Consejo de Consulta de Nueva York entra en crisis sin siquiera haber sesionado
El Comité Electoral impugna la elección del miembro Kilder Fuentes
Consejo de Consulta de Nueva York entra en crisis sin siquiera haber sesionado
La Diaspora @ Enrrique Soria. El Consejo de Consulta de Nueva York recientemente elegido entró en crisis sin haber tenido la oportunidad de sesionar por primera vez. Hasta dos miembros electos renunciaron a seguir perteneciendo al organismo, lo que creo un desaliento entre los otros directivos, situación que se agravó por el dictamen emitido la última noche del jueves por el Comité Electoral que aprobó impugnar a un miembro elegido del mencionado Consejo.
La noche del jueves, en el consulado del Perú de Nueva York, el Comité Electoral, que rigió las últimas elecciones para Consejo de Consulta, informó al Cónsul General del Perú en Nueva York, Fortunato Quesada, el que leyó posteriormente el acta a los miembros electos, su decisión de impugnar la elección del miembro electo Kilder Fuentes, lo que derivó inmediatamente que el vacío creado por tal situación se llenara con el ingreso del candidato electo accesitario Florencio Navarro.
Igualmente la renuncia explícita de la miembro electa Karina Luján, transmitida a las autoridades consulares, dio pie a que su reemplazo recayera en la candidata electa accesitaria Ursula Avelino. Navarro si estuvo presente en la reunión del jueves mas no Avelino. Posteriormente, tras el fin de la reunión, el miembro electo julio Rojas informó a este periódico su decisión de renunciar a su cargo.
Este desenlace tiene sus orígenes en un proceso electoral incurso en varias irregularidades de procedimiento y enrarecido por un tira y afloja entre la cancillería peruana y el citado comité electoral en torno a la impugnación presentada contra Fuentes, primero por el presidente del Comité Electoral, Sergio Gómez Sánchez, y luego refrendada por el secretario del mismo comité, David Wong, y por su vocal Luis Hurtado.
De principio el Comité Electoral, pese a ser un órgano autónomo ante las autoridades gubernamentales, no aprobó el día de las elecciones la citada impugnación contra Fuentes, por lo que se recurrió a la Cancillería en Lima a fin de que tomara una decisión definitiva sobre el caso, pero la misma Cancillería comunicó que le correspondía al Comité Electoral hacerla efectiva, trasladando la continuación del procedimiento a Nueva York, lo que colmó la paciencia de la mayoría de los miembros electos del Consejo de Consulta.
Para complicar más las cosas el Consejo de Consulta tomó a la carrera la decisión de conformar una directiva, ante lo que consideró un entrampamiento del proceso, y por el que responsabilizó al consulado de Nueva York. La directiva se constituyó con los miembros electos Peter Apaza, como presidente, Mercedes Blanco, como vicepresidenta y Víctor Raúl Cáceres, como secretario, y acordaron entre otras cosas, respaldar firmemente la elección de Fuentes como miembro electo.
Sin embargo, pocos días después esta iniciativa se diluye y los miembros del Consejo de Consulta acuden a la reunión del último jueves en el consulado sin ningún acuerdo, por lo que aceptan sin chistar las decisiones tomadas, tanto por el Comité Electoral, como las asumidas por las autoridades consulares, generando una confusión que llevó a que sus miembros se retiraran esa noche sin adoptar compromiso alguno.
Por su parte Fuentes, que desde un inicio rechazó con argumentos las acusaciones que han servido de base para la impugnación, adelantó que recurrirá a las cortes, y si es necesario interpondrá demandas judiciales contra los que resulten responsables de los actos que lo han agraviado y perjudicado, y aseguró que con anterioridad diplomáticos peruanos rechazaron los argumentos esgrimidos por Gómez Sánchez.
A su vez, el renunciante Rojas, aclaró que su decisión de renunciar al cargo se debe a que se ha burlado la voluntad de los electores que le dieron legitimidad al Consejo de Consulta electo, y afirmó que el citado Comité Electoral cesó sus funciones el día que culminaron las elecciones con el consiguente escrutinio. Además responsabilizó al consulado, en la persona del cónsul general de Nueva York, Fortunato Quesada, de cometer una injusticia solo por el hecho de querer lavarse las manos de todo el complicado proceso electoral al darle vida, de forma irregular, al comité electoral más allá de las elecciones. (Enrique Soria)