JAVIER DIEZ CANSECO UN GUERRERO DEL MIL BATALLAS Crónica viva 1948 -2013
"La muerte sólo tiene importancia en la medida en
que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida."
Andre Malraux
La selección de
ensayos políticos escritos desde las diásporas residentes en el exterior,
(Enrique Soria en New Jersey, Jorge Y Gonzales-Lara, Long Island, New York,
Gerardo Renique, Brooklyn, New York, José
Carlos Luque Brazán en México, Carlos Brito en Italia, y Eduardo González Viana
en Oregón ofrecen una visión transmigracional del hombre, el político, el amigo,
el padre, y el guerrero de mil batallas, Javier Diez Cansec0. Unido a voces
diversas del espectro político del Perú, para
una reflexión de la política peruana.
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
Ediciones Perú Documentation Project
La Diaspora Peruana New York -2013
CONTENIDO
Por Beto Pérez, Escritor Obra poética. Lima,
Perú Mayo 24, 2013
Adiós Javier
Por: Enrique Soria, Sociólogo, periodista, Ayllu Times, Queens,
New York
Javier Diez Canseco: Una ausencia significativa en la política peruana
Por Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara. Sociólogo
MA, CASAC-T, New York
Partida de JDC
Por: Gerardo Renique,
Associate Professor, Department of History
City College of the City University of New York
En Memoria de JDC
Homenaje a la madre
peruana inmigrada
Por: Carlos Brito.
Roma, Mayo 05. 2013.
Javier, socialista en el Perú
Por: Eduardo
González Viaña, Oregón, United States
La Honestidad de Javier Diez Canseco por encima de la
bajezas
Por: Ernesto De La
Jara, Lima Mayo 5, 2013.
Carta de Javier Diez Canseco
Ser de Izquierda en
el Peru de Hoy
Por: Javier Diez
Canseco
El sentido de la
solidaridad
Por Javier Diez Canseco
La diversidad de
voces en el espectro político de Javier
Javier la vida de un guerrero
de la nueva izquierda
La vida de Diez Canseco es indisociable de la historia de
lo que se llamo “nueva izquierda”. Esa izquierda que no supo trascender la
tendencia autoritaria de lo que en décadas pasadas se reconoció como
“socialismo realmente existente”. Esa izquierda que, a través de un enorme
trabajo de organización y movilización, logró con los sectores populares una
conexión de tal magnitud que hizo posible, creíble, que a mediados de los ochenta
sería gobierno, aunque este horizonte se desbaratara tanto o más que por
factores externos, por la terrible “interna” del proyecto de Izquierda Unida.
Mucho se ha
dicho sobre el rol de Diez Canseco en aquel proceso, en particular sobre el
peso que tuvo su confrontación con Alfonso Barrantes. A la postre, la
contradicción no la resolverían ni los partidos ni los líderes zurdos, sino los
propios electores –e incluso algunas corrientes de la propia izquierda–, que
desde 1990 abandonaron a este sector para optar por un desconocido Alberto
Fujimori. Frente a esa aventura, en la que la identidad de izquierda se comenzó
a diluir, Diez Canseco mantuvo un terco e indeclinable rechazo al proyecto
autoritario de Fujimori, tarea en la que terminó por reencontrarse no solo con
viejos compañeros de lucha, sino con algunos de sus rivales políticos de
décadas anteriores, con quienes dio dura pelea por recuperar la democracia. . (Javier Torres- La Republica)
.
Quienes
fuimos jóvenes en los ochenta recordamos a ese congresista flaco de lentes y
barba que denunciaba con energía e indignación, desde su escaño o en las
calles, los graves crímenes y matanzas que en ese tiempo ocurrían en Ayacucho.
El parlamentario Javier Diez Canseco Cisneros, fundador
del Partido Socialista del Perú,
nació en Lima el
24 de marzo de 1948 y falleció el último sábado 4 de mayo de 2013. Estudió
derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos entre 1967 y 1968 y sociología en la Universidad
Católica entre 1965 y 1971.
En 1971 fue presidente de la Federación de Estudiantes de
la Católica. Por esa época abandonó las comodidades que tenía gracias a su
familia, para mudarse a San Martín de Porres junto a la orden religiosa “Los Hermanos
de Foucault”.
Fue militante de Vanguardia Revolucionaria y colaboró con
el órgano de difusión del Frente Revolucionario de Estudiantes Socialistas
llamado Rebelión. Posteriormente viajó a La Oroya a tratar de desarrollar un frente minero.
Fue diputado constituyente, diputado, senador y miembro
de la asamblea constituyente y congresista del Perú;
para este último cargo fue elegido en 6 ocasiones: 1980, 1985, 1990, 1995,
2001, 2011. Postuló a la Presidencia en las elecciones generales del Perú de
2006. Fue elegido congresista por la alianza Gana Perú en
las elecciones generales del 2011 y renunció para conformar la alianza Acción
Popular-Frente Amplio.
Sirviendo, amando,
corazón valiente,
sabia vida honesta,
solidario habitante de
la humilde necesidad,
¡Guerrero de mil
batallas!
Inextinguible digno de
confianza,
nada está perdido.
Fue suficiente la
muestra
para testificar ahora:
que se puede ser de
aquellos,
más allá de la razón
conveniente,
más allá de la
retórica,
consecuente.
Se multiplican las
conciencias
¡Guerrero de mil
batallas!
peligro para la
amenaza,
sujeto de venganza
por las miserias del
ser.
¡Cuántas injusticias
cometidas
cuántas traiciones
urdidas
en nombre de la
representación!
La sanción te hizo aún
más digno
un ejemplo de gracia,
compañero,
de entrega, compañero.
¡Qué hermosa manera de
ser agnóstico
Javier!
Adiós Javier
Por: Enrique Soria,
Sociologo, periodista, Ayllu Times, Queens, New York
New York, Thursday, May 9, 2013, 2:33 AM
Como Javier, mi generación
abandonó lo que considerábamos era inconsecuente con ser revolucionario y nos
la jugamos por darle al país un nuevo horizonte más justo y más igualitario. Lo
mejor de Javier fue precisamente su consecuencia, su entrega, su pasión por los
demás, ese es su legado.
Éramos flacos. Vestíamos proletariamente porque eso nos identificaba con el ser revolucionario.
Estábamos en la veintena con muchas ilusiones y con la seguridad que teníamos la razón para cambiar el Perú y
también el mundo. Nos acompañaba el mayo francés del 68, la primavera de Praga,
los estudiantes de Tlatelolco, la muerte del Che Guevara y la lucha independentista
de las colonias portuguesas.
Nos lucimos con la
marcha por Vietnam pues agrupamos una cantidad de gente en las calles que nunca
Lima había visto. Días antes la primera plana del diario La Crónica exhibía la
clásica foto de estadounidenses huyendo de Saigón como podían a través de un
helicóptero norteamericano.
Esa primera plana
bastó para que Javier Diez Canseco agrupara a estudiantes en las céntricas
calles de Lima para saludar la victoria de Ho Chi Min. No cabíamos de
felicidad, el imperialismo yanqui derrotado por un pequeño país militarmente en
desventaja.
Yo era uno de ellos. Yo ya conocía a Javier. Militábamos juntos en Vanguardia Revolucionaria, en ese
entonces la organización de izquierda con más trabajo en las minas, en el
campo, en las fábricas, en las barriadas y en las universidades.
El trabajo en las
minas era clave para organizar al proletariado guía de la revolución, el cobre
era el sueldo del Perú y los mineros su vanguardia obrera más lúcida.
Vanguardia
Revolucionaria laboraba en dos sitios estratégicos, Cerro de Pasco y La Oroya.
En Cerro de Pasco los mineros trabajaban a tajo abierto y en La Oroya
descendían metros abajo de la superficie para extraer el mineral como
trabajadores de la refinería.
En Cerro de Pasco
Vanguardia Revolucionara operaba mediante la célula 1 de mayo y en La Oroya a
través de la Gamaniel Blanco. Javier, cuyo seudónimo clandestino era Falcón,
coordinaba ambas células desde Huancayo, donde además se tenía responsabilidad
por la organización de los estudiantes de la Universidad del Centro.
En ese fragor nos
conocimos puesto que yo desde Lima iba a efectuar trabajo de apoyo a esos
frentes políticos. Comíamos lo que podíamos y dormíamos donde nos agarrara la
noche.
Éramos felices. Nos
guiamos por esa frase de Javier Heraud (Porque mi patria es hermosa como una
espada en el aire, por eso yo la quiero y la defiendo con mi vida.
Fueron nuestros
mejores años como individuos, nos hicimos hombres dejando atrás los lazos
familiares y la comodidad de los amigos del barrio y de los claustros
universitarios.
Pasamos a la
clandestinidad, sin identidad legal y asumiendo los riesgos que más adelante
significaron prisión y tortura más de una vez.
A Javier obviamente lo
vi varias veces, ya sea planificando
protesta s o huelgas, como el famoso paro de julio del 77 que supuso el
principio del fin de la dictadura militar, o en congresos o plenarios
partidarios. En una oportunidad estando yo preso en las celdas de Seguridad del
Estado, en la avenida España, se preocupó que yo contara con frazadas,
medicamentos y comida.
En fin una vida que no
volverá pero que nos marcó para siempre y que nos enorgullece. Cuando alguien
me pregunta para que sirvió todo esto, respondo rápido que mi generación se
tumbó a la dictadura militar y obligó a los militares a que retornaran a los
cuarteles, y con ello abrimos el cerrojo de la democracia.
Esto lo hicimos con
Javier y con muchos que dejaron las comodidades de una típica vida de clase
media, puesto que se sacrificó estudios y profesiones, se tuvieron que vivir
divorcios, y emigrar a otros lares para empezar de nuevo.
Por eso, siempre
ensayo una sonrisa cínica cuando escucho o leo a alguien que ha estado en
la otra orilla del río acusarnos de caviares cuando en realidad esos acusadores
(algunos escriben en Nueva York en periódicos de la competencia) nunca han
padecido persecución, prisión o sufrido tortura, ni siquiera hubiesen sido
capaces de dejar todo y perderse en la clandestinidad.
Como Javier, mi
generación abandonó lo que considerábamos era inconsecuente con ser
revolucionario y nos la jugamos por darle al país un nuevo horizonte más justo
y más igualitario. Lo mejor de Javier fue precisamente su consecuencia, su
entrega, su pasión por los demás, ese es su legado.
Enrique Soria.
Javier Diez Canseco
Una ausencia
significativa en la política peruana
Por Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara. Sociologo MA,
CASAC-T, Immigration Specialty, Former CIS Federal Agent New York May 5, 2013
“Un hombre de principios, un líder de la izquierda peruana,
un hombre de servicio a su país, consecuente con sus ideas, un demócrata a
carta cabal y un adversario de honor”
Quienes conocimos y
compartimos con Javier Diez Canseco, podemos afirmar que era un hombre de
principios, un radical en la búsqueda de la verdad y sus adversarios lo
reconocen consecuente con sus ideas, demócrata a carta cabal.
Repensar el Perú como
una nación de ciudadanos en su diversidad étnica y cultural fue uno de sus
grandes retos. La lucha contra la corrupción, la injusticia, las desigualdades
y el abuso del poder, lo llevo a tomar el camino de la izquierda. Fue un
constructor de Izquierda Unida un frente amplio, diverso e histórico en la
historia política de la izquierda en el Perú, fundó el Partido Unificado
Mariateguista (PUM), logrando impulsar un conglomerado de hombres y mujeres.
Fue fundador del Partido Socialista dentro la dinámica de confluir ideas y
hombres por un proyecto de confluencia. Lucho contra las dictaduras en la
década de los ochenta y sufrió persecución, atentaron contra su familia, sus
hijos y su vida. Pero resistió y enfrento a los adversarios, en la vida pública
y política. Javier, como diputado, senador y congresista fue una voz presente.
Javier fue víctima de
persecución política en el congreso, buscaron a callar su voz y resistió
poniendo al descubierto la corrupción de personajes y políticos corruptos. Fue
tocado por el cáncer al páncreas que afecto su vida y debilito su sistema de
defensas, esta fue su última batalla, y la muerte fue anunciada.
Sin duda alguna Javier
Diez Canseco, fue un hombre temerario, idealista y apasionado en sus ideas.
Hoy, cuando los peruanos y peruanas sienten la pérdida de un demócrata cabal,
un amigo, un camarada, un compañero y una ausencia significativa en la política
peruana. Descanse en paz Javier.
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara, La Diáspora.
New York, May 04, 2013
Partida
de JDC
Por: Gerardo Renique, Associate Professor, Department of History
City College of the City University of New
New York, May 05, 2013.
Político y hombre a carta cabal JDC fue un admirable y
ejemplar hombre de familia -- divertido, dicharachero y suelto de huesos fuera
del ambiente del congreso, la reunión política o la manifestación
pública.
Muy apenado y
encolerizado --como habrán de estar muchos de ustedes -- por la prematura
muerte de JDC. Me pregunto quién hablara ahora los más jodidos quien
tendrá la valentía de increpar a los poderosos con el coraje y decisión de JDC.
Si bien
contemporáneo de Javier y habiendo coincidido en los mismos escenarios,
manifestaciones y discusiones políticas - los congresos de la Federación
Minera, la formación de la UDP, los eventos de la CCP, los paros y
manifestaciones de la CCP-- no fue sino hasta fines de la crítica década de los
noventa en que entablamos una relación personal. El tratamiento en NYC de
la enfermedad que también termino prematuramente con Alberto Tito Flores
Galindo --del que se ocupo personalmente-- y posteriormente su estadía
forzada en NYC a raíz del Fujigolpe; y más tarde su "vacación"
forzada en NYC debida a la destrucción de su camioneta y el bombazo a su
casa de Pueblo Libre crearon las condiciones para el acercamiento entre
nuestras familias.
Político y
hombre a carta cabal JDC fue un admirable y ejemplar hombre de familia --
divertido, dicharachero y suelto de huesos fuera del ambiente del congreso, la
reunión política o la manifestación pública.
Admiro sobre
manera su pasión y entrega a los derechos de los discapacitados; sus esfuerzos
en favor de los presos --tanto comunes como políticos; su temerario
coraje de enfrentar a los poderosos sin más armas que la razón y esa fulminante
mirada que les clavaba a los malvados.
Mucho
recuerdo una de sus primeras acciones públicas después de ser elegido a la
Asamblea Constituyente de 1979-1980 cuando solo se presento en el centro de
"chuponeo" que mantenía la Marina en Washington y Uruguay y
prácticamente obligo a la prensa a que se ocuparan del asunto. Esa misma
decisión y actitud temeraria mantuvo --según me contó, con gran admiración Hugo
Blanco-- durante la odisea, que pasaran ambos durante su deportación a la
Argentina durante el gobierno militar.
Mis más
perecederos recuerdos sin embargo serán los de JDC y Liliana jugando con mi
hijo Lucas durante su forzada estadía en NYC gracias a los atentados contra sus
vidas del Fujimontesinismo; así su consternación y cariño cuando Tito Flores
fuera diagnosticado con un terminal y prematuro cáncer.
Estoy más que
seguro que donde quiera se encuentre JDC no está descansando en paz sino que
estará creando alboroto y tratando de enderezar entuertos.
Hasta siempre JDC
Gerardo Renique
Constructor
de la diversidad expresada en el frente más amplio que tuvo la zurda peruana
(Izquierda Unida), y del Partido Unificado Mariateguista (PUM), el “Cojo” supo
leer sus tiempos políticos e impulsar la transformación de la izquierda
sindical de los setentas en el frente de masas de los ochentas y resistió con
dignidad la dictadura fujimorista.
