La Explotación infantil y el abuso contra la niñez en el Perú
La Explotación infantil y el abuso contra la niñez en el Perú y la necesidad de la Reforma del Estado Peruano
Child exploitation and abuse against children in Peru and the need for reform of the Peruvian State
Child exploitation in Peru is a fact that afflicts about 2 million children in Peru, and presented increasingly alarming. These boys and girls ages 4 to 16 years of age work in micro enterprises, informal workshops, family tents, Gamarra textile factories, domestic service, selling newspapers, candy sales, car care, carrying loads, children clowns, boy singers, conductors of minibuses, shoeshine boys, child prostitution, "work" child domestic washing gold mining, stone crushers, pickers at landfills, collectors of coca leaf, coca maceration pits, and other farming, brick factory and in the form of begging, are part of a subsistence economy model where you give petty trading and selling on the streets in large cities
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
La explotación infantil en el Perú es un hecho que azota aproximadamente a 2 millones de niños y niñas en el Perú, y se presenta cada vez más alarmante. Estos niños y niñas entre las edades de 4 a 16 años de edad trabajan en micro empresas, talleres informales, tiendas familiares, fabricas de textiles en Gamarra, servicio domestico, venta de periódicos, venta de dulces, cuidado de carros, cargando bultos, niños payasos, niños cantores, cobradores de microbuses, lustrabotas, prostitución infantil, “trabajo” domestico infantil, lavadores de oro en las minas, chancadoras de piedras, recolectores en basureros públicos, recolectores de hoja de coca, pozas de maceración de coca, y otras labores agrícolas, fábrica de ladrillos y en la modalidad de la mendicidad, son parte de un modelo de economía de subsistencia en donde se dé dedican al comercio ambulante y la venta en las calles en las grandes ciudades
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· Los niños y niñas obligados a mantener un constante trabajo para después le quiten los ingresos recaudados por un clan familiar.
· Los niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y 14 años que realizan cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso.
· Todos aquellos menores de edad y jóvenes que son víctimas de las peores formas de explotación infantil como las siguientes:
o victimas de trafico
o cualquier forma de esclavitud
o obligados a la pornografía infantil
o obligados o inducidos a realizar actividades ilegales
o prostitución infantil.
o obligados a la mendigar
o obligados a trabajar en las minas
o obligados a trabajar en las pozas de hojas de coca.
Padres y Familias responsables de la explotación y abuso infantil
Un clásico argumento que diversos investigadores, organizaciones sociales, explotadores, abusadores de menores y jóvenes que suelen decir “que en el Perú las familias pobres tienen una mayor necesidad de que sus hijos trabajen a fin de obtener ingresos que contribuyen a la supervivencia o ingresos complementarios ya que los padres de los mismos se encuentran a menudo a desempleados o subempleados.” La supervivencia, en el Perú tiene una mayor prioridad que el desarrollo, y los intereses de los niños y niñas trabajadores y se miden por la contribución que aportan a la familia y por tanto a su propia supervivencia, que en el Perú es definido por los defensores de la explotación infantil como “trabajo infantil” en un mercado laboral infantil. El hecho de existir pobreza y necesidades económicas no cubiertas por la familia, no de llevar a los padres de familias a explotar a sus hijos, la violencia domestica contra los niños, niñas y jóvenes en el Perú se ha convertido en un síndrome de abuso que pone en riesgo la vida de los menores, en lesiones físicas, psicológicas, emocionales, enfermedades crónicas y la muertes de muchos niños, niñas, y jóvenes a manos de los explotadores y abusadores. El poner la vida en peligro de una menor de edad, constituye un delito más aun la explotación de niños constituye un delito grave que el poder judicial debe tomar carta en el asunto y en forzar la ley contra aquellos padres, madres y familiares y/ o personas responsables.
La responsabilidad de los padres (madres solteras o padres solteros) frente a los menores de edad es el deber moral y la responsabilidad de protegerlos y proveer un bienestar para su desarrollo emocional y social; pero el Perú existen padres y familiares que exponen a sus hijos e hijas y jóvenes a la explotación infantil ante la indiferencia de la sociedad.
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En el Perú una creciente población infantil trabaja desde muy temprana edad en una situación de alto riesgo, físico y moral. Es una realidad social que afecta a menores y adolescentes, y que en el Perú va creciendo ante la indiferencia del poder judicial, poder legislativo, el estado peruano, el congreso de la republica, el gobierno aprista, partidos políticos, organizaciones no-gubernamentales y la resignación de la sociedad.
La explotación infantil se define al trabajo de niños y niñas en cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento económico de un grupo o clan familiar. Podemos hablar de explotación infantil en los siguientes casos:
· Los niños y niñas menores de 16 años que desempeñan cualquier actividad económica de producción que afecta su desarrollo personal o el disfrute de sus derechos.· Los niños y niñas obligados a mantener un constante trabajo para después le quiten los ingresos recaudados por un clan familiar.
· Los niños y niñas en edades comprendidas entre los 12 y 14 años que realizan cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso.
· Todos aquellos menores de edad y jóvenes que son víctimas de las peores formas de explotación infantil como las siguientes:
o victimas de trafico
o cualquier forma de esclavitud
o obligados a la pornografía infantil
o obligados o inducidos a realizar actividades ilegales
o prostitución infantil.
o obligados a la mendigar
o obligados a trabajar en las minas
o obligados a trabajar en las pozas de hojas de coca.
Padres y Familias responsables de la explotación y abuso infantil
Un clásico argumento que diversos investigadores, organizaciones sociales, explotadores, abusadores de menores y jóvenes que suelen decir “que en el Perú las familias pobres tienen una mayor necesidad de que sus hijos trabajen a fin de obtener ingresos que contribuyen a la supervivencia o ingresos complementarios ya que los padres de los mismos se encuentran a menudo a desempleados o subempleados.” La supervivencia, en el Perú tiene una mayor prioridad que el desarrollo, y los intereses de los niños y niñas trabajadores y se miden por la contribución que aportan a la familia y por tanto a su propia supervivencia, que en el Perú es definido por los defensores de la explotación infantil como “trabajo infantil” en un mercado laboral infantil. El hecho de existir pobreza y necesidades económicas no cubiertas por la familia, no de llevar a los padres de familias a explotar a sus hijos, la violencia domestica contra los niños, niñas y jóvenes en el Perú se ha convertido en un síndrome de abuso que pone en riesgo la vida de los menores, en lesiones físicas, psicológicas, emocionales, enfermedades crónicas y la muertes de muchos niños, niñas, y jóvenes a manos de los explotadores y abusadores. El poner la vida en peligro de una menor de edad, constituye un delito más aun la explotación de niños constituye un delito grave que el poder judicial debe tomar carta en el asunto y en forzar la ley contra aquellos padres, madres y familiares y/ o personas responsables.
La responsabilidad de los padres (madres solteras o padres solteros) frente a los menores de edad es el deber moral y la responsabilidad de protegerlos y proveer un bienestar para su desarrollo emocional y social; pero el Perú existen padres y familiares que exponen a sus hijos e hijas y jóvenes a la explotación infantil ante la indiferencia de la sociedad.
La mendicidad es otra de las formas como se presenta la trata de menores que involucra niños y niñas entre los 0 y 12 anos. Un reciente reporte revelo que los consejos de Lima detectaron 27 focos de explotación infantil de niños y niñas mendigos en Miraflores, el cercado de Lima, San Isidro, Surco, San Miguel y San Borja. Los padres inescrupulosos alquilan los niños por 10 soles por día a mafias que controlan la mendicidad en 27 focos donde niños y niñas ejercen la mendicidad forzada en cinco distritos de mayor poder adquisitivo: Miraflores, San Borja, Surco, San Miguel y San Isidro. El Ministerio de la Mujer y el Desarrollo revelo en un reporte anual que en el 2008 se detecto 133 menores mendigando en Miraflores y el cercado de Lima, para adultos que reclamaron ser sus padres. Los menores eran llevados en brazos y expuestos al sol, tráfico vehicular y a los peligros de la noche. Este fenómeno de mendicidad forzada se ha convertido en un mercado negro que apela a la lastima y usa a los niños como objetos.
El reporte de la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social nos permite visualizar la explotación contra los menores:
“A las diez de mañana, vísperas de Navidad. Una mujer desciende de un taxi en la primera cuadra del jirón Miro Quesada y entrega a dos niños de 4 y 6 anos a una señora de polleras que aguarda sentada en la vereda. Hay otro niño dentro del taxi, pero la persona, al percatarse de que ha sido identificada por el personal de la Municipalidad de Lima, escapa en el vehículo.” (Reporte consta en la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social)
Este episodio se encuentra en cada cruce de las calles de Lima, y está siendo utilizado para forzar a mendigar en beneficio de mafias que los alquila por 10 soles por día.
