Vírgenes Viajeras: la Virgen de Zapopan
La Virgen de Zapopan |
CUNY & Universidad Autónoma de la Ciudad de México
En 2002, Mary Louis Pratt dictó una conferencia magistral en el Tercer Encuentro Anual del Instituto Hemisférico en Lima, Perú, con el título “¿Por qué la Virgen de Zapopan fue a los Ángeles?” En esa conferencia, Pratt sugirió que empezáramos “a pensar desde la movilidad.” Pratt remarcó, “con respecto a ese tema es particularmente intrigante la capacidad que tiene la Virgen de Zapopan de desdoblarse, lo cual le permite estar en más de un lugar a la vez, irse y permanecer al mismo tiempo. Aunque existe en forma de estatua, esta habilidad de moverse y multiplicarse la vuelve una especie de anti monumento, un verdadero significante nómada.” En ese tiempo, y en parte gracias a la productiva intervención de Pratt, muchos de quienes nos interesamos en la migración, la globalización, la transnacionalidad y otros movimientos del capitalismo tardío y sus efectos, tales como las reconcentraciones de gente, bienes y capital, empezamos a notar y a interesarnos en los fenómenos que nos permiten afirmar que los objetos de devoción al igual que sus fieles están en constante movilidad. De los muchos íconos religiosos circulantes, de pronto nos pareció, como sostiene Pratt, que la Virgen María tiene en verdad poderes especiales de desdoblamiento, o auto duplicación, que le permiten “estar en más de un lugar a la vez” e “irse y permanecer al mismo tiempo.” Aunque no compartimos un enfoque disciplinario ni una perspectiva etnográfica o ni siquiera la conciencia de pertenecer a una comunidad homogénea, pronto se fue revelando que había mucha gente hablando sobre vírgenes viajeras, las vírgenes viajeras, en diversas partes del continente americano.
Iglesia donde se veneran la Virgen de Zapopan en Mexico |
Es evidente que el estudio mariano no es un campo académico nuevo en las Américas, y basta echar un vistazo a su escasa presencia en los programas de los principales congresos de años recientes para probar que, en sí mismo, ya no es un tema particularmente de moda. Otros santos “populares” no tan canónicos se llevan gran parte de la atención de los estudios académicos actuales, como es el caso de la Santa Muerte y Juan Soldado, en México; la Difunta Correa y el Gauchito Gil, en Argentina; y Sarita Colonia, en Perú. Sin embargo, si dejamos de lado por un momento las distinciones que se hacen comúnmente entre los santos autorizados y los no autorizados, entre la religión “oficial” y la religión “popular” — las cuales han dado forma a una gran parte de los estudios sobre religión en las décadas recientes — y nos enfocamos en la circulación de las figuras de devoción por los mismos caminos que recorre la gente que las venera, nos percatamos de que quizá es el movimiento lo que genera un interés verdadero, ya se trate de una figura con aprobación oficial, como Nuestra Señora de Zapopan, o de un santo del narco, como Jesús Malverde.
Este movimiento, reasentamiento y duplicación de diversas imágenes, íconos y representaciones de vírgenes viajeras nos llamó la atención, al igual que a quienes presentan su trabajo aquí. Este número de e-misférica reúne diversas contribuciones de académicos, artistas y activistas que le siguen el paso a las vírgenes viajeras en contextos espaciales y temporales bien definidos: desde la árida Antofagasta en Chile hasta los caminos de Patagonia, en Argentina; pasando por los Andes bolivianos, hacia Colombia, Guatemala, México, Estados Unidos e incluso Italia. Nuestro enfoque en las vírgenes propone mantener una perspectiva amplia: las vírgenes como objeto de devoción, sus viajes, sus santuarios y sus devotos.
Algunos de los trabajos presentados aquí surgieron en el curso de varias reuniones en Nueva York y Buenos Aires en 2007, así como en conversaciones entre los participantes a lo largo de años anteriores. De hecho, muchas de las personas que aportaron trabajos a esta edición se conocen; con todo, lo más interesante es que las mayores coincidencias se dan entre gente que aún no se conoce, lo cual pensamos evidencia no sólo las tendencias importantes en los modos en que se mueven las imágenes de devoción, sino que también evidencia la manera en la que se relacionan las investigaciones de los observadores que siguen dichos movimientos.
