Barrantes, la Lima para Todos y la Revocatoria, por Manuel Dammert Ego Aguirre. (28 Febrero 2013)



 
Barrantes, la Lima para Todos y la Revocatoria,

Manuel Dammert, Sociologo
Por Manuel Dammert Ego Aguirre.

(28 Febrero 2013)


Hace 30 años, en 1983, Alfonso Barrantes Lingan, líder de izquierda, al restablecerse la vida democrática de país, convoco a transformar Lima, y sus limas,  en una ciudad para todos, y gana las elecciones municipales de la capital de la Republica. Asistimos ahora, el 2013, a una revocatoria que una coalición mafiosa ha planteado contra una alcaldesa de izquierda, Susana Villarán, que plantea también retomar y afirmar democráticamente Lima, y sus limas,  en una ciudad para todos.   
A escasos días del 17 de marzo 2013, fecha de la revocatoria municipal, se debate arduamente este sentido del gobierno de la ciudad donde habita un tercio del país. Tratare al respecto los siguientes temas:      
-          Lima: ciudad capital del Peru, basada en la segregación socio étnica
-          La Transformación urbana de los 80: Barrantes y una ciudad poli céntrica para todos
-          El viraje neoliberal con las mafias urbanas  y la resistencia democrática de Andrade
-          La recuperación democrática en las nuevas condiciones de una Lima para todos, y Susana Villarán.
Estas reflexiones son a propósito de los artículos de  Luis Corvera ( Revista Poder) y Teresa Cabrera ( SER, el misterio de la capital), sobre las Gestiones Municipales en Lima a días de la Revocatoria del 17 de Marzo del 2013.

1.  1.      Lima: ciudad capital del Peru, basada en la segregación socio étnica
La Lima colonial se funda destruyendo, y superpuesta, al centro urbano andino de Taulichusco de los valles del Rimac. El Yo conquistador impone una nueva urbe, para dominar el valle, el agua del rio, el templo de los dioses y el flujo de comercio de metales y de bienes. Este orden urbano colonial se amuralla para ser la capital del Virreynato y sede de una elite comercial continental, que pretende ser nobiliaria. Desde la instalación se sustenta en la segregación colonial, en declarar el “no ser de la alteridad” de las poblaciones no hispanas.  La ciudad es habitada mayoritariamente por esclavos afrodescendientes, indígenas y castas, pero su centro físico-político es el poder colonial. Por las epidemias y enfermedades que hacían estragos en la urbe más pestilente del Virreynato,  entre 1870 y 1872 la muralla es demolida. Se afianzan las ideas de una ciudad “sin límites” geográficos, pero si con claros y rotundos segmentos diferenciados socio étnicos.  Entre 1848 y 1858, se construye el ferrocarril a Chorrillos y otro al Callao, y en 1872 se forma el barrio La Magdalena, con villas y chalets.  Aun así, lima es asolada por epidemias de fiebre amarilla y peste bubónica de 1868 y 1903.
Como señala Wiley Ludeña( en: “Lima: poder, centro y centralidad. Del centro nativo al centro neoliberal”), respecto el primer periodo de la historia republicana, bajo el impulso de la oligarquía, es que “ Lima desarrollará todos aquellos rasgos que, bajo distintas formas de expresión, aparecerán posteriormente en ella, casi de modo tal que la Lima del siglo XX hasta hoy no hará sino seguir los caminos trazados en esta primera fase. Leguía y los que le sucedieron reforzaron y continuaron la orientación y la lógica de crecimiento urbano establecida o sugerida por Piérola al reforzar el triángulo Lima-Magdalena-Miraflores, y al fijar, con el Paseo Colón y la urbanización respectiva, la dirección sur como la zona a la que debía dirigirse el emplazamiento del hábitat de la clase alta limeña. Mientras que al reorientar el destino social del barrio de La Victoria (inicialmente previsto por Balta como el nuevo barrio de administración y de residencia para la clase gobernante) estaba señalándose el estilo y la dirección en la que debía emplazarse el hábitat popular”.