En el Perú su pueden identificar tres tipos de mendicidad:
· La mendicidad organizada por banda de explotadores.
· La mendicidad promovida por la familia
· La mendicidad ejercida por ancianos y discapacitados
El reporte de la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social nos permite visualizar la explotación contra los menores:
“A las diez de mañana, vísperas de Navidad. Una mujer desciende de un taxi en la primera cuadra del jirón Miro Quesada y entrega a dos niños de 4 y 6 anos a una señora de polleras que aguarda sentada en la vereda. Hay otro niño dentro del taxi, pero la persona, al percatarse de que ha sido identificada por el personal de la Municipalidad de Lima, escapa en el vehículo.” (Reporte consta en la Gerencia Metropolitana de Bienestar Social)
Este episodio se encuentra en cada cruce de las calles de Lima, y está siendo utilizado para forzar a mendigar en beneficio de mafias que los alquila por 10 soles por día.
En el Perú su pueden identificar tres tipos de mendicidad:
· La mendicidad organizada por banda de explotadores.
· La mendicidad promovida por la familia
· La mendicidad ejercida por ancianos y discapacitados
La mendicidad organizada a través de mafias de trata de menores según diversas investigaciones tiene sus indicios de captación de niños y niñas, sobre todo en Puno, Huancavelica, Cusco, Lambayeque y Piura, con el fin de hacerlos mendigar en Lima. Según el diagnostico de trata de personas realizado por la ONG Flora Tristán y estudios de Acción por lo Niños señala “que la falta de controles en el tránsito de identificación de los menores permite que los traficantes actúen impunemente, en los terminales de Fiori, Yerbateros,” y más aun en las provincias, no se supervisa el abordaje de niños.
Otro reporte nos permite visualizar la situación de la trata de niños en el Perú y la ineficacia de la protección de los menores frente a las mafias de traficantes de menores:
“Los niños rescatados de las manos de las mafias fueron seis niños de Puno hallados mendigando en el cercado de Lima, de los cuales sus padres no han sido identificados, y los sujetos que fungían ser ellos huyeron cuando se les exigía que demostraran su paternidad en el proceso de investigación tutelar.” “hasta hoy no se ha podido denunciar a nadie porque el delito es difícil de probar, pues no se realiza un trabajo de inteligencia previo para recabar evidencias”, riere el fiscal superior de Familia, Walter Rojas. “Los padres viene, presentan la partida de nacimiento y se los llevan porque no podemos comprobar que los alquilaron; y si fueron captados en provincias no hay quien los reclames.”
Como muchas otras leyes en el Perú, la Ley 28190 de Protección del Menor de la mendicidad es aun letra muerta. Estas redes de tratas de menores operan impunemente, porque para la fiscalía, las intervenciones que se realizan solo son disuasivas y apuntan rescatar temporalmente al menor de esa forma de explotación, pero no ha identificar, aprender y sancionar a los explotadores.
Estas bandas están integradas por un mínimo de tres personas. Una capta a los niños en los barrios de San Juan de Lurigancho, Comas Villa el Salvador, San Juan de Miraflores, cuyos padres trabajan y viven en extrema pobreza. Les ofrecen de 10 a 20 soles por tener el niño la niña unas horas. Los padres acceden por dinero y por no tener donde dejarlos mientras labora. Otro miembro de la mafia reparte a los niños a mendigos que aguardan por ellos en las afueras de centros comerciales, restaurantes o zonas de alto tráfico. Ellos saben cómo vestirlos y que guion ensenarles. Los fines de semana o días festivos logran superar el promedio diario de ganancias que varían de los 40 y 60 soles. El MIMDES ha rescatado a 70 menores en cinco intervenciones realizadas en el 2007.
Otro reporte nos permite visualizar la situación de la trata de niños en el Perú y la ineficacia de la protección de los menores frente a las mafias de traficantes de menores:
“Los niños rescatados de las manos de las mafias fueron seis niños de Puno hallados mendigando en el cercado de Lima, de los cuales sus padres no han sido identificados, y los sujetos que fungían ser ellos huyeron cuando se les exigía que demostraran su paternidad en el proceso de investigación tutelar.” “hasta hoy no se ha podido denunciar a nadie porque el delito es difícil de probar, pues no se realiza un trabajo de inteligencia previo para recabar evidencias”, riere el fiscal superior de Familia, Walter Rojas. “Los padres viene, presentan la partida de nacimiento y se los llevan porque no podemos comprobar que los alquilaron; y si fueron captados en provincias no hay quien los reclames.”
