La Historia política de la Izquierda Unida del Perú : Creo el partido luego existo

La Historia política de la Izquierda Unida del Perú
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
Creo el partido luego existo

El traslado del “poder a la civilidad” contemplo dos etapas: La primera, la elección de una Asamblea Constituyente, que redactaría una nueva constitución; y la segunda la convocatoria a elecciones generales. Esta inédita situación política en el Perú, tomo al conjunto de partidos políticos y organizaciones de izquierda. Entre las condiciones generadas figura la diferencia entre la “izquierda de partido” y la “izquierda de movimiento.” La izquierda coqueteo durante muchos años con una máxima criptocartesina: “Creo un partido político, luego existo.” El partido fue la expresión privilegiada, sino exclusiva, de la voluntad, la acción y la reflexión política. Sin embargo, sin la conexión electoral y la asociación con los partidos, muchas veces los movimientos estaban condenados a pudrirse y morir, cuando las circunstancias que les dieron vida desaparecieron.

A lo largo de la historia política del Perú, los peruanos han fundado numerosos partidos políticos y agrupaciones políticas, muchos de ellos efímeros o tan dependientes del caudillismo que se disolvieron luego de la primera derrota electoral. Otros, han sido apenas un letrero para participar en los comicios y se han desechado o transformado. En 1980 se fundó La Izquierda Unida (IU), fue un frente político electoral, conformado inicialmente por la Unidad Democrático Popular (UDP), Unión de Izquierda Revolucionaria (UNIR), Partido Comunista Peruano (PCP), Partido Socialista Revolucionario (PSR), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular (FOCEP), un frente político liderado por el abogado, Alfonso Barrantes Lingan. Barrantes Lingan fue el primer lider politico de la izquierda peruana que logro formar la coalicion politica mas importante en la historia politica comtemporanea del Peru dejando atras el enfasis partidario.

A fines de la década de los setenta en el Perú, la junta militar de gobierno del Perú en la persona de general Francisco Morales Bermúdez enfrento una situación extremadamente compleja. Una aguda crisis económica y una intensa movilización social protagonizada por un variado conjunto de organizaciones gremiales, sindicales, obreras, campesinas, estudiantiles, profesionales y regionales.

Las diversas agrupaciones de la izquierda de los ochentas tomaron parte en aquella movilización a través del rol de “agitadores” y “organizadores”. Fue en esa arena de acción política donde la izquierda peruana alcanzo su influencia más significativa en la historia política del Perú en la transición a la democracia representativa entre 1978 -1980.

Cuando triunfo la lucha contra las dictaduras militares, los movimientos perdieron sin remedio algo de su atractivo y vigor revolucionario, asentándose a la vez en papeles más tradicionales. En una democracia representativa no podían mantener el impulso y el simbolismo que generaron bajo condiciones autoritarias.

El traslado del poder a la civilidad

El traslado del “poder a la civilidad” contemplo dos etapas: La primera, la elección de una Asamblea Constituyente, que redactaría una nueva constitución; y la segunda la convocatoria a elecciones generales. Esta inédita situación política en el Perú, tomo al conjunto de partidos políticos y organizaciones de izquierda. Cada uno de los cuales obligado a definir una postura y actuar en consecuencia en el nuevo escenario político. No obstante, el progreso democrático fue enorme en todo el continente y el fortalecimiento de estos movimientos era indiscutible. Pero tal vez se insistió demasiado en ellos, y no pudieron definir una postura a la altura de las expectativas de la ciudadanía, olvidando que el Perú es una nación multiétnica y multicultural. (blancos, negros, indígenas, mulatos, chinos-peruanos, afro-peruanos, de la región de selva, de la región andina, y mestizos).

Una visión retrospectiva de la izquierda en el Perú

Los grupos étnicos en el Perú han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, y diferentes de otras experiencias vividas por el resto de los grupos. La experiencia histórica y cultural exclusiva de cada grupo y en el respecto a las diferencias, en el respecto a la diversidad de lenguas indígenas, y la diversidad idiomática del castellano, en el respecto la diversidad racial-étnica, de género, de trabajo, y en el respecto a verse diferente compartiendo los mismos derechos civiles, políticos y ciudadanos. La izquierda no pudo definir una postura que se reflejo en un profundo desprecio a las diferencias.

En fin, el modo en que esos movimientos acabaron agrupándose en entidades de la “sociedad política,” “partidos,” sindicatos, gobiernos locales, frentes electorales etc. Cuando en los ochentas fue preciso elegir a una gran cantidad de autoridades municipales de izquierda y de base en muchas ciudades, recalca la importancia de la tendencia así como sus límites.