Se afirmaron las diferencias entre los distintos estratos de la sociedad limeña: “la oligarquía erigió y estableció las fronteras físicas y espaciales de la nueva Lima. Si la burguesía en ciernes había sido la que consiguiera derribar las murallas de Lima en 1872, la oligarquía de fines del siglo se encargaría de levantar las nuevas murallas sociales entre las distintas partes de la ciudad: una ciudad de espacios diferenciados, protegidos y separados totalmente del indio y de la población obrera.” ( Ludeña).
Con Leguía se consolidan estas tendencias de segregación urbana, al tiempo que se consolida el rol centralista de Lima en la expansión comercial y capitalista del país. Este nuevo rol, da origen a un nuevo proceso social, cuyos inicios se mostraran significativos en esos años, pero que desde los años 50 remecerán el Peru  y la propia Lima. Son los años de la masiva migración del campo a la ciudad, y en especial hacia la ciudad de Lima. Se resquebrajan y agrietan las viejas murallas persistentes de segregación socio étnica.  Lima es masiva y mayoritariamente habitada por migrantes e hijos de migrantes, que construyen sus viviendas en los cerros y en las laderas de los mismos, cubriendo cada vez un radio más amplio y desorganizado, y ocupando con actividad laborales y empresariales informales amplios espacios de la propia ciudad, no solo de los márgenes, sino del propio centro histórico y sus áreas aledañas.
La Republica oligárquica lo que hizo en términos urbanos fue ampliar la segmentación. Busco crecer con un “centro cívico” hacia el sur del centro histórico, la redistribución  de equipamientos con funciones urbanas hacia áreas conectadas vialmente con el centro histórico, y el impulso a diversas zonas destinadas a la especulación inmobiliaria y algunas actividades industriales y comerciales. El objetivo era afirmar un segmento social intermedio, entre la lima “histórica” y aquella “invadida” por migrantes, para ratificar y modernizar las formas de segregación.      

1.  2.      La Transformación urbana de los 80: Barrantes y una ciudad poli céntrica para todos
Las reformas de modernización capitalista de los años 70, incluyendo la reforma agraria, tuvieron gran repercusión en el sistema urbano nacional y en especial en Lima. La ciudad ya era una metrópoli nacional. Aun más. La distorsión del sistema nacional urbano, la situaba como macrocefalia, en población, funciones, actividades, centralidad de las grandes infraestructuras y servicios públicos nacionales. Estaba seguida en forma muy rezagada por las ciudades de Trujillo y Arequipa.  
Lima había cambiado. Era una ciudad mayoritariamente de migrantes y de sus hijos. Al restablecerse la democracia en 1980, esta fuerza pujante se manifestaría electoralmente en la elección de las autoridades municipales distritales y provinciales de Lima Metropolitana. En 1980 es elegido Eduardo Orrego, de las filas de Acción Popular, cuyo líder Fernando Belaunde Terry, había triunfado en las elecciones generales del 1980 e inaugurado un nuevo periodo de gobierno democrático.
Lima no podría seguir siendo ajena a sus habitantes. Se imponía la transformación urbana.
Eduardo Orrego impulso un nuevo plan metropolitano, que asume como orientación clave el pasar de la ciudad uni-centrica, en torno al centro histórico monumental, a una ciudad organizada poli céntrica, organizada en varios centros de desarrollo urbano, que requerían incorporar a los sectores segregados y a los migrantes, así como resolver la informalidad de actividades que ya se imponían en sus calles y espacios públicos. Este Plan de Lima  Poli céntrica asume y va mas allá del “zanjón” construido por el Alcalde Luis Bedoya, que busco ampliar los flujos con el centro de la ciudad en base al transporte privado automovilístico y promoviendo nuevas densidades urbanas asociadas. El Plan Poli céntrico se plantea impulsar varios centros dinamizadores del conjunto del espacio urbano, superando su segmentación y segregación.
Pero este Plan Urbano Poli céntrico, tiene en contra políticas del gobierno nacional del Arq Belaunde. Entre ellas, la creciente des-industrialización, que afecta a las zonas industriales de lima, acentuando la informalidad y ocupación de vías y espacios públicos. Y también las limitaciones en la reforma descentralista, uno de cuyos episodios claves estuvo en torno a la imposición de una ley “gerencialista-centralista” de las municipalidades, dictada por el Poder ejecutivo a través del Decreto Legislativo 051, que fue derogado por el Parlamento, aprobando la nueva Ley Orgánica de de Municipalidades y sus fueros, aprobación encabezada por el entonces Presidente del Congreso Valentín Paniagua y con el respaldo de Alfonso Barrantes Lingan, líder de Izquierda.
El triunfo de Barrantes Lingan en las elecciones de 1983 para la Municipalidad Provincial de Lima es el momento clave de esta transformación urbana. Lima empezaba a ser una ciudad de todos y para todos.
Teresa Cabrera, hace muy bien y en muy buena forma, en darle un directo “frejolito sin leche” a Luis Corvera, que en la última edición  de la revista Poder, con desinformación y bajo una limitada comparación reducida a “obras” de algunos gobiernos municipales, desde Del Castillo ( 1986) a la fecha, primero excluye a Barrantes y luego, como quien habla al paso, dice que “solo puede exhibir haber fundado el programa del vaso de leche”.
La Gestión de Barrantes Lingan en Lima empezó a construir esa lima para todos, que 30 años después es el eje estratégico de la actual pugna en una revocatoria donde una coalición mafiosa corrupta pretende destruir a la alcaldesa de izquierda Susana Villarán y el nuevo desafío de una lima para todos.
Para apreciar el significado de la política urbana de Barrantes, ante los desafíos de construir una lima para todos, es ilustrativo apreciar su gestión, en 5 Ejes de su Política de Cambio en Democracia.
Primero, Acuerdo Municipal Democratico. Barrantes asumió la municipalidad como una institución democrática de representación de los ciudadanos, sin exclusiones, y de sustento descentralista del Estado. Afirmo este campo propio de la política pública, sin reducirla a la presión gremialista, a la que respetaba y también promovía. De esta forma, institucionalizo el acuerdo político de gestión estratégica, reforzando la propia municipalidad. Con esta política, fue que se establecieron secretarias municipales, como especie de ministros provinciales, y se encargo estas carteras a representantes de distintas fuerzas políticas ( AP,PPC, etc). Los cambios sociales podían y debían hacerse fortaleciendo la democracia.
Segundo, La vida y trabajo articuladas de las limas en la gran lima.  Barrantes dio Inicio a las Limas de una gran Lima, con políticas viales y de vivienda urbana, en el Plan urbano de la Lima Poli céntrica. La migración masiva había dado forma a los “conos” de lima, como aglomeraciones de poblaciones segmentadas y aisladas. Recuerda Gustavo Riofrio, y cita Teresa Cabrera, “que era imposible  ir desde comas hasta villa maria del triunfo por vía asfaltada”. Barrantes y su equipo impulsan dos políticas claves para dar Inicio a las Limas de la Metrópoli. Una es la vial.  Alude Teresa Cabrera a Gustavo Guerra Garcia, que señala  que esas vías de Lima sur, norte y este, eran las vigentes Avenidas Tupac Amaru, Universitaria, Wiesse, Pachacutec, San Juan, El Sol y Salvador Allende, prioridades fundamentales para superar la segregación social y dinamizar los territorios. La otra política complementaria era la de vivienda urbana. La segregación de la ciudad, hunde sus raíces en la especulación inmobiliaria cuando se expande la antigua lima amurallada y las políticas urbanas oligárquicas para que sean los grupos mercantilistas especuladores los que gobiernen la gestión del suelo urbano.  Barrantes impulsa los programas habitacionales de vivienda en casi todos los distritos de las diversas limas, promoviendo, ordenando y potenciando los nuevos núcleos urbanos. Esta es la base en que se sustenta el despegue de las diversas Limas.        
Tercero, Autonomia municipal y descentralizacion fiscal. Barrantes encabeza la reforma de la economía municipal nacional y sus capacidades de planeamiento y promoción de obras.  Barrantes logra que se aprueben leyes para mejorar la descentralización fiscal a favor de todos los municipios, incluyendo la municipalidad de Lima y sus distritos. Barrantes logra también, como señala Teresa Cabrera,  potenciar el Fondo Metropolitano de Inversiones INVERMET, entidad con la que se ejecuta el primer préstamo del Banco Mundial otorgado a una alcaldía gobernada por un alcalde socialista en Sudamérica. Y se logra hacer, porque la política pública era la de Lima para todos. El crédito estaba otorgado  en clausulas generales para pavimentar las avenidas de la ciudad. Barrantes y su equipo señalaron que para su gestión y con el respaldo popular que lo eligieron, el mandato era que la vías principales de lima eran las que integraban las Limas para superar la exclusión. Y pasaron a ejecutarlas.