Como muchas otras leyes en el Perú, la Ley 28190 de Protección del Menor de la mendicidad es aun letra muerta. Estas redes de tratas de menores operan impunemente, porque para la fiscalía, las intervenciones que se realizan solo son disuasivas y apuntan rescatar temporalmente al menor de esa forma de explotación, pero no ha identificar, aprender y sancionar a los explotadores.
Estas bandas están integradas por un mínimo de tres personas. Una capta a los niños en los barrios de San Juan de Lurigancho, Comas Villa el Salvador, San Juan de Miraflores, cuyos padres trabajan y viven en extrema pobreza. Les ofrecen de 10 a 20 soles por tener el niño la niña unas horas. Los padres acceden por dinero y por no tener donde dejarlos mientras labora. Otro miembro de la mafia reparte a los niños a mendigos que aguardan por ellos en las afueras de centros comerciales, restaurantes o zonas de alto tráfico. Ellos saben cómo vestirlos y que guion ensenarles. Los fines de semana o días festivos logran superar el promedio diario de ganancias que varían de los 40 y 60 soles. El MIMDES ha rescatado a 70 menores en cinco intervenciones realizadas en el 2007.
El 70 por ciento de los niños que trabajan en el Perú, es aproximadamente un millón 750 mil, y realizan labores agrícolas y sufren algún grado de explotación laboral y económica que les impide estudiar y desarrollar actividades propias de su edad, indico un reporte del Ministerio de Trabajo. (Agencia Andina, Junio 10, 2007). Frente la indiferencia de la sociedad peruana esta otra de las formas de abuso infantil y explotación en el Perú que involucra niños y niñas entre las edades de 7 a 14 anos. Otra de la formas de explotación y abusos infantil es el trabajo domestico en viviendas familiares y supuestos “padrinos “o “madrinas”, siendo explotados y en muchas veces e impedidos de estudiar y desarrollarse integralmente. Muchos de estas niñas y niños son arrancados de sus madres de diversas partes del Perú (Cuzco, Puno, Ayacucho, Huancavelica, Lambayeque, Piura entre otros) y traídos a las ciudades para el trabajo domestico que es una forma de esclavitud moderna donde son forzados a trabajar largas jornadas que afecta el desarrollo integral y en muchos casos víctimas de abuso sexual. No existen estadísticas o cifras oficiales del numero de víctimas de abusos sexual y violación de menores en el trabajo domestico, porque en muchos de los casos no son reportados por las victimas por temor a las represalias, además el sistema de protección contra los menores es inaccesibles a las víctimas, además no existen programas nacionales de educación y prevención contra el abusos infantil y la explotación de menores.
Todas las actividades con la minería de pequeña escala están caracterizadas por el peligro, particularmente hacia aquellos menores que están alrededor de las zonas de excavación, como los niños y niñas, que día a día están expuestas a largas horas de trabajo y accidentes. Este es otra forma de explotación infantil en las zonas mineras del Perú, donde se usa mano de obra infantil ara trabajar largas jornadas chancando piedras en los socavones, mafias inescrupulosas reclutan niños y niñas entre las edades de 6 a 17 años.
No existen estadísticas sobre el número de niños y niñas que trabajan en minería fuera del ámbito familiar. En la actualidad en el Perú habría aproximadamente 50,000 niños trabajando en actividades de alto riesgo mineras. Estas es otra de las formas de explotación infantil en las zonas minería. La participación de los niños y niñas mineras en las localidades de Nazca-Ocoña (52%), de Pataz (62%), Puno (67%) y Madre de Dios (72%). En Madre de Dios, si bien se ha mecanizado la fase de extracción del mineral, los niños trabajan en dos situaciones: en actividades de procesamiento que no se delegan a los obreros para evitar que éstos puedan apropiarse de parte del mineral y en diferentes tareas en el caso de las familias más pobres.
Las lesiones físicas sufridas como consecuencia de las actividades dentro de las minas pueden ser extremas ya que al laborar alrededor de las zonas de excavación, particularmente las niñas y los niños, tiene riesgo de sufrir lesiones o torceduras por caídas o accidentes. Así mismo, las tareas dirigidas a aplastar las piedras y trasladar los escombros de las minas ponen en riesgo a la las niñas de sufrir severas heridas, moretones, sordera, ceguera e incluso infecciones respiratorias y daños permanentes en su sistema respiratorias y daños permanentes en sus sistema nervioso, causado por el polvo de las piedras de las minas. Sin embargo, el más alarmante de los peligros con la actividad minera es la exposición de las niñas y niños que trabajan en la fusión de oro con el mercurio, sustancias que puede quemar la piel y causar daño a los órganos internos, por inhalación.