Una de las razones por
las que no respeto a la mayor parte de las izquierdas institucionales de
América Latina y de España es su debilidad ideológica y su gran fortaleza para
corromperse y servir a los amos del capitalismo. Me ha tocado verlo en Perú,
Argentina, Chile, México y España en los últimos 23 años. En medio de ese
mar de decepciones tuve la suerte de conocer a algunos políticos de izquierda
que defendieron sus ideales con una fuerza y coherencia inusitada. Uno
de ellos fue sin duda alguna Javier Diez Canseco, un hombre temerario,
radical en la búsqueda de la felicidad para todos y todas. En su biografía
encontramos una parte señera de los últimos intentos programáticos para
repensar el Perú más allá de la lógica del mercado y la putrefacción cotidiana.
Sobrevivió la
persecución de todos los gobiernos peruanos que se instalaron en los último 40
años, incluso antes de que el cáncer acabará con su vida estaba remontando la
traición de Ollanta Humala. Constructor de la diversidad expresada en el frente
más amplio que tuvo la zurda peruana (Izquierda Unida), y del Partido Unificado
Mariateguista (PUM), el “Cojo” supo leer sus tiempos políticos e impulsar la
transformación de la izquierda sindical de los setentas en el frente de masas
de los ochentas y resistió con dignidad la dictadura fujimorista.
Su presencia nos hará
falta en estos cruciales momentos en el que nuestra patria se está convirtiendo
en el basurero del capitalismo producto del modelo de exportación minera que
está envenenando los valles y ríos andinos. Hoy, cuando los peruanos y peruanas
vivimos la ficción de un crecimiento económico que esta aniquilando el futuro
de las generaciones venideras la voz de Javier Diez Canseco será una ausencia
significativa.
Descanse en paz
compañero.
Jose Carlos Luque
Brazan.
En Memoria de JDC
Homenaje a la madre peruana inmigrada
Por: Carlos Brito. Roma, Mayo 05. 2013.
El 8 de febrero de 2013, Javier
Diez Canseco dio a conocer que padecía de una dolencia que comprometía su vida,
pero que continuaría luchando como siempre por los más necesitados, Falleció la
noche del sábado 4 de mayo de 2013, a las 22:15 (hora peruana), víctima de un
cáncer; fue velado, el 5 y 6 de Mayo, en el Salón de Grados de la Histórica
Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lugar al que miles y
miles de Peruanas y Peruanos de toda edad, de toda condición social, desfilaron
para presentar sus respetos y su pesar a los Familiares, por esta lamentable
situación en que uno de los hijos más preclaros de la Ciudadanía nos deja, y
también para decir a Javier y a su Familia que asumiremos el testimonio de su
vida consecuente, como una permanente Bandera de Lucha por la justicia social.
Sus padres fueron
Santiago Luis Diez Canseco Magill, y, María del Carmen Cisneros Sánchez. .
Sufrió de poliomielitis cuando tenía un año de edad. Estudió la primaria en el
Colegio Inmaculado Corazón y la secundaria en el Colegio Santa María,
Marianistas, vivió en un ambiente acomodado. Estudió derecho en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y sociología en la Universidad Católica del Perú.
En 1970, cuando había pasado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
asumió una ideología socialista, marxista, Fue elegido Presidente del
"Centro Federado de Estudiantes de Ciencias Sociales" de la PUCP, y ,
al año siguiente, Presidente de la "Federación de Estudiantes" de la
PUCP (FEPUCP), abandonó las comodidades que tenía con su familia para mudarse
al entonces humilde distrito de San Martín de Porres junto a la Orden Religiosa
"Los Hermanos de Foucault", que imitan la vida de Jesús hasta los 30
años. Durante esos años se hizo militante de "Vanguardia Revolucionaria".Fue
expulsado de la PUCP por promover un justo paro de trabajadores y estudiantes.
Posteriormente viajó a La Oroya a desarrollar un frente de trabajadores
minero.
Postuló a la Asamblea Constituyente de 1978 y fue elegido. Desde ese momento se
dedicó por completo a la política y numerosas veces, el Pueblo lo designó su
Representante, en el Congreso de la República, como Diputado (entre 1980 y
1985), Senador (entre 1985 y 1992) y Congresista (en los periodos 1995-2000 y
2001-2006), militó, con responsabilidades de Conducción en el Partido Unificado
Mariateguista, PUM, participando activamente, en la estructuración de la
Alianza Izquierda Unida. (IU)
Durante los años 90, Javier Diez Canseco se convirtió en uno de los principales,
sino el más importante, de los opositores al gobierno de Alberto Fujimori.
Participó en las investigaciones sobre las violaciones a los Derechos Humanos
cometidas tanto por Sendero Luminoso como por las Fuerzas Armadas del Perú.
Esto ocasionó que en numerosas oportunidades fuese blanco del Grupo Colina.
El 14 de noviembre de
1990 explotó una carga de dinamita en su casa. La policía sostuvo inicialmente
que se trató de un atentado subversivo, pero posteriores declaraciones del
agente Julio Chuqui Aguirre confirmaron que detrás del atentado estuvo el
Servicio de Inteligencia Nacional. La motivación habría sido la entrega del
Informe de la Comisión Investigadora del Espionaje Telefónico, que hallaba
responsabilidad en el General E.P. Edwin Díaz Zevallos y en el Coronel E.P. Roberto
Huamán Azcurra. Casi a finales de la década, en 1996, Javier Diez Canseco fue
secuestrado durante la toma de la residencia del Embajador de Japón en Lima.
Fue rápidamente liberado luego de algunos días y pidió al gobierno que
negociara con el MRTA, la mejor forma de poner fin a la toma de la residencia.
Durante el gobierno de
Alejandro Toledo, entre los años 2003 y 2006, fue Presidente de la Comisión
Especial de Estudio sobre Discapacidad del Congreso de la República, en la que
impulsó la preparación y discusión de la Ley de Personas con Discapacidad y su
posterior promulgación.
En las elecciones del
2011, Javier Diez Canseco apoyó, como nosotros, la Candidatura Presidencial de
Ollanta Humala por la alianza Gana Perú y postuló como invitado en su Lista
Parlamentaria, por Lima, con el número 12, los peruanos residentes en el
extranjero, votamos por esta Lista, en este periodo, entre sus múltiples
actividades, compromisos y responsabilidades, hizo una gran labor en
coordinación con FOPEX, cuyos representantes, Carlos Brito, Juan Sandoval,
Santos Taboada, Viviana Saravia, Jefferson Velasco, Katy Villafuerte, Soledad
Vila Luis Alegre, Jorge Collazos, Oswaldo Barba y otros, uniendo esfuerzos con
el COMITE PERUANOS EN EL EXTERIOR, que Coordina Francisco L. Morales A., en
Lima, logramos realizar, en Roma, con la Participación de Javier Diez Canseco,
el Primer PRE CONGRESO de los Peruanos Inmigrantes ,Noviembre 2012, y, en diciembre
2012, en Lima, se realizó el I CONGRESO MUNDIAL DE FAMILIARES RETORNADOS Y DE LAS COMUNIDADES DE PERUANOS
EN EL EXTERIOR; Javier Diez Canseco, a pesar de haber sido, injusta e
ilegalmente, suspendido en sus funciones parlamentarias, como ciudadano siempre
comprometido con las causas justas y nobles, participo en este magno Congreso y
al saludar reafirmo su compromiso , no de palabra sino con la fuerza de sus
acciones, a continuar luchando por el ejercicio real y efectivo de los derechos
fundamentales de los peruanos en el exterior, de los retornados y de sus
familiares en el Peru.