Algunos de los focos comunes que relacionan los trabajos en este número son los siguientes:
Plegarias a la Virgen de Zapopan |
Primero, varios autores afirman que las figuras de devoción siempre se han desplazado. Por supuesto, la llegada de los españoles al hemisferio occidental representa el primer movimiento de la Virgen María. Aunque las imágenes de María ya se habían desplazado por Europa acompañando los numerosos esfuerzos del imperialismo cristiano y la reconquista, su viaje hacia el “Nuevo Mundo” representa el punto de partida de la conquista, la colonización y la evangelización de los primeros pobladores del continente americano. Examinando ese periodo, Paolo Vignolo explora el papel del culto de Santa María de la Antigua, virgen viajera entre Sevilla y Darién, en la apropiación simbólica y material de las Américas en el siglo XVI. Tobias Reu escribe sobre María de Urqupiña en Bolivia, cuyo nombre significa en quechua “Ella ya está en la colina”, lo cual liga la historia de su aparición en la época colonial con el culto precolombino, la huaca, que se celebraba en el mismo lugar. La colina elegida por María de la Asunción ya era “un nodo en los caminos de migración desde tiempos inmemoriales”. Aunque la mit’a inca y la migración contemporánea del capitalismo tardío sean diferentes, María de Urqupiña ya podía entonces presumir de una tradición de movimiento, desdoblamiento y arraigo a los lugares que son importantes para sus devotos, lo que le permitió no sólo seguirles el paso, sino incluso adelantárseles un poco. El ensayo fotográfico de Catherine Reiland también trata de una devoción que siempre ha viajado, pero cuyo movimiento adquiere nuevos significados en distintos contextos históricos.
Otro hilo conductor en estas obras es la importancia de la práctica ritual, el esfuerzo de los creyentes para viajar a los sitios de su devoción o para llevar su fe a los lugares donde se encuentran. Los esfuerzos de los fieles se ilustran en los trabajos de Alicia Carmona, Angelina Tallaj, Shinji Hirai, Carrie Viarnes, y María Zúñiga Barba con Joel Merino y María Rosa Jijón. El trabajo es mayor cuando en el camino que toman los creyentes para reunirse en los epicentros “tradicionales” de la devoción aparecen obstáculos tales como la censura del clero sobre las prácticas laicas, el gasto económico que éstas conllevan, y las leyes migratorias. Dichos obstáculos fomentan la creatividad en la práctica y el simbolismo por medio del cual las imágenes se replican para poder estar en dos lugares a la vez, acercarse a los devotos que no pueden viajar, o volver sagradas a las personas, los lugares y las prácticas que han sido excluidas de la religión autorizada.
Por último, un aspecto clave que aparece en los diversos trabajos presentados es la tensión entre los espacios sacralizados desde siempre y los “no-lugares” de la vida contemporánea. Las rupturas que se dan entre gente, lugares y espacios sagrados a causa de la migración y la globalización han contribuido a la aparición de figuras en lugares inesperados (Nuestra Señora de Guadalupe se ha manifestado en un plato de microondas, en una estación del metro en la Ciudad de México y en el muro de cristal de un rascacielos, sólo por nombrar algunos casos), así como de figuras menos conocidas que surgen en el momento justo y atraen un gran número de seguidores (como Juan Soldado, quien se dice ayuda a los migrantes en sus cruces por la frontera entre México y Estados Unidos). Renée de la Torre y Catherine Fritis Lattus se enfocan en los no-lugares en donde arraiga la devoción. De la Torre examina la “necesidad de dotar de un marco de referencia sagrado a los espacios anónimos donde muchas personas en tránsito viven una buena parte de su vida.” Frittis se enfoca en las maneras en que la práctica religiosa reclama los no-lugares necesarios para el desarrollo capitalista, y se apropia de estos espacios al sacarlos de los cálculos basados en el lucro y la capacidad productiva.
El tema de las devociones en movimiento y las tensiones entre los lugares, las personas y lo sagrado son retomados en la obra artística de Lidia Milani y Teresa Ascenção, así como el trabajo activista de María Zúñiga Barba y María Rosa Jijón. En cada una de estas obras refractamos nuestro enfoque, de lo minúsculo y privado a lo transnacional, de la fe interna a las muestras públicas de devoción, de lo personal a lo político. Una discusión similar sobre la movilidad hacia adentro (hacia lo local y lo íntimo), y hacia fuera (hacia lo global), se puede apreciar en Puntos de Vista, en la conversación entre Pedro Lasch, Renato Rosaldo y Jean Franco, que se centra en un relato sobre peregrinaciones locales que nos lleva a reflexionar sobre la fe, la investigación, la narrativa, los vecinos y la diferencia.
Juntos, los artistas, activistas y académicos aquí reunidos proporcionan un rico mosaico de prácticas ubicadas a través del continente americano, que comparten un mismo tema: el movimiento de la devoción o, más específicamente, la travesía de las vírgenes viajeras. Este movimiento proporciona una oportunidad para reflexionar sobre el movimiento, la migración, y las conexiones entre éstos en espacios públicos y privados, lugares y no-lugares. Lo que estos trabajos ilustran es que, mientras anteriormente gran parte de las investigaciones sobre migración intra-regional y trasnacional se enfocaban en la lucha por los derechos humanos, laborales y sociales, hoy en día los activistas, artistas y académicos están empleando un acercamiento más integral que incorpora, además, a la cultura. Incluso, aunque mucha gente en el continente americano venere a la Virgen María dondequiera que se manifieste, se le venera de manera específica y local. La globalidad y la localidad se conectan reconociendo estos paralelos y diferencias, y así proporcionan nuevas articulaciones de la identidad y la acción públicas por medio de las expresiones de la fe.
Fuente & Referencia: e-misférica es la revista online bi-anual del Instituto Hemisférico de Performance y Política.
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