En el caso del Perú las niñas con edades menores a los 18 años son comúnmente empleadas en los proceso de fusión, sin embargo no reciben una capacitación que las oriente sobre los riesgos del mercurio y la necesidad de evitar el contacto con la piel y la inhalación de la sustancia.
Los adolescentes de 15 a 17 años que migran estacionalmente a los centros de mayor auge de la actividad de extracción de oro: La Rinconada y Huaypetuhe, en los cuales trabajan para contratistas en pésimas condiciones laborales.
Dentro las zonas mineras, las niñas que laboran ahí se enfrentan no solo a los riegos físicos, sino a las largas jornadas laborales. Las niñas en las comunidades donde hay minas casi siempre es forzado a combinarse con la escuela y con el trabajo domestico lo que origina que haya días laboran más de catorce horas.
La explotación infantil priva a los niños y niñas de su infancia, de su dignidad y su potencial, y es dañina para su desarrollo físico e intelectual.
No existen estadísticas sobre el número de niños y niñas que trabajan en minería fuera del ámbito familiar. En la actualidad en el Perú habría aproximadamente 50,000 niños trabajando en actividades de alto riesgo mineras. Estas es otra de las formas de explotación infantil en las zonas minería. La participación de los niños y niñas mineras en las localidades de Nazca-Ocoña (52%), de Pataz (62%), Puno (67%) y Madre de Dios (72%). En Madre de Dios, si bien se ha mecanizado la fase de extracción del mineral, los niños trabajan en dos situaciones: en actividades de procesamiento que no se delegan a los obreros para evitar que éstos puedan apropiarse de parte del mineral y en diferentes tareas en el caso de las familias más pobres.
Las lesiones físicas sufridas como consecuencia de las actividades dentro de las minas pueden ser extremas ya que al laborar alrededor de las zonas de excavación, particularmente las niñas y los niños, tiene riesgo de sufrir lesiones o torceduras por caídas o accidentes. Así mismo, las tareas dirigidas a aplastar las piedras y trasladar los escombros de las minas ponen en riesgo a la las niñas de sufrir severas heridas, moretones, sordera, ceguera e incluso infecciones respiratorias y daños permanentes en su sistema respiratorias y daños permanentes en sus sistema nervioso, causado por el polvo de las piedras de las minas. Sin embargo, el más alarmante de los peligros con la actividad minera es la exposición de las niñas y niños que trabajan en la fusión de oro con el mercurio, sustancias que puede quemar la piel y causar daño a los órganos internos, por inhalación.
En el caso del Perú las niñas con edades menores a los 18 años son comúnmente empleadas en los proceso de fusión, sin embargo no reciben una capacitación que las oriente sobre los riesgos del mercurio y la necesidad de evitar el contacto con la piel y la inhalación de la sustancia.
Los adolescentes de 15 a 17 años que migran estacionalmente a los centros de mayor auge de la actividad de extracción de oro: La Rinconada y Huaypetuhe, en los cuales trabajan para contratistas en pésimas condiciones laborales.
Dentro las zonas mineras, las niñas que laboran ahí se enfrentan no solo a los riegos físicos, sino a las largas jornadas laborales. Las niñas en las comunidades donde hay minas casi siempre es forzado a combinarse con la escuela y con el trabajo domestico lo que origina que haya días laboran más de catorce horas.
La explotación infantil priva a los niños y niñas de su infancia, de su dignidad y su potencial, y es dañina para su desarrollo físico e intelectual.
Lo cierto es que en el mundo todavía hay más de 218 millones de niños y niñas que trabajan y, de ellos, 126 millones lo hacen en empleos considerados peligrosos o dañinos. En el Perú se estima apropiadamente 2 millones de menores entre las edades de 0 a 17 años son “trabajadores infantiles” en condiciones de explotación y/o abusos infantil. Además de 50 mil niños y niñas que trabajan en minas y canteras en condiciones de explotación y un sin número de menores sin cuantificar son sometidos a condiciones de explotación en el servicio domestico y miles de niños y niñas víctimas de la mendicidad infantil y pornografía infantil.
