La Diaspora Peruana una forma de construccion de espacio social transnacional en U.S.
una forma de construccion de espacio social transnacional en los Estados Unidos
Por: Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara
Las diásporas son formas de construcción
de espacios sociales transnacionales
La inmigración es la entrada a un país de personas que nacieron o proceden de otro lugar. Representa una de las dos opciones o alternativas del término migración, que se aplica a los movimientos de personas de un lugar a otro y estos desplazamientos con llevan un cambio de residencia bien sea temporal o definitivo. Las dos opciones de los migratorios son: emigración, que es la salida de personas de un país, región o lugar determinados para dirigiré a otro distinto e inmigración, que es la personas de un país, región o lugar determinados procedentes de otras partes. De manera que una emigración lleva como contrapartida posterior una inmigración en el país o lugar de llegada.
Así pues, resulta valido estudiar la inmigración desde el punto de vista del país de acogida o más bien de entrada, ya que la situación es muy diferente e incluso a menudo opuesta a la del país o lugar de emigración. Una enorme gama de situaciones políticas y problemas se plantea por la casi siempre inevitable diferenciación cultural, económica y social existente entre las poblaciones inmigrantes en este caso la emigración de peruanos y las del país de recepción, e incluso entre los mismos inmigrantes cuando proceden de países y hasta de continentes diferentes.
Es evidente que este proceso de transmigración genera nuevos cambios en el emigrante como individuo al incorporarse al proceso laboral, la confrontación de culturas y estilos de vidas en una nueva sociedad con una diversidad de culturas y donde los derechos individuales marca la vida de los nuevos emigrantes.
Los procesos migratorios son inherentes a la especie humana y a muchas otras especies. Nacen del instinto de conservación de la especie que del individuo, y se deben siempre a una evaluación comparativa del entorno donde se vive en cuanto a los recursos y posibilidades con que se cuenta, y de un entorno diferente, en el que existe una percepción de que esos recursos y posibilidades pueden ser mayores y mejores.
Las olas modernas
Es a partir de la década de 1980 que se desarrolla una de las mayores olas migratorias de todos los tiempos. En este caