El Terrorismo Naranja

El Terrorismo Naranja Fujimorista



La campana mediatica y la guerra psico-social a partir de la derrota del Fujimorismo a surgido como una ola de terrorismo mediatico Naranja, este terrorismo  psico-social pueden estar involucradas algunas personas irresponsables”, que lo único que buscan es “llamar la atención” o crear un clima de inseguridad ciudadana.

A proposito de la derrota electoral, el Fujimorismo ha iniciado una campana psico-social podemos definirla como el  Terrorismo Naranja en el Perú. El uso sistemático del terror psicológico, para coaccionar la sociedad o el gobierno, utilizado por una amplia gama de elementos sociales, la prensa “chicha” peruana, y personajes forjados en la corrupción institucionalizada durante la década de la Cleptocracia Fujimorista.  Recientemente una serie de falsas alarmas de bombas en diferentes partes de la ciudad de Lima, han sido definidas como terrorismo psico-social.

Alberto Fujimori fue una figura polémica en el Perú,  actualmente se encuentra cumpliendo una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y delitos de corrupción de su autoría. Ha sido calificado como autoritario por la prensa y parte de la población, y por algunos personajes públicos como dictador, principalmente a raíz del "autogolpe" de 1992. Cuando instauro una Constitución espuria. En 2004 la ONG Transparency International estimó en unos 600 millones de dólares la fortuna amasada ilegalmente por Fujimori durante los diez años que estuvo en el poder. De este dinero, sólo unos 160 millones han sido devueltos al Estado peruano a fecha de 2009.

Durante la dictadura Fujimorista el lavado de dinero y la deviación a cuentas secretas fue una de las acciones delictivas del gobierno Fujimorista a través del su cómplice principal asesor de gobierno y jefe del Servicio de Inteligencia del Perú, Vladimiro Montesinos gestor intelectual de la institucionalización de corrupción como un sistema de gobierno durante la década Cleptocracia Fujimorista. Durante la Cleptocracia Fujimorista se creó la llamada Prensa “Chicha” con fondos desviados de cuentas secretas, políticos del sistema de la Cleptocracia fujimorista amasaron fortuna, el clientelismo político y el peculado quedaron impune debido que sectores del poder estaban corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico. Los Vladi-videos fueron la evidencia visual del sistema de Cleptocracia peruano en la llamada salita del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional del Perú), donde Vladimiro Montesinos hacia omnipotencia del desvío de dinero para sobornar o comprar políticos.

El terrorismo como táctica, es una forma de violencia política que se distingue del terrorismo de estado por el hecho de que en éste último caso sus autores pertenecen a entidades gubernamentales. El Peru es una de las sociedades de América Latina donde el desprecio por la vida se convertido en un común denominador de un segmento de la sociedad, la reciente muerte un de joven peruano por una contienda futbolística entre el clasico Universitario de Deportes y Alianza Lima, los linchamientos humanos en los pueblos jóvenes, y el discurso violentista que ha desatado el Fujimorismo Naranja desde su última derrota electoral, el llamado a la  quema de libros al Premio Nobel de la Literatura, los ataque a jueces y el sistema de justicia, los ataques a la primera dama de la Nacion y sus pequenas hijas, el bochornoso escandolo de la Fujimorista Martha Chavez en el congreso haciendo llamado a un golpe de estado, los ataques a la primera ministra de cultura por su origen afro-peruana, y el desprecio racista contra las minorías étnicas en el Perú.

El Fujimorismo herido ha iniciado una campaña psico-social que podemos definirla como el Terrorismo Naranja. El terrorismo Naranja es ejercido través de la prensa ‘Chicha” peruana y de las redes sociales. El propósito del terrorismo naranja es crear un clima de inseguridad en la sociedad peruana y el retorno de la Cleptocracia de la dinastía Fujimorista. El terrorismo psico-social naranja crea la brecha entre la inserción social y la Cleptocracia social.