Es necesaria una reforma integral del estado en política de protección a la niñez y la juventud en el Perú que garanticé el desarrollo integral y el bienestar de los niños y niñas del Perú, y la lucha contra la erradicación de la explotación y abuso de niños dentro el respecto a la diversidad étnica, lingüística y cultural. El Congreso de la Republica, el Gobierno, el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo el Ministerio de la Mujer y Niñez, el Ministerio de Educación, las organizaciones que trabajan con niños y jóvenes, las municipalidades, los gobiernos regionales, la policía nacional del Perú, las organizaciones no-gubernamentales, las escuelas y universidades, tienen la responsabilidad de establecer política locales, regionales y nacionales.
El abuso infantil o el maltrato de menores es toda forma de maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, abandono o trato negligente, explotación comercial o de otro tipo del que resulte un daño físico, psicológico o emocional o potencial para la salud, el desarrollo o la dignidad del niño o la niña en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. En el Perú se pueden identificar estas y otras formas de abusos y explotación infantil que miles niños y niñas son víctimas por mafias inescrupulosas y por sus padres o familiares. Es necesario que el estado establezca responsabilidades penales frente a los padres y familiares responsables del abuso y explotación de menores, porque constituye un delito agravante contra la niñez. Por otro lado establecer una política eficiente y sanciones penales contra la explotación y abusos de niños por las mafias de trata estableciendo responsabilidades. La importancia vital está en la educación y en una política de prevención y la importancia del rol que establezca del Ministerio de la Mujer y la Niñez con la sociedad.
Las políticas a establecer deben generar un apoyo de la sociedad peruana, además de establecer una política de especialización laboral en la lucha por la erradicación de la explotación infantil acorde a los acuerdos internacionales, así como establece el tratado de libre comercio entre Perú y los Estados Unidos la lucha contra la erradicaron de la explotación y trabajo infantil.
Entre las políticas a implementar es el establecer a agentes especiales para la lucha contra la explotación y abuso de menores, la especialización de trabajadores sociales, sociólogos, enfermeras, médicos, profesionales de la salud y otros profesionales. El establecer centros de refugios para niños víctimas de la mendicidad y abuso domestico. Establecer campañas educativas locales, regionales y nacionales contra la mendicidad y la explotación laboral.
Es necesaria una reforma integral del estado en política de protección a la niñez y la juventud en el Perú que garanticé el desarrollo integral y el bienestar de los niños y niñas del Perú, y la lucha contra la erradicación de la explotación y abuso de niños dentro el respecto a la diversidad étnica, lingüística y cultural. El Congreso de la Republica, el Gobierno, el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo el Ministerio de la Mujer y Niñez, el Ministerio de Educación, las organizaciones que trabajan con niños y jóvenes, las municipalidades, los gobiernos regionales, la policía nacional del Perú, las organizaciones no-gubernamentales, las escuelas y universidades, tienen la responsabilidad de establecer política locales, regionales y nacionales.
El abuso infantil o el maltrato de menores es toda forma de maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, abandono o trato negligente, explotación comercial o de otro tipo del que resulte un daño físico, psicológico o emocional o potencial para la salud, el desarrollo o la dignidad del niño o la niña en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. En el Perú se pueden identificar estas y otras formas de abusos y explotación infantil que miles niños y niñas son víctimas por mafias inescrupulosas y por sus padres o familiares. Es necesario que el estado establezca responsabilidades penales frente a los padres y familiares responsables del abuso y explotación de menores, porque constituye un delito agravante contra la niñez. Por otro lado establecer una política eficiente y sanciones penales contra la explotación y abusos de niños por las mafias de trata estableciendo responsabilidades. La importancia vital está en la educación y en una política de prevención y la importancia del rol que establezca del Ministerio de la Mujer y la Niñez con la sociedad.
Las políticas a establecer deben generar un apoyo de la sociedad peruana, además de establecer una política de especialización laboral en la lucha por la erradicación de la explotación infantil acorde a los acuerdos internacionales, así como establece el tratado de libre comercio entre Perú y los Estados Unidos la lucha contra la erradicaron de la explotación y trabajo infantil.
Entre las políticas a implementar es el establecer a agentes especiales para la lucha contra la explotación y abuso de menores, la especialización de trabajadores sociales, sociólogos, enfermeras, médicos, profesionales de la salud y otros profesionales. El establecer centros de refugios para niños víctimas de la mendicidad y abuso domestico. Establecer campañas educativas locales, regionales y nacionales contra la mendicidad y la explotación laboral.
Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara. Sociologist
Patchogue, New York
August 15, 2009
Patchogue, New York
August 15, 2009