Cuarto, gobernar desde y con la ciudadanía.Barrantes promueve e impulsa las organizaciones sociales, afirmando el protagonismo de los ciudadanos, hombre y mujeres,  para resolver los asuntos de la ciudad, por la belleza y la justicia. Establece e impulsa el vaso de leche, las organizaciones de vivienda, los clubes de madres, el empleo productivo, la movilización por la cultura, la atención a los diversos grupos vulnerables.
Quinto, la honestidad como compromiso ciudadano. Esta orientación era practica definida y fundamental en la gestión pública.

1.  3.      El viraje neoliberal con las mafias urbanas  y la resistencia democrática de Andrade
Barrantes postula en 1986 a la reelección municipal y es derrotado por Jorge del Castillo. Se inicia el viraje a lo que será mas tarde el neoliberalismo urbano salvaje y a las mafias urbanas. Lo que señala Luis Corvera al respecto vale la pena remarcarlo, proviniendo de quien tiene una pésima evaluación de la gestión municipal de Barrantes.
Dice que “las elecciones municipales del 9 de diciembre de 1986 fueron quizá las mas cuestionadas desde el retorno de la democracia en nuestro país”. Dice también:  “ Fue Garcia ( Presidente) quien realmente se encargo de hacerle la campaña electoral a su compañero, cuya promesa central fue la construcción del tren electico. Con este empujoncito, supero a “frejolito” con apenas tres puntos porcentuales. Las elecciones fueron cuestionadas aduciendo que hubo fraude, tras un proceso plagado de anomalías y que se debió ganar en mesa, pues el conteo de votos tardo casi dos meses y el ganador fue anunciado un día antes de su juramentación como alcalde provincial de Lima el 30 de diciembre de 1986”. 
 Como se limita  Luis Corvera a un resumen de obras de cada Alcalde, para comparar obras de sus dos primeros años, y no tiene una perspectiva de la real dinámica urbana y la gestión publica, sus conclusiones son limitadas y contradictorias, como aquella que le marca Teresa Cabrera, pues plantea como más exitoso a Belmont que a Andrade.
De todos modos, es un esfuerzo útil e interesante. Pero debe ser incluido en la evaluación general de pugna de estos años entre el neoliberalismo salvaje y sus  mafias urbanas enfrentados a los habitantes de Las Limas que están en la lucha democrática por el desarrollo integral de la ciudad.
Con Del Castillo( 1987-1989), se re-inicia la fragmentación y el caos urbano. La promesa Alanista del Tren Eléctrico, es postergada por varios años, entre negociaciones y negociados. Del Castillo hace caja en Invermet para obras al final de su periodo y la hiperinflación lo deja sin liquidez, y no hace obras significativas. Pero se elevan todos los problemas de la ciudad, no solo por la crisis general que el fracaso del gobierno de Garcia impone  al país, con la hiperinflación, el desempleo y la corrupción generalizada. Se empiezan a organizar grupos mafiosos, que toman calles, mercados, servicios, terrenos, sistemas informales, multiplicando el caos urbano.
Con Ricardo Belmont ( 1990-1995),se inicia un programa de obras, gracias los recursos municipales que habían conseguido los municipios con la reforma económica municipal lograda por Barrantes.  Belmont actualiza el Plan Maestro Metropolitano y prioriza los anillos viales concéntricos, así como avanza solo en 15 % en el Mercado Mayorista de Santa Anita. Es reelegido el 92. El golpe del 05 de abril de 1992, que impone la autocracia fujimorista, trae cambios en al dinámica urbana. Uno de ellos, el masivo despido en la administración pública y la generalización de las combis ( camionetas rurales) como transporte urbano en Lima, que instala el caos agresivo en la vida urbana. Además, el subempleo, el desempleo y la baja de salarios, incrementa la ocupación de los espacios públicos urbanos por los ambulantes y la invasión de terrenos para vivienda y especulación urbana.  La ciudad se caotiza en el mercado salvaje. Y Fujimori, para bloquear cualquier candidatura de Belmont,  en 1994 dicta el DL 776, con el cual le quita a la Municipalidad de Lima el 40 % de sus ingresos.
Con Alberto Andrade (1996-2002), se reinicia la recuperación de la ciudad para todos. Andrade es elegido en 1996, derrotando al delfín del fujimorismo, en lo que será la primera derrota importante de la dictadura. Fue reelecto en 1998. Tenía una trayectoria exitosa en Miraflores y un equipo de descentralistas democráticos, entre ellos Pedro Planas. Expreso la autoridad democrática para imponer el orden urbano ante el caos y la delincuencia. Logro reducir en forma muy importante la invasión de ambulantes a las calles y espacios públicos del centro de lima, pese al abierto boicot que le hizo el Gobierno de Fujimori. Concentro esfuerzos con la generalización de serenazgos para reducir la inseguridad ciudadana, y dio impulso a conglomerados de pequeñas y microempresas, reubicando sus actividades, como con los campos feriales de Polvos Azules y Mesa Redonda. Pero el boicot de un fujimorismo en caída, y la actuación creciente de mafias urbanas que se habían posicionado en los sistemas de transporte, comercio de alimentos, viviendas, y seguridad,  limito sus posibilidades de actuación  municipal. La debilidad de sus vínculos sociales y políticos con las diversas limas, dificulto incorporar y proyectar al conjunto en este esfuerzo democrático, que se limito en gran parte por esta razón. De todos modos, fue un aporte muy importante para la recuperación democrática del país, y avanzo en el diseño de proyectos metropolitanos de envergadura, en especial  el del transporte público con el Metropolitano.           
Con Luis Castañeda (2003-2010),se produce una convergencia entre tres niveles que están activos en la ciudad definida como mercado salvaje y negocio particular, sin transformaciones al servicio de todos. Estos niveles son: el esquema de gobierno; la ejecución arbitraria de obras; y la impunidad con las mafias urbanas en distintos servicios y áreas de la ciudad.
El esquema de gobierno municipal de Castañeda es el mismo a lo largo de su gestión. Concentro los recursos fiscales, a partir sobre todo de Emape, para financiar obras sociales de impacto, como los parques zonales, las escaleras y los hospitales de solidaridad. Anunciaba proyectos, que se postergaban año tras año, como el del mercado santa anita. En la ejecución de obras,  fue excluida de la normatividad nacional, al ser encargadas discrecionalmente, sin especialización,  y sin control público alguno a una ONG Internacional, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que llego a manejar cerca de la mitad del presupuesto de inversión. Y había, en forma complementaria, manejo discrecional de las entidades públicas municipales, como en el caso Comunicore. En este contexto, la vida urbana, ante la parálisis y negligencia municipal,  era resuelta en forma efectiva por diversas mafias que se habían posicionado en diversos servicios y áreas, como en el transporte público, el mercado mayorista, la especulación inmobiliaria, entre otros.
1.  4.      La recuperación democrática en las nuevas condiciones de una Lima para todos, y Susana Villarán.
El 2011, Susana Villarán, en una confluencia de izquierda, gana las elecciones de la Municipalidad Provincial de Lima. Fueron circunstancias muy complejas, en las que en las que obtuvo su triunfo, derrotando a Lourdes Flores (del PPC), y tras ser tachado Alex Kouri, socio activo de Fujimori y Montesinos. 
Apenas anunciados los resultados, ya estaba en marcha un proceso de revocatoria a Susana Villarán, impulsado desde la coaliciones de las diversas mafias urbanas, afectadas por las reforma fundamentales anunciadas, en especial la del transporte, la del mercado de alimentos, las de las grandes vías urbanas.
