La amistad y los suenos transmigracionales

La amistad y los suenos transmigracionales

Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
La amistad y los sueños se asemejan a los viajes transmigracionales, y surge una poesía transcultural que une culturas, en una lengua musical, donde los sonidos y los ritmos se convierten en esa cadencia, porque cada inmigrante tiene una historia que contar, y recuerdos frente al calor del sol, la arena, el mar.

Te conocí, y la amistad surgió como una chispa que enciende la pradera, esa conexión entre dos almas. El tiempo transcurre y la amistad ha podido preservarse en el correr del tiempo; y cuando nos volvamos a reencontrarnos, nuestros sentidos replicaran como hubiese sido ayer, y nostálgicamente recordando cada momento y cada detalle.
En el silencio me vienen los recuerdos, sueños e ideales nobles, y recuerdo a la amiga y sus sueños e ideales nobles, nacida para luchar y saltar los obstáculos de la vida, por el amor y los que quiere ha tomado decisiones que producen giros en la vida. Pero la amistad está siempre presente como el hilo que une dos vidas y que habita en dos almas.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas. La Amistad es más difícil y más rara que el amor, por eso hay que salvarla como sea. La verdadera amistad es como la fosforescencia resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.
La amistad no puede cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos. Entre un hombre y una Mujer la amistad está solo una pasarela que conduce al Amor.
Porque un amigo o amoga es una persona con la que se puede pensar en voz alta. Qué raro y maravilloso es ese fugaz instante en el que nos damos cuenta de que hemos descubierto un Amigo, una Amiga.
La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno. Aunque los océanos y los continentes nos separan, Nadie puede separar nuestra amistad.  Somos de distintas naciones, pero no de distintos sentimientos.


Amiga, aunque lejos, te llevo siempre en mi pensamientos y mi corazón. Sentado frente a la orilla del mar esperando, llegar el amanecer. El recuerdo de la playa cuando joven corrí con los amigos de la época, y mi padre desde la casona blanca nos divisaba, ese recuerdo siempre presente porque la amistad transcendió con el padre y los amigos, revivir el sueño como una extensión de dos almas, dos culturas.

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