Poesía Diáspora: El Amor a la distancia en la Era de la Globalización
Poesía Diáspora: El Amor a la distancia en la Era de la Globalización
enfrentan un gran desafio
Dicen que la distancia es el olvido, lo cierto es que esta máxima no se cumple siempre entre todas las parejas que por avatares del destino, viven en distintas ciudades pero mantienen una relación sentimental o ven la posibilidad de mantenerla en un futuro cercano. Hablar del amor o de relaciones a distancia, es algo que suele ocurrir más a menudo en mundo globalizado interconectado por las redes sociales y el internet.
Las relaciones a distancia enfrentan un gran desafío para el ser humano que necesita por naturaleza el contacto físico para saberse querido. En el caso de las relaciones a distancias esto se hace especialmente lo difícil y se puede convertir en el miedo a la soledad e inseguridad. Las nuevas tecnologías acortan esta lejanía, y se pueden sentir un abrazo y transmitir ternura en el diario de la comunicación y establecer una confianza mutua. El abrazó de transmitir se transforma en la diaria comunicación, en el susurro y las expresiones de ternura mutua. Hay dos importantes atributos para la base de una relación de pareja a kilómetros de distancia. El amor a distancia se cimenta en la comunicación fluida y una seguridad fuerte. Una relación así tiene las emociones de los encuentros, se desarrolla la imaginación y no se desgata por los problemas de convivencia, pero siempre está latente el ansia de verse. Una simple palabra de ternura a veces suele ser tan intensa como un beso, en las relaciones a distancias las expresiones y las palabras de ternura mejora las relaciones. Uno de los grandes problemas en las relaciones es la falta de comunicación entre las parejas, el pensar que todo está dicho o el pensar que se puede leer los sentimientos es el craso error en los seres humanos.
Un factor importante para las relaciones a distancia son las metas que se traza una pareja. Una pareja sin metas es como un jardín sin flores. Las metas son aquellos sueños que se comparten y buscan hacerse realidad. El tener una meta es un punto de principio y un punto de llegada, para el cual la pareja trabaja en cada aspecto de sus vidas individuales por hacer una alma gemela. La cotidianidad para crear un puente imaginario. El tener una meta es algo por lo que debes espera que valga el muchísimo la pena, después cuando los consigues los sentimientos y sensaciones son mil veces superiores a una situación normal donde te puedes ver diariamente. Hay miles de experiencias vividas que compartir por ejemplo, la meta de visitar el museo más grande del mundo y compartir una pintura de arte moderno, crea todos esos estímulos que una relación necesita para crecer y acortar las distancias. El arte de amar es el dialogo entre dos almas gemelas que acorta la distancia entre dos puntos imaginarios.
New York, Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara.