LA PROPAGANDA POLITICA DE ODIO EN EL PERU
LA PROPAGANDA POLITICA DE ODIO
EN EL PERU
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
La Diáspora
La propaganda política de Odio se ha extendido en el
Perú, y pone en peligro la democracia, la confluencia de ideas y el respecto a
las diferencias. La prensa escrita, grupos políticos y organizaciones con
una agenda de odio se han puesto en evidencia.
La reaparición de grupos, organizaciones
que promueven el retorno de La Parada, la prensa y grupos políticos que ataca a
la primera dama Nadine Heredia y la presenta en seudo cortometraje como la
prostituta, las expresiones de odio contra el premio nobel de la literatura,
Mario Vargas Llosa, las expresiones de odio racial contra el ex-presidente
Alejandro Toledo y las expresiones de odio contra el ex-presidente Alan García
y los comentarios de odio contra la salud y vida del líder de la izquierda peruana
y congresista, Javier Diez Canseco víctima de un cáncer terminal han puesto en
evidencia el odio como instrumento ideológico en la política peruana.
Las imágenes contra la alcaldesa de Lima, Susana
Villarán, donde usan los números 666 como símbolo de Satán, las manos de sangre y la
esvástica Nazi, recordando los genocidios y la muerte. Los ataques de odio
contra el premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, por su nacionalidad Española,
y ser una voz liberal en la política peruana. La intolerancia y el odio lo
responsabilizar por el triunfo electoral de Ollanta Humala, y piden la expulsión
del mismo acusándolo de chilenismo. Esta campaña de odio transciende el
subconsciente de los ciudadanos generando los odios irreconciliables, esto es
más evidente en la imagen contra el ex presidente Alan García, donde pide la
pena de muerte, y el linchamiento.
En
el Perú los linchamientos ocurren al margen de la ley; ellos han sido muchas
veces glorificados y justificados por políticos, la prensa e incluso por
representantes del Estado peruano. No es problema la identidad política de los personajes
políticos, escritores, personalidades y/o ciudadanos. Es el peligro y la encrucijada del sistema
democrático en el Perú frente a las campanas de Odio. Es tarea de las
organizaciones democráticas e instituciones del sistema democrático establecer políticas
publicas y decir NO a las campanas de Odio y no tolerar el odio de los grupos
conservadores derecha e izquierda.