de los Desastres en la Salud Pública. Bogotá, Colombia: Organización
Panamericana de la Salud, OPS-OMS, 2000. p. 14.
•Cohen R, Ahearn F.
Manual de la Atención de la salud mental para víctimas de desastres. México:
Ed. Harla; 1980.
•Diccionario
Wikipedia. [ En línea ] Guerra. Disponible en: Guerra es.wikipedia.org/wiki/
Guerra
•Petra J. Los
suicidas-bomba: lo sagrado y lo profano. Rebelión. [ En línea ] ` Disponible
en: www.rebelion.org/noticia.php?id=19181 . Consultado Agosto 22, 2005.
•Ibáñez Rojo V.
Consecuencias psicológicas y psiquiátricas de la guerra. Diario electrónico de
la sanidad 2003; 892 [ En línea ] Disponible en: El médico interactivo.
medynet.com/elmédico Consultado Enero 10, 2005
o12 . Guerra vs.
Desastres. Dos caras de una misma moneda. [ En línea ] Disponible en
www.monografía.com
•Rodríguez-Palancas
Palacios A, Rufino Losantos P, Pérez-Iñigo Gancedo JL, Hijazo de Vicente L,
Pérez Cruceira I. Medidas preventivas del estrés agudo en situaciones de
combate. Interpsiquis [ En línea ] Disponible en www.nterpsiquis . Consultado
Diciembre 20, 2004.
•Derechos Humanos y
Paz : 300.000 niños son usados como soldados en 20 países del mundo . [ En
línea ] Disponible en: www.onunet.org.uy/print.php?sid=236 – 24k. 2006.
Diciembre 20, 2006.
•La tortura de niños
durante los conflictos. [ En línea ] Disponible en:
www.amnistiainternacional.org/ publica/ct_ninos/capitulo2 pdf. Diciembre 20,
2006.
•Los efectos
psicológicos de la guerra en los niños palestinos e israelíes son incalculables. UNICEF alerta. [ En línea ] Disponible
en: www.fonendo.com Diciembre 20, 2006.
•La violencia sexual
como arma de guerra. Recibido de Médicos Sin Fronteras. [ En línea ] Disponible
en: www. ania.eurosur.org/noticia.php3?id=9020 Consultado Mar 9, 2006.
•Lo que la ocupación
estadounidense ha significado para la mujer en Irak. [ En línea ] Disponible
en: www. revcom.us rwor.org/a/038 / Revolución #038, Consultado marzo 12, 2006
•Ataque sobre Irak .
Informes especiales/notas/ataque. [ En línea ] Disponible en: La salud y la
guerra www.mercuriodelasalud.com.ar/secciones/ 2006 Diciembre 20, 2006.
•Cardozo BL , Bilukha OO , Gotway CA , Wolfe MI , Gerber ML ,
Anderson M . Report from the CDC: mental health of women in postwar
Afghanistan. J Womens Health (Larchmt). 2005 May; 14(4): 285-93.
•Scholte WF , Olff M , Ventevogel P , de Vries GJ , Jansveld E ,
Cardozo BL , Crawford CA . Mental health symptoms following war and repression
in eastern Afghanistan. JAMA 2004 Aug 4; 292(5):585-93
•Myers CM. Contribution to the study of shell shock. Lancet
1915; 13:316-20
•Samper RE , Taft CT , King DW , King LA . Posttraumatic stress
disorder symptoms and parenting satisfaction among a national sample of male
vietnam veterans. J Trauma Stress 2004 Aug; 17(4): 311-5.
•Investigación de la
Guerra del Golfo. Un informe para los veteranos. [ En línea ] Disponible en:
www.va.gov/gulfwar .2005. Diciembre 20, 2006.
•Engel CC , Jaffer A ,
Adkins J , Riddle JR , Gibson R . Can we prevent a second ‘Gulf War syndrome’? Population-based
healthcare for chronic idiopathic pain and fatigue after war. Adv Psychosom Med
2004; 25:102-22.
•Kang HK, Natelson BH, Mahan CM, Lee KY, Murphy FM.
Post-traumatic stress disorder and chronic fatigue syndrome-like illness among
Gulf War veterans: a population-based survey of 30,000 veterans. Am J. Epidemiol 2003;
157: 141-148
•Muchos soldados de
EE.UU. que regresan de Iraq van a terapia . [ En línea ] Disponible en:
www.socialismo-o-barbarie.org/ irak_resiste/ Consultado Marzo 06, 2005
•Scott Shan. Las
marcas de la guerra . Semanario de Prensa Libre 2005; [ En línea ] Enero 9,
2005. Disponible en: www.prensalibre.com/pl/domingo/
archivo/revistad/2005/enero05/090105
•Reeves RR , Parker JD , Konkle-Parker DJ . War-related mental
health problems of today’s veterans: new clinical awareness. J Psychosoc Nurs Ment
Health Serv. 2005; Jul; 43(7):18-28
•Ejército EU aumenta
programas de prevención de suicidio en Irak . (crónica/EFE) [ En línea ] Marzo
04, 2005. Disponible en: www2.crónica.com.mx/nota.php?idc=116610 – 2005
•Hoge CW, Castro CA, Messer SC, et al . Combat duty in Iraq and
Afghanistan, mental health pr oblems and barriers to care. New England Journal
of Medicine 2004 , 351 , 13 –22
•Ferrada-Noli M, Asberg M, Ormstad K, Lundin T, Sundbom E.
Suicidal behavior after severe trauma. Part 1: PTSD diagnoses, psychiatric
comorbidity, and assessment of suicidal bahavior. J Trauma Stress 1998;
11:103-12
•Stetz MC , McDonald JJ , Lukey BJ , Gifford RK . Psychiatric
diagnoses as a cause of medical evacuation. Aviat Space Environ Med 2005 Jul;76
(7 Suppl):C15-20.
•Danes V , Horvat V . Psychological consequences of war stress
in the developing population in Bosnia and Herzegovina. Psychiatr Danub 2005
Dec; 17(3-4): 225-9
•Kozaric-Kovacic D , Borovecki A . Prevalence of psychotic
comorbidity in combat- related post-traumatic stress disorder. Mil Med 2005
Mar; 170(3):223-6.
•Licanin I , Music E , Laslo E , Berg-Kelly K , Masic I , Redzic
A , Vejzagic A , Krosnjar S . Suicidal thoughts related to psychoactive
substance abuse among adolescents. Med Arh. 2003; 57(4): 237-40.
•Hunt N , Gakenyi M . Comparing refugees and nonrefugees: the
Bosnian experience. J Anxiety Disord 2005; 19(6): 717-23.
oENTRE PRÓJIMOS. El
conflicto armado interno y la política de la reconciliación en el Perú. …
Estrés postraumático (PTSD): ¿Una categoría exportable?
oPara una genealogía
del diagnóstico del PTSD, véase Young, 1995. 10. Véase …
es.scribd.com/doc/82506764/ENTRE-PROJIMOS-El-conflicto-armad
Noticias Relacionadas: