La Comida y la Salud Publica Los comensales y la prevención en la salud gastronómica
La Comida y la Salud Publica
Los comensales y la prevención en la salud gastronómica
Los comensales y la prevención en la salud gastronómica
by Periodismo Gastronómico
La Diáspora
Es un hecho que la comida callejera suele justificarse no sólo para satisfacer antojos, sino como una alternativa de alimentación barata, pero también es un hecho que en cuestiones de salud puede salir demasiado cara. Estos puestos, cuyas condiciones de higiene son harto dudosas, se han constituido en una creciente amenaza para la salud pública y para la fisonomía urbana.
Los puestos de venta ambulante de comidas seducen, es
cierto, por el aroma que despiden. Sin embargo, la mayoría de los alimentos que
expenden en la calle representan un riesgo para la salud pública de quienes los
consumen. Muchos de estos comercios que podemos incluir
la comida en puestos ambulantes, carritos e incluso en ferias públicas en
parques recreacionales que exhiben los alimentos en la vía pública sin
protección alguna, no acatan las reglas mínimas de salubridad y ofrecen
aderezos en envases recargables, lo cual está expresamente prohibido de muchos
países, y sin respetar la cadena de frío o de calor.
La manipulación tampoco ayuda a prevenir intoxicaciones: por lo general no se utilizan ni guantes ni pinzas, y las manos que tocan la comida son las mismas que manejan el dinero y limpian la mesa, el mostrador o los utensilios, sin ningún recaudo.
Es importante que conocer y tomar conciencia del peligro que representa para la salud el consumo de productos elaborados y comercializados en la vía pública.
No debe olvidar que carecen de aptitud bromatológica por lo tanto, se desconoce el origen y calidad de los productos utilizados, sanidad y hábitos de las personas involucradas en el proceso de elaboración, sin dejar de lado la forma de comercializarlos, que expone a los productos a un alto grado de contaminación, por las continuas emanaciones de los gases que despiden los vehículos, la presencia de tierra, falta de higiene del lugar y de sus alrededores, ausencia de agua potable que imposibilita el lavado de manos, entre otras.
Los alimentos que se consumen en la calle son portadores de gran cantidad de bacterias y parásitos, que pueden acarrear enfermedades, como Síndrome Urémico Hemolítico, salmonelosis, y shigelosis entre otros, desde diarreas y vómitos a insuficiencia renal y muerte.
El sentido común es la mejor prevención recordándole que todos somos agentes de la salud pública y que la prevención es la mejor política de salud pública es el cuidado de la familia y de todos.