El 4 de junio del 2012, Javier Diez Canseco renunció, a la bancada oficialista
Gana Perú; porque el Presidente, Ollanta Humala ha "faltado a su palabra y
los compromisos contraídos con el país"
El 16 de noviembre de
2012 Javier Diez Canseco fue suspendido, injusto, arbitraria e ilegalmente, por
90 días de sus Responsabilidades Congresales por 55 Congresistas, que tienen
ahora una deuda MUY GRANDE Y DIFICIL DE PAGAR, con la Ciudadanía por haber
pretendido agraviar a ESTE HOMBRE JUSTO, LUCHADOR, CONSECUENTE Y CIUDADANO PLENO
COMO JAVIER DIEZ CANSECO. Esta agresión, de una parte del Congreso, en contra
de Javier Diez Canseco, fue dejada, sin efecto el 4 de abril por una Resolución
del Quinto Juzgado Constitucional de Lima, en respuesta a una Acción de Amparo
presentada por Javier Diez Canseco, por cuanto la sanción afectó el debido
proceso, el derecho a la defensa y el honor del Congresista. El Congreso de la
República, penosamente, se resiste a cumplir con esta Resolución Judicial, que
es de cumplimiento obligatorio y PERENTORIO.
El 8 de febrero de
2013, Javier Diez Canseco dio a conocer que padecía de una dolencia que
comprometía su vida, pero que continuaría luchando como siempre por los más
necesitados, Falleció la noche del sábado 4 de mayo de 2013, a las 22:15 (hora
peruana), víctima de un cáncer; fue velado, el 5 y 6 de Mayo, en el Salón de
Grados de la Histórica Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
lugar al que miles y miles de Peruanas y Peruanos de toda edad, de toda
condición social, desfilaron para presentar sus respetos y su pesar a los
Familiares, por esta lamentable situación en que uno de los hijos más preclaros
de la Ciudadanía nos deja, y también para decir a Javier y a su Familia que
asumiremos el testimonio de su vida consecuente, como una permanente Bandera de
Lucha por la justicia social.
El 7 de Mayo, En la
PLAZA BOLIVAR, los Ciudadanas y Ciudadanos, Representantes en el Congreso,
DIRIGENTES DE ORGANIZACIONES SOCIALES, con trayectoria de Lucha Social rendimos
un JUSTO Y MERECIDO HOMENAJE A JAVIER DIEZ CANSECO y repudiamos al Congreso,
más tarde, las TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES, en la Plaza 2 de Mayo, en la
que tantas veces nos alentó y nos día fuerza, inclinamos nuestras Banderas de
Lucha, como un homenaje y un compromiso con nuestro compañero de lucha,
sufrimiento y triunfos, de que continuaremos su trabajo por lograr la JUSTICIA
SOCIAL, en la Plaza Bolognesi, el Partido Socialista acompañado por Dirigentes
de Organizaciones Políticas Progresistas y Revolucionarias rindieron su
Homenaje a JAVIER DIEZ CANSECO , reafirmando su compromiso de , como lo señaló
JAVIER DIEZ CANSECO, construir la GRAN UNIDAD DE LAS FUERZAS PROGRESISTAS Y REVOLUCIONARIAS
,para lograr establecer la JUSTICIA SOCIAL EN EL PERÚ.
En un PRONUNCIMIENTO,
del día 5 de mayo del 2013, la FAMILIA del Congresista JAVIER DIEZ CANSECO,
pidió que aquellos Congresistas que votaron a favor de la ilegal sanción por
noventa días, AL AGRAVIARLO INJUSTAMENTE EN VIDA, NO TENIAN CREDENCIALES PARA
ASISTIR A SU VELORIO, A LOS HOMENAJES Y RECONOCIMIENTOS Y MUCHO MENOS A SU
SEPELIO QUE SERÍA, COMO FUE, SOLO FAMILIAR.
JAVIER DIEZ CANSECO
CISNEROS: GRACIAS, POR TUS LUCHAS, GRACIAS POR TU CONSECUENCIA. GRACIAS POR TUS
ENSEÑANZAS, GRACIAS POR TU EJEMPLO, NOSOTROS CONTINUAREMOS, CON LAS LUCHAS, CON
TU CONSECUENCIA, CON TUS ENSEÑANZAS, CON TU EJEMPLO.
DESCANZA EN PAZ
Carlos Brito.
Roma- Lima, mayo 2012
Javier, socialista en el Perú
Por: Eduardo González Viaña, Oregon, United States.
Pocos lugares hay en el mundo tan
peligrosos para tener ideas de izquierda como el Perú
democrático. Me equivoco: Pocos lugares hay en el mundo tan peligrosos para
solamente tener ideas como el Perú
democrático.
Diez
Canseco va a afrontar la enfermedad como lo hizo frente a la persecución, el
destierro, las balas y el castigo de los buitres. "
Crónica Viva:
Si quieres participar
en la lucha política del país, es más seguro que te juntes a uno de los
múltiples clubes de descerebrados (están muriendo los partidos) que pululan en
el Congreso y hacen cola para su inscripción frente al Jurado
Nacional de Elecciones.
Si quieres participar
políticamente y exhibes ideas de izquierda, pero ansías llegar cuanto antes al
poder, es mejor que te hagas marxista, pero seguidor del otro Marx, de Groucho,
quien solía decir: “Tengo ideas, pero si a usted no le gustan, también tengo
estas otras”.
Por ser un hombre de
corazón y de acción socialista, el mayor de nuestros poetas, César Vallejo, fue
encarcelado en Trujillo. En libertad condicional, viajó a París. No
pudo regresar jamás a su patria porque si lo hacía iba a ser enviado de frente
a languidecer en alguna prisión infernal.
Todo el mundo conoce a
José Carlos Mariátegui. Muchos colegios peruanos llevan su nombre. Su pensamiento es estudiado en las
universidades de todo el mundo.
Por su coraje sin
revés de hombre de izquierda, se le recordó en vida constantemente y con
epítetos perversos el mismo problema físico del que adolece Javier Diez
Canseco.
Más aún, un grupo de
oficiales del ejército lo atacó físicamente. En su silla de inválido, el
pensador brillante y fundador del Partido Comunista fue atacado a golpes y a
patadas.
Buen entrenamiento
-ensañarse contra un lisiado- para los valientes hombres de armas quienes
habían estudiado en la academia cómo hacer la guerra, pero jamás habían
participado en una.
En días recientes,
amenazaron de muerte al octogenario y también discapacitado periodista de
izquierda César Lévano. Tal vez lo hicieron motivados por la envidia contra su
inteligencia valiente.
El capitalismo
angurriento se ha pasado décadas haciendo creer que su bandera es la del
cristianismo. Ya se sabe hoy día que no hay más perverso materialismo que el de
los dueños del mundo. Ser socialista, por el contrario, equivale hoy a levantar
la cruz del martirio y las ideas del Maestro de Galilea.
Los derechistas hoy se
proclaman defensores del mercado. También en eso mienten. La desregulación que
ellos proponen, o más bien imponen, conduce al monopolio y al saqueo de las
riquezas, o sea a entregar el país y a verter cianuro contra la tierra fértil.
Javier Diez Canseco ha
anunciado que padece de una dolorosa enfermedad. Sabemos que le va a hacer
frente con la misma intrepidez que ha asumido su pensamiento socialista frente
a la persecución, el destierro, las balas y el castigo de los buitres.
Si Javier hubiera
renegado de sus ideas o siquiera las hubiera hecho más “pasables” habría
conseguido de inmediato el financiamiento de los ricos o el apoyo de los grupos
que monopolizan la prensa. Le habrían puesto la presidencia en bandeja... y
como dice un famoso político cuyas ideas engordaron demasiado, “la plata llega
sola, compadre…”.
No es el caso de este
hombre que después de haber peleado toda su vida, sigue combatiendo contra “un
Estado que no regula ni redistribuye la riqueza vía los tributos. Un Estado
castrado de su función social y de garante de derechos fundamentales, servil al
sacrosanto mercado dominado por las transnacionales.” (JDC)
¡Resiste, compañero
Javier, resiste!... Como en “Masa” te lo decimos con un ruego común: ¡Quédate, hermano!