Es un proceso singular. Existen nuevas condiciones para realizar las reformas imprescindibles de transformación urbana para forjar una Lima para todos, con sus limas. Lima ya no es solo una ciudad pluricultural de mayoría migrante, sino también activa una generación de nuevos limeños que son  hijos de los migrantes, muchos de los cuales transitan entre la actividad profesional, las iniciativas empresariales, la burocracia, el desempleo y subempleo. Su perfil poblacional  es de fuerte presencia juvenil, en edad de empleo, pero con un porcentaje significativo  que no estudia ni trabaja. Al mismo tiempo, se ha ampliado el número de personas de la tercera edad, con fuerte carencia de protección social. La mujer y la niñez, son los sectores más vulnerables y más desprotegidos. Por la fuerte percepción de inseguridad, es una ciudad enrejada, con espacios públicos reducidos, ajena a sus habitantes.  
Lima es una ciudad con alta circulación mercantil, en la que tienen fuerte impacto las economías subterráneas del contrabando, la informalidad y el delito. Existen nuevas centralidades urbanas construidas por los grandes mall comerciales, de un estilo de vida basado en el incremento del consumo y no en el mayor y mejor empleo. Crece como metrópoli, con funciones globales, en transporte aéreo y marítimo, logística, comunicaciones. Y  también crece espacialmente, en fuerte construcción vertical de edificios, con sectores medios en las playas y valles interandinos, y población pobre en las cumbres más altas de los cerros.
Las nuevas condiciones imponen nuevos retos hacia una lima para todos. Debe afirmarse como metrópoli regional y ciudad nacional-global. El reto productivo y de empleo es el mayor, que incluye las redes y conglomerados productivos así como el de la formación en profesiones y técnicas acordes con los procesos de cambio productivo nacional. El otro reto es el de cambio para una educación pública de calidad que sirva para la vida y el trabajo. Los servicios de la ciudad deben garantizar cobertura de infraestructuras básicas (agua, desague, gas natural, vías) y servicios a las personas y familias (salud, educacion), gestionadas en red por los diversos niveles del Estado ( Nacional-sectores, Lima Metropolitana, municipios) 
Más allá de los tanteos e incertidumbre iniciales, la comparación de obras que hace Luis Corvera, en los dos años de los últimos alcaldes, señala que tras tanteos, errores, metidas de pata, poca comunicación y mala suerte, resulta de todos modos a favor de Susana Villarán. Los procesos de concesión privada en obras fundamentales, alcanzan US$ 2,500 Millones.  
Ante los  desafíos básicos y sus retos actuales,  estos dos años han servido para avanzar en algunos aspectos en curso,  y perfilar las políticas, los proyectos, los cursos de acción y comprometer los diversos actores públicos y privados, así como garantizar la disponibilidad de los requerimientos de inversión. No son solo papeles mojados. Ya se han iniciado las reformas del transporte público metropolitano y del comercio mayorista de alimentos, así como el reforzamiento de los barrios, y la ampliación y mejora sustantiva de los hospitales de solidaridad al interconectar los registros de salud de los pacientes.
Ante la revocatoria mafiosa y su proceso que puede llevar a un quiebre institucional municipal, se ha formado una amplia y heterogénea coalición cívico democrática, que respalda a Villarán y las reformas anunciadas. El electorado empieza a manifestarse a favor de Villarán y respaldar el voto por el NO, para derrotar a la maniobra tras la revocatoria.
Pero la situación es muy compleja. No existen normas para contar los votos. Son posibles miles de resultados. Mucha gente no sabe el sentido del SI o del NO al votar. Las mesas de votación van a ser un pequeño infierno. Se puede enredar el frágil proceso institucional democrático del país.
Debe ser por esta razón, propia de momentos de grandes cambios, que vale la pena recordar la historia y mirar con atención aquellos  5 Ejes de la Política de Cambio en Democracia, que la izquierda puede liderar y son presencia con Alfonso Barrantes Lingan. Estas son: Acuerdo Municipal Democrático; la vida y trabajo articuladas de las limas en la gran Lima; Autonomía municipal y descentralización fiscal; gobernar desde y con la ciudadanía; la honestidad como compromiso ciudadano. Estas políticas públicas de prácticas fundamentales, mantienen presente a Barrantes en sus aportes desde la izquierda, 30 años después, y ante los renovados retos de una Lima para Todos.     


    

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