Los primeros meses de 1980

Durante los primeros meses de 1980, la izquierda se encontraba dividida en varios grupos y pequeños “partidos,” casi todos con posturas “ideológicas” tenían un elemento en común de “identidad” y un profundo menosprecio de las formas, reglas y procedimientos de la democracia representativa. La ocupación de las funciones públicas ya sea en el parlamento o en los municipios mediante elecciones se convirtió en el objetivo central de la izquierda unida y de sus organizaciones integrantes.

En las elecciones municipales la izquierda logro el 2% de la votación nacional y el 28.3% en Lima metropolitana. Por primera vez en la historia política del Perú, la izquierda se hizo cargo del gobierno de importantes municipios del país. La Izquierda Unida obtuvo el gobierno en 33 consejos municipales y en 238 distritos del Perú.

Los 5 gobiernos municipales
En Lima gano los gobiernos municipales de cinco importantes distritos populares. Como resultaron, se incorporaron promociones de dirigentes y militantes de izquierda en los municipios, sin formación previa y sin soporte político-institucionales, expuestos a ligar con el pragmatismo y los retos del gobierno municipal.

Hacia 1983, la izquierda había logrado ganar la audiencia entre diversos sectores del Perú. Esto quedo particularmente demostrado en noviembre de 1983, cuando en las elecciones municipales para la alcaldía de Lima, Alfonso Barrantes Lingan, resulto elegido como alcalde de la capital de Lima. La izquierda obtuvo el 29% del total de votos emitidos en el todo el Perú. La Izquierda Unida triunfo en siete capitales departamentales y 30 capitales provinciales.

Sin embargo, sin la conexión electoral y la asociación con los partidos, muchas veces los movimientos estaban condenados a pudrirse y morir, cuando las circunstancias que les dieron vida desaparecieron.

La izquierda de partido y la izquierda de movimiento

Entre las condiciones generadas figura la diferencia entre la “izquierda de partido” y la “izquierda de movimiento.” La izquierda coqueteo durante muchos años con una máxima criptocartesina: “Creo un partido político, luego existo.” El partido fue la expresión privilegiada, sino exclusiva, de la voluntad, la acción y la reflexión política. Al seguir en esta tradición, la izquierda sigue casada con el partido y se concibe a si misma solo en la construcción de un partido, consolidándolo o a punto de crearlo.

Esto a su vez tiene diversas consecuencias; un partido implica una estructura, un programa coherente, normas y reglamentos que rigen la vida interna y sus debates, sus alianzas, y una cierta idea del lugar que ocupan en la sociedad. Entonces surgen las preguntas: Representa el partido una clase o un sector de la sociedad mal definido-el pueblo? Se propone gobernar supremamente y solo aceptando en su caso únicamente con resignación la existencia de otros partidos, o reconoce que una sociedad como la peruana multiétnica y multicultural, y unos grupos polimorfismos dentro de ella no pueden estar representados nunca por un partido único?

Más importante aun, “la línea del partido” implica que todos los movimientos populares, los impulsos se subordinan al partido, o eventualmente ser incorporados a él. La relación entre los partidos políticos de esta “izquierda de partido” anhela que llegue el momento de poder y ser omnicomprensiva y completa en sí misma.

Existen indicios de que en América Latina hoy día prevalece la tendencia a dejar atrás el énfasis partidista para ceder el paso a una izquierda de inspiración “movimiento”. Desde esta perspectiva se puede observar los “movimientos”. La coalición de Lula en 1989 en Brasil, el Frente Democrático Nacional de Cárdenas en 1988 en México, la coalición del No en 1988 en Chile, son ejemplos de ello. Estos frentes electores fueron amplios, a veces inmanejables pero con coaliciones ricas en diversidad, movimientos procedentes de la sociedad civil.

Cronología

• 1984 - UDP y parte del PCR forman el Partido Unificado Mariateguista (PUM) y se incorporan a IU.

• 1985 - En las elecciones presidenciales de ese año quedó en segundo lugar.

• 1989 - Izquierda Unida realiza su primer congreso.

• 1990 - Entra en crisis orgánica, al sufrir fracturas internas

• 1993 - Presenta candidaturas municipales en donde sólo participan PCP, UNIR y FOCEP.

En general, Izquierda Unida presentó listas en las elecciones generales de 1985, 1990, y 1995. Participó activamente en las elecciones municipales de 1980, 1983, 1986 y 1989.

Lo presidió Alfonso Barrantes Lingán hasta 1989. En 1990 se postuló como candidato presidencial Henry Pease.




• Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara, Sociólogo graduado de la Universidad “Inca Garcilaso de la Vega” Perú, MA. Latín American Studies at Hunter Collegue in New York. Experto en migraciones, Oficial Federal de Inmigración (CIS) del DHS in New York.

Popular posts from this blog

La Historia de los Tallarines Verdes

La Historia del Arroz con Leche

Conversando con Chantal Toledo Karp