LA HONESTIDAD DE JAVIER DIEZ CANSECO POR ENCIMA DE LAS
BAJEZAS
Lima, 08-05-2013 | Por:
Ernesto De La Jara
Una manera de
expresar reconocimiento por Javier Diez Canseco es recordar que murió estando
suspendido, debido a que el Congreso le impuso dicha sanción de una manera
totalmente arbitraria y luego se negó a cumplir –ilegalmente- con la sentencia
que ordenó reincorporarlo a su curul.
El motivo de la
sanción fue que había incurrido en conflicto de intereses, al plantear en un
proyecto de ley el canje de las acciones de inversión por acciones comunes, sin
advertir que su hija y exesposa tenían el primer tipo de acciones en la empresa
Backus.
La denuncia
provino de Aldo Mariátegui, quien –antes de que lo echaran de Correo– le dedicó
15 portadas (en 11 meses), además de 12 columnas del director y unas 47 notas.
Contra lo que
Correo pretendía que se creyera, lo primero que hizo el congresista fue
demostrar que la conversión que buscaba impulsar afectaría a cerca de tres mil millones
de acciones de inversión y, por tanto, había de por medio millones de
personas, entre trabajadores y pequeños inversionistas, así como pensionistas
de las AFP (más de 4 millones).
Los primeros, por
ser titulares de las acciones, y los segundos, debido a que sus pensiones
dependían de varias AFP, cuyo patrimonio incluía el 20% de las acciones de
inversión existentes (583 millones, las cuales representaban cerca de dos mil
millones de nuevos soles).
Estando de por
medio los intereses de tantas personas era lógico lo que buscaba el proyecto:
que las acciones de inversión tuvieran los mismos derechos que las comunes, ya
que corrían los mismos riesgos. No había ninguna razón –según el planteamiento–
para que las primeras no permitieran la participación en la dirección de las
empresas o en la discusión sobre las utilidades. En base a ellas, no se tenía
ni siquiera el derecho a pedir información.
De esta manera se
buscaba, entre otros fines, la restitución de los derechos de quienes tenían
este tipo de acciones, así como garantizar el buen manejo de los fondos de
pensiones, a fin de evitar las cuantiosas pérdidas que se venían produciendo
con el régimen vigente.
El que hubiera un
interés general evidente explicaba que ya antes se hubieran presentado 11
proyectos sobre lo mismo, provenientes de casi todas las fuerzas
políticas, y que el canje lo promoviera también la superintendencia del Mercado
de Valores. Igualmente, un número de empresas lo venía haciendo
voluntariamente, entre ellas Buenaventura, Milpo y Cementos Lima.
Respecto a que la
medida beneficiaría a sus familiares, JDC también tenía argumentos
contundentes. En el caso, por ejemplo, de su hija,
el primer hecho que había que tomar en cuenta era que el número de acciones que
tenía era ínfimo: 12,030 frente a las 647 millones que en total poseía Backus
(el 0.0021%) y a los tres mil millones que habían en el mercado.
Pero, se decía que
aunque fueran pocas, el valor de las acciones familiares se incrementaría
significativamente, ya que el precio de las comunes era mucho mayor que el de
la de inversión. Siguiendo esta lógica, Mariátegui acusó a JDC de hacer
un “buen negocio”, con el argumento de que en la empresa donde sus
familiares tenían acciones, el valor de una acción de inversión era de S/. 4
mientras que el de una acción común llegaba a S/. 57. Sin embargo, se omitía un
dato clave: el canje propuesto en el proyecto era en función del valor nominal.
Así, por ejemplo, si el valor de una acción de inversión era de un nuevo sol y
el de una común de diez nuevos soles, el canje tendría que ser de diez
de las primeras por una sola común (10 X 1). En el ejemplo de
Mariátegui, para pasar a tener una acción común se requeriría canjear
casi quince acciones de inversión. (15 X 1)
Se llegó a decir
que con el canje su exesposa e hija pasarían a controlar Backus, cuando el 90%
de las acciones de inversión que de esta empresa que podrían pasar a ser
comunes, estaban en manos de una sola empresa.
Y si JDC no había
advertido lo de sus familiares, fue porque –como siempre explicó– lo debía
hacer- de acuerdo a lo dispuesto expresamente por el artículo 4 del Reglamento
del Congreso- cuando se iniciara la discusión del proyecto, el mismo que
todavía ni siquiera aparecía en la agenda de la comisión respectiva. En esto,
la sentencia del Poder Judicial a su favor es categórica: “no se advierte mayor
fundamentación para establecer que la conducta del actor se encuadra dentro del
tipo establecido en el artículo 4 del Código de Ética Parlamentaria, cuando en
tal artículo se establece el deber del congresista de informar su interés en la
aprobación de un proyecto de ley cuando participa en el debate o la aprobación
del mismo, pero no cuando presenta un proyecto de ley…”.
Qué más prueba de
su total inocencia que el informe inicial de la secretaría técnica de la
Comisión de Ética, el cual fue exculpatorio en todos los puntos, aunque después
incomprensiblemente lo terminara acusando, pero solo por mayoría. A su favor
mandaron informes al Congreso juristas como: Samuel Abad o Jorge
Avendaño, y tuvo el respaldo de periodistas tipo Augusto Álvarez Rodrich,
Rosa María Palacios y César Hildebrandt.
El hecho que lo
terminó de reivindicar fue la sentencia que un juez constitucional emitió a su
favor, usando para ello una argumentación muy rigurosa, basada en
jurisprudencia nacional e internacional. Sin embargo, la mayoría del Congreso
se negó a cumplirla alegando “…que las sanciones que impone el pleno del
Congreso derivado de los informes que emita la Comisión de Ética no puedan ser
revisadas en sede constitucional…”, lo cual implica desconocer lo que es casi
una regla universal, recogida por el TC: “...en un Estado Constitucional de
Derecho no existen (ni pueden auspiciarse) zonas exentas de control constitucional…”.
No se trata de
idealizarlo. Somos muchos los que hemos discrepado con sus posiciones
políticas y creemos que sus errores no han sido pocos Pero no por eso
vamos a dejar de reconocerle una serie de virtudes. Cómo habrá sido su
corrección que hasta el obsesionado de Mariátegui solo le ha podido sacar
tres acusaciones –absolutamente discutibles– en relación a una
trayectoria política de más de 40 años .
Estaba claro,
desde el comienzo, que lo que se quería era golpearlo allí donde más le
pudiera doler: su honestidad. Un plan cruel que si prosperó fue por la
mezquindad de sus adversarios, pero con la complicidad de los humalistas que el
día de la votación en el pleno se le voltearon, cumpliendo –según el mismo JDC–
órdenes de arriba, por haberse salido del libreto oficial. Es la historia de
una de las peores bajezas políticas, pero también de una oportuna
reivindicación, confirmada con su reconocimiento póstumo.
En los últimos días, numerosos amigos y amigas se han
acercado a mi familia y al equipo de trabajo de mi oficina parlamentaria a
preguntar por mi salud. Agradezco estos gestos y quisiera poner en su conocimiento
y el de la opinión pública que desde hace cerca a dos semanas me encuentro
hospitalizado encarando exámenes y tratamientos relacionados con una dolencia
que padezco.
Como resultado de ello he sido diagnosticado con un
cáncer circunstancia compleja y difícil, sin duda nueva y crítica, en la que
está en cuestión la vida misma pero no la disposición a luchar por ella.
Encararé esta situación con la misma energía
en defensa de la vida y los derechos fundamentales que he buscado tener durante
toda mi trayectoria. Lo haré con la misma firmeza y decisión, contando con el
invalorable apoyo de mi esposa y compañera, mis hijos y mi familia, de mis
entrañables amigos y compañeros, y de los hombres y mujeres del Perú que creen
que debo seguir batallando –con ellos- por un Perú nuevo en un mundo nuevo.
