Perú, más allá de las elecciones, por Enrique Soria
Perú,
más allá de las elecciones
Enrique Soria
El Perú va a elegir el próximo junio a su cuarto jefe de Estado en
democracia. Sin embargo las instituciones políticas no son los suficientemente
fuertes no solo por los márgenes de corrupción que han lastrado y lastran a los
dos primeros ex presidentes en democracia y el tercero cuya gestión culmina el
próximo julio. También están la ineficiencia y la informalidad del quehacer
institucional y el comportamiento infantil de los partidos políticos para
tratar la problemática del país en hora de elecciones presidenciales que solo
conduce a la confrontación y al canibalismo político.
Esto influye no solo en el ánimo del electorado sino que refuerza la
cultura popular de la improvisación, la indiferencia ante los problemas del
país y un comportamiento de las masas de practicar la inercia a la hora de
seleccionar a quien debería ser el mejor candidato para ocupar el Palacio de
Gobierno. No basta votar, hay que saber escoger y no contentarse con el mal
menor. Pero para eso se tiene que contar con una claridad de lo que es mejor
para el país y la voluntad para exigir a los aspirantes a que muestren las
cartas con las que pretenden dirigir el Perú por un lustro más.
La contienda electoral está plagada de efectos emocionales, no de in
interés razonado que sopese que es lo que mejor que le conviene al país. Se
espera que en los debates prevalezcan los programas de gobierno que dejen atrás
el mero pulso de estériles confrontaciones que ha polarizado al país. Ninguno
de los candidatos que han sobrevivido a la segunda vuelta se ha preocupado de
formular un pacto social con claridad que no solo sirva para dejar la
polarización sino para trazar las líneas maestras para refundar la nación, que
es en última instancia es lo que el Perú necesita.
Sin un proyecto nacional que acoja los intereses de todos los sectores y
que se plasme en un Pacto Social, como los españoles lo hicieron en la Moncloa,
los chilenos con la Concertación o los irlandeses con los Acuerdos de Viernes
Santo, los peruanos no saldremos de ese círculo vicioso en que transitamos pese
a los logros en el terreno económico y social. Y para eso se necesita no solo
claridad o visión de país, sino voluntad política.