Tengo plena confianza
en los profesionales que me están atendiendo y espero que contando con la
fuerza y el cariño de muchos, podré superar este momento difícil para seguir
cumpliendo con el mandato que recibí de mis electores.
A los periodistas y a
los medios de comunicación les solicito sepan respetar la privacidad de estas
circunstancias.
JAVIER DIEZ CANSECO
Lima, 08 de febrero
del 2013
SER DE IZQUIERDA EN EL PERU DE HOY
Javier
Diez Canseco
Ser de izquierda resultó un compromiso de vida, una pasión vital, integral y
envolvente. Fue así desde que tomé esa opción, desde que emprendí ese camino.
Lo tengo claro hoy, después de 36 años en que inicié –agobiado por un entorno
social y político intolerable- una aventura existencial que no se ha agotado:
la búsqueda de la justicia social, la equidad, la igualdad de
oportunidades.
Ser
de izquierda fue, y es, tener el privilegio de abrazar una utopía, una fe, en
el sentido mariateguista. Una utopía que, apoyada en principios firmes y en
herramientas propias del análisis científico, constituye el nervio central de
una opción política: una sociedad de iguales en oportunidades y derechos. Es
asumir un extraordinario reto, una horizonte provocador: la construcción del
reino de la libertad, basado en un vigoroso desarrollo de las capacidades
productivas, científicas y técnicas de la humanidad, en el que cada cual da
según sus capacidades y recibe según sus necesidades. Es persistir –en el
horizonte más lejano- en la búsqueda de fórmulas para resolver la contradicción
fundamental que el viejo Marx señalara respecto al capitalismo: la producción
es social, pero la distribución es privada.
Ser de izquierda hoy, en el mundo globalizado, es sostener una vieja opción
internacionalista transformada en la consigna de que una nueva globalización es
posible, una que nos incorpore y no nos margine a la mayoría de los habitantes
del planeta. Una que nos permita compartir y beneficiar equitativamente de los
logros de la revolución científico-técnica, de los instrumentos que ha generado
para elevar la producción y la productividad, para acelerar la comunicación y
el transporte, respetando nuestras identidades e historias nacionales y
desechando la imperial pretensión de imponernos el pensamiento único o el uso
unilateral de la fuerza militar.
Ser de izquierda es plantearse exaltar las cualidades estrictamente propias de
los seres humanos: la solidaridad y la racionalidad. Es la expresión de una
firme creencia –ética y científica- en los seres humanos y su capacidad de
superar el predominio del egoísmo más instintivo para ubicarse como individuos
al interior de un colectivo y un entorno determinantes y condicionantes de sus
propias posibilidades.
Por ello creo que ser de izquierda es, luego de más de una década de una
asfixiante cultura del individualismo más extremo y de la destrucción de los
más elementales valores comunes que atan a una sociedad, asumir una tarea que
va mucho más allá del afán de incidir o manejar las riendas del poder o la
administración del Estado. Es asumir la tarea de construir un sentido común
alternativo, una cultura alternativa, apoyada en la solidaridad, la justicia,
la descentralización del poder y del desarrollo, la participación ciudadana en
una democracia integral, capaz de abarcar no sólo lo político sino lo social,
lo económico y lo cultural.
Pero militar en una opción de izquierda, en el Perú de hoy, es retomar la
responsabilidad de contribuir a reconstituir el tejido social, la organización
de los diversos sectores sociales del país y las instituciones que los representen
y articulen: sindicatos y gremios, asociaciones de productores y movimientos de
usuarios, frentes regionales y asambleas cívicas... Porque una auténtica
izquierda tiene –en su centro mismo- el compromiso con el protagonismo popular
en la historia. Aspira a que el mudo –el marginado, discriminado y oprimido de
siempre- tenga voz, tenga la palabra (como magistralmente señalara Julio Ramón
Ribeyro) y alcance la ciudadanía. La izquierda, en mi concepto, es una fuerza
íntimamente comprometida con la construcción de un país de ciudadanos y
ciudadanas, con derechos y deberes, organizados.
Ser de izquierda hoy, a diferencia de un ayer sectario en que nos creíamos
dueños de la ciencia y la conciencia de los trabajadores, es recoger la experiencia
y conciencia de los oprimidos y, a la vez, cultivar la tolerancia dentro de la
firmeza de los principios. Pocos han recogido la escuela viva de José Carlos
Mariátegui, que dio permanente ejemplo de apertura al diálogo con el
pensamiento alternativo y las nuevas ideas, sin perder su identidad y filiación
socialista.
Ello implica autocriticar concepciones, estilos y conductas incorrectas, alimentadas
por una lectura ideológica y política errónea, equivocada.
Hoy, no creo que ser de izquierda sea adscribir a una ideología cerrada y capaz
de explicarlo todo, como fue nuestra inicial lectura del socialismo marxista.
No creo que podamos tratar la opción ideológica como algo simplemente idéntico
a una ciencia, que todo lo explica y comprende. Considero que la izquierda se
apoya en una combinación de principios y valores fundamentales –que pueden
provenir de raíces e historias ideológicas diversas- junto a teorías
científicas que nos articulan. Pero que ello debe ir de la mano con una
propuesta programática, una visión de la sociedad, del país y del mundo que
queremos.
A diferencia de las antiguas estructuras políticas de cuadros, profesionalizados
o a dedicación a tiempo completo y de pequeñas células, creo que la izquierda
debe plantearse ser un gran movimiento social, de ciudadanos organizados,
apoyado en comités de base territorial y de especialización sectorial (juvenil,
de género, laboral, agraria, productiva, de consumidores, etc.). Creo en una
organización política basada en el pleno ejercicio de la democracia interna (un
militante un voto, elección de los cargos internos y candidatos a cargos
públicos, renovación generacional interna) así como en la tolerancia a
corrientes de pensamiento internas (algo antes impensado frente a la exigencia
de uniformidad ideológica absoluta). Una organización que acentúe su interés en
incorporar mujeres y jóvenes, y dedicar importante espacio a la formación y
renovación de dirigentes. Una organización que practique, en pequeño, la
propuesta de sociedad que postula construir.
Ser de izquierda hoy es abandonar la vieja lectura que tuvimos del centralismo
democrático (conducta única a partir de un centro único de decisión y un
todopoderoso secretario general y Comité Central que lo resuelve todo) para
sustituirla por la democracia interna y la descentralización en la toma de
decisiones que –sin quebrar la unidad en lo fundamental- reconozca que somos un
país diverso y heterogéneo, con regiones y subregiones, ecosistemas y etnias,
que tienen personalidades propias e identidades que deben ser respetadas, y que
deben poder decidir y resolver sobre lo que les compete.
Ser de izquierda es hacer política desde la vida cotidiana, frente a los problemas
del día a día: la basura, la educación, la salud, el barrio, el centro de
trabajo. En cada uno de estos casos hay propuestas de organización y acción desde
una opción solidaria, justa, equitativa, participativa, descentralista y
comprensiva de los diversos sectores más necesitados, así como desde la visión
de un nuevo país, que se construye combinando la acción cotidiana con la lucha
por una alternativa nacional de gobierno y poder social organizado.
Ser
de izquierda hoy es abandonar la idea de que el poder se asalta o simplemente
se conquista electoralmente, y reafirmar un abierto enfrentamiento al
terrorismo en todas sus formas. Es concebir que el poder popular y nacional se
construye en la articulación del movimiento político y social, programático,
principista y participativo. Sólo así una alternativa de izquierda no será
engullida –como lo revela la historia en numerosos casos de políticos que
alcanzaron el gobierno- por la maquinaria del poder establecido de los
poderosos de siempre, llevando al fracaso los anhelos de cambio.
Pero hoy, ser de izquierda es también plantearse la reconstrucción de una
representación y articulación política que venza las barreras del sectarismo y
el hegemonismo, que sume y no reste, que sea capaz de constituir una alternativa
real de gobierno y de poder. Implica una postura constructiva y unitaria,
teórica y a la vez práctica, capaz de vincular pensamiento-organización-acción
para hacer posible la utopía. Ello implica, en lo inmediato, la tarea de
reagrupar a buena parte de quienes vivieron las más extraordinarias
oportunidades de la izquierda, desde Izquierda Unida, y quieren –excluyendo a
los sectarios y a quienes hacen de la política un antiético y corrupto servicio
a sí mismos- recuperar voz y presencia, sueños y esperanza, herramienta y
conquista de espacios para una opción popular y nacional.
Sin embargo, no se trata de reagrupar a los ex izquierdaunidistas o de reconstruir
IU. Se trata también de recuperar un diálogo intergeneracional, con juventudes
de ambos sexos, que vivieron otra experiencia (la del terrorismo senderista y
antisubversivo, la de la debacle alanista y el tecnocratismo –antipolítico,
pragmático y corrupto- del fujimorismo) y hablan un lenguaje que no es el mismo
de los que superamos los 40 o 45 años. Una opción de izquierda tiene que
recomponer esta relación en un nuevo proyecto partidario, que exige
redistribuir y compartir internamente las responsabilidades y el poder. No más
juventudes como movimientos aparte y sin derechos plenos en el partido. No más
mujeres en las tareas administrativas y de apoyo. Equidad de oportunidades y
discriminación positiva, para promover su participación resultan centrales hoy.
Y, claro, se trata ahora de reconocer que fue un error no avanzar hacia UN
partido de izquierda y centro-izquierda, manteniendo la lógica del frente único
(IU) sin esforzarnos por construir una estructura más consistente y eficaz, a
nivel partidario. Este es el esfuerzo que asumimos algunos en la forja del
Partido Democrático Descentralista (PDD) hoy. Y que otros emprenden –con sus
especificidades- desde el PDS o el Partido Humanista. Es el afán de los
intentos que impulsan los amigos del PC y, con sus características propias, los
amigos que impulsan la revista Nosotros. Es el afán de innumerables
movimientos regionales como el PDR de Puno y tantos otros del macro sur, la
selva, el centro, y el norte del país.
Estos esfuerzos confluirán en un partido o, más allá, en un bloque político que
deberá tentar ser alternativa de gobierno y poder, ampliándose desde la
izquierda y centro izquierda hacia el centro, como exitosamente lo lograra Lula
y el PT en Brasil.
Esto es, para mi, ser de izquierda. El privilegio de contar con una utopía
realizable, un sueño que puede convertirse en realidad. Despertar cada día con
un afán organizativo y de acción, acariciar la esperanza en un país y un mundo
que parece carecer de ella, y –sobre todo- asumir principios y conductas que
nos permiten mirar a los demás a los ojos, dormir tranquilo y saber que
nuestros hijos llevan su apellido sin deshonra.
El
sentido de la solidaridad
Por : Javier Diez Canseco
Lunes, 18 de
marzo de 2013 | 4:30 am
No puedo dejar de expresar mi agradecimiento a las más de
2.500 personas que se reunieron el pasado 6 de marzo en el auditorio del
Colegio Médico del Perú. Hombres, mujeres, grandes y chicos, políticos de
izquierda, derecha, centro, jóvenes, viejos, artistas, compañeros del Congreso,
activistas de derechos humanos; a todos ellos muchas gracias, gracias por esa
cálida, afectiva y cariñosa muestra de amistad y reconocimiento. Para quienes
no pudieron ingresar por haber rebasado el aforo del auditorio, mis disculpas y
especial consideración. El afecto y la generosidad de todos no hace sino darme
más fuerza para seguir adelante.
Mi gratitud y aprecio también para todos los compañeros y
amigos que organizaron el evento. Para ellos un fuerte abrazo por tomarse la
molestia de que el referido encuentro fuera posible, a pesar del corto tiempo
para organizarlo.
El reconocimiento de todas y todos ellos, a lo que creo
ha sido una trayectoria marcada por el esfuerzo de compromiso con el país y su
gente, me permite enfrentar, con más fuerza, la mezquindad que ha significado
para mí la absurda e injusta sanción que me impusieron en el Congreso aquellos
que representan a quienes en mi más de tres décadas de lucha contra la corrupción
y la redistribución equitativa de las riquezas han visto afectados sus
privilegios e intereses.
Me alegra que la solidaridad hacia mi persona haya
permitido el encuentro de líderes políticos de distintas y diversas
organizaciones políticas, que si bien piensan diferente representan una manera
de hacer política sincera, de convicción, ideales y de valores y que tienen en
común una trayectoria de consecuencia y el objetivo conjunto de construir un
Perú más justo, solidario, libre, soberano y digno.
El país necesita que la voluntad de los actores políticos
para trabajar en conjunto no se limite a este sentido acto de reconocimiento.
La situación que afronta el país exige un ejercicio serio e institucional de
unidad. Hay que unir en una sola plataforma política y social a las fuerzas
democráticas, agrupaciones progresistas, defensores de derechos humanos,
descentralistas, ambientalistas, movimientos sociales y populares,
organizaciones locales y regionales, colectivos, pueblos indígenas de la
Amazonía y de los Andes, peruanos residentes en el exterior y ciudadanos y
ciudadanas comprometidos con el desarrollo del país. La convocatoria debe ser
al mayor espectro posible.
Los millones de peruanos y peruanas que no gozan de los
beneficios del crecimiento económico y cuyas expectativas se han visto
frustradas reiteradamente necesitan una organización política que represente
efectivamente sus intereses y que transforme al país en una nación en la que
imperen la justicia y la libertad, donde la corrupción no sea una forma
consentida de gobernar y donde todas y todos tengamos igualdad de oportunidades
políticas, económicas, sociales y culturales, para desarrollar nuestras potencialidades
como personas, sin discriminaciones por género, cultura, lengua, etnia,
religión u orientación sexual.
En este proceso es indispensable hacer el esfuerzo de
fomentar la construcción de un sentido distinto de la vida, un sentido que
rescate y revalore el servicio, el bien común, la fraternidad, el interés
colectivo y la solidaridad como horizonte común de desarrollo personal. La
lucha por construir un mejor país es también la lucha por construir otra
cultura. Ello permitirá atraer a las juventudes y a quienes hoy ven en la
política un ejercicio alejado del bien común y de las mayorías.
No podemos perder la oportunidad ni rehuir a la
obligación de responder a las necesidades de cambio que requieren miles de
mujeres y hombres del pueblo que han llenado plazas agitando las banderas del
cambio. No hay tiempo ni materia prima para construir escenarios en los que la
victoria de grupos aislados sea posible. O bien avanzamos hacia la unidad o
volvemos a perder la oportunidad histórica de hacer transformaciones
significativas en nuestra sociedad.
Confío en que tenemos la madurez, el sentido de
responsabilidad, el compromiso y la voluntad para superar nuestras diferencias,
respetar nuestras opiniones, reconocer nuestros errores y no repetir las
experiencias que en el pasado nos han llevado al fracaso.
JAVIER
EL GUERRERO
DE LA
IZQUIERDA PERUANA
Javier
Diez Canseco Cisneros (Lima, 1948) Estudió derecho en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos entre 1967 y 1968, y sociología en la
Pontificia Universidad Católica del Perú entre 1965 y 1971.
Postuló a la Asamblea Constituyente de 1978 y salió elegido, pese a
haber sido expulsado del Perú durante el gobierno militar. Desde ese momento se
dedicó por completo a la política y fue elegido numerosas veces como diputado
(entre 1980 y 1985), senador (entre 1985 y 1992) y congresista (en los periodos
1995-2000 y 2001-2006) de la República del Perú. Durante los primeros años
formaba parte del Partido Unificado Mariateguista, uno de los miembros de
la Alianza Izquierda Unida.
En el
2001 se lanza como candidato invitado por Unión por el Perú . Durante
su gestión parlamentaria enfocó su actividad en políticas de pacificación,
contra el narcotráfico y contra la corrupción, así como en temas de derechos
humanos, especialmente los referentes a las personas discapacitadas y las
minorías sexuales.
Para las elecciones generales del Perú de 2006 fundó el
"Partido Socialista del Perú" con base en el Partido Unificado
Mariateguista. JDC, su muerte fue anunciada el 5 de Mayo del 2013, siendo
Congresista del Peru.
Apuntes
de historia.
En la Asamblea Constituyente de 1978 hasta julio del 79, Javier magistrales
debates con el APRA y PPC sobre
la situación del campesinado, agro y trabajadores. Esos debates han tenido
repercusión que han sido replicadas por muchos peruanos y
peruanas.
En
1983, en el I Congreso Nacional
de VR, realizado en la ciudad de Lima, compartimos propuestas e ideología socialista
mariateguista siendo elegido Javier Diez Canseco como Secretario General.
En 1984, el Partido Comunista Revolucionario (PCR) – Clase Obrera y Movimiento
de Izquierda Revolucionaria (MIR), forjaron el Partido Unificado Mariateguista
(PUM).
Elegido Secretario General dos veces, junto a Raúl Alfredo Wiener Fresco,
Ricardo Letts Colmenares, Juan Mendoza Montesinos, Víctor Torres Lozada,
Saturnino Ccorimayhua Mamani, Rosa Mavila León, Andrés Luna Vargas, Jorge
Quesada, Ricardo Vega Posada, Fernando Rodríguez Chalco, Augusto Castro, Hugo
Wiener Fresco, Nemesio Rodas Suárez; Augusto Malpartida León, Esteban Puma
Ataulluco, Concepción Quispe Huanaco, Carlos Paredes Gonzales, Lorenzo Ccapa
Hilachoque, Mercedes Calsina Machaca, Laureana Suasaca Apaza; Hugo Blanco
Galdós, Felícitas Yanqui Apaza, Alejandro Itusaca Titi, Flora Carmen Huacani
Colquehuanca.
La diversidad de voces en el espectro
político de Javier
Susana Villarán de la Puente,
alcaldesa de la ciudad de Lima:
“Javier jamás dijo algo y no lo hizo.
Era un hombre de palabra, radical porque buscaba la raíz del problema, porque
de esa manera se solucionan los problemas. La hipocresía que llena nuestra
política, jamás fue visitada por Javier Diez Canseco.”
Javier Alva
Orlandini, ex presidente del Tribunal Constitucional:
“Fue sobre todo un
hombre honesto, principista, un gran amigo; combatimos juntos a la dictadura.
Sus enemigos políticos adoptaron una decisión injusta al separarlo del
Congreso.”
Aída García Naranjo, embajadora del
Perú en Uruguay:
“Fue un hermano
mayor con quien compartí 43 años de vida cotidiana. Él ha sido un hombre
combativo, consecuente, con firmeza de ideas. Ha muerto un hombre, pero ha
nacido un símbolo”.
Lourdes Flores, lideresa
del Partido Popular Cristiano:
“Siempre he dicho
que Javier era un rival de polendas y un aliado extraordinario. Una sola
línea, equivocada o correcta, pero en la que él creía. Yo respeto a aquellas
personas que guardan esa consistencia en la vida”.
Carlos Roca, dirigente del comité
político del APRA:
“Diez Canseco fue
un hombre muy recto, honrado y honesto. (…) No combatió al APRA, sino a
quienes siguieron mal el ejemplo de Haya de la Torre. Todos los que votaron a
favor de suspenderlo, deben reivindicar su nombre. A diferencia de nuestro
Armando Villanueva, cuya muerte era previsible, lo de Diez Canseco es
sorpresivo porque era relativamente joven”.
“Ayudó a muchísima
gente, más allá de ideologías. Ha trascendido la historia. Es un ejemplo a
seguir. La sanción de 90 días del Parlamento se trató de una venganza política
y fue un error gravísimo. Les pesará toda la vida a quienes votaron por suspenderlo,
no creo que puedan dormir. El Congreso debe rectificarse hace rato”
Henry Pease.
“Javier Diez Canseco fue objeto de una ‘maniobra miserable’ antes de su
deceso. Los verdugos: los fujimoristas, apristas y algunos nacionalistas. Este
Congreso no merece estar en la despedida a Diez Canseco. Murió un honesto. Sus
últimas palabras en el Congreso, quedará en la memoria de todos los peruanos:
Han dinamitado mi casa, han ametrallado mi auto, han intentado secuestrar a mis
hijos y aquí estoy”.
Olmedo Auris.
“Como dijo el Che Guevara, Javier Diez Canseco fue un ‘hombre nuevo’,
porque abandonó los privilegios que tenía, y luchó por los desposeídos y excluidos,
y se puso a ese nivel. Jamás se doblegó aun cuando el Congreso lo sancionó
injustamente”.
David Rivera del Aguila.
“En un momento en el que la clase
política, ya sea de derecha, de izquierda o acomodadiza, es tan chata
intelectualmente hablando, donde sus correlaciones de fuerzas están basadas en
sus intereses personales y no en los del país, y donde los cambios que requiere
el país pueden definirse por la presión de algunos grupos a través de los
medios de comunicación, la ausencia de una personalidad y una voz íntegra como
la de Javier Diez Canseco se dejará sentir”.
Pedro Pablo Kuczynski.
“Mi pésame a la familia de Javier
Diez Canseco. Pese al dolor, deben sentirse orgullosos de un hombre que dio
toda su vida al servicio del país”
Oscar Ugarteche.
“Odiado por muchos y temido por bastantes, fue implacable con todo lo que
no le sonaba a justo, honesto y coherente. Percibido como el radical por la
prensa de derecha, era el que buscaba guardar la coherencia de sus principios,
la manera de llevar a cabo las alianzas. Por esto fue respetado por los
políticos con experiencia de todas las tendencias, con su muerte la izquierda
peruana se queda sin voz pública y sin articulador y la derecha sin adversario
visible”.
Carlos Tapia, Unidad de izquierda
“El mejor homenaje que se le puede hacer a Javier Diez
Canseco es la unidad de la izquierda. Justamente eso está programado. La
izquierda requiere renovarse, tener líderes jóvenes para ser trascendente en un
país como el nuestro”.
Cesar Hildebrandt
“Nunca te elevaste tanto como cuando el odio te mordió. Nunca fuiste mejor
que hace unos meses, defendiéndote de quienes querían tu asesinato mediático. Y
era pura envidia, querido Javier. Tu vida les recordaba su miseria moral; tu
elocuencia les recordaba sus silencios; tu capacidad de indignación ante las injusticias
les recordaba sus complicidades y sus agachamientos”.
Eduardo Ballón destaca del
político
“su generosidad infinita con
personas anónimas. Esa manera de ser lo llevó a ser un jacobino en todas las
cosas: nunca dejó de hacer lo que predicó. Su propia condición física, su experiencia
de niño y de joven, lo llevó a una mirada distinta. En un país donde ese tipo
de consistencia tiene cada vez menos valor, es su legado más importante”.
Rolando Ames, El exsenador de
izquierdas y sociólogo.
“rememoró un episodio del político Diez Canseco cuando terminaba la
dictadura militar en Perú y era un “momento de euforia de una izquierda joven”.
Elegido miembro de la Asamblea Constituyente en 1978, le respondió a su
felicitación diciendo: "Tengo un poco de miedo de que aquí nos aislemos de
la gente".
Nelson Manrique, historiador y
político.
“La muerte de Javier es un golpe muy
duro. En las últimas elecciones él no quería participar y le dije que lo
necesitábamos porque era el rostro de la izquierda. Ojalá los jóvenes recojan
su ejemplo de valor, honestidad y compromiso. Siempre nos aferramos a la
ilusión de que el desenlace será otro. Duele ver irse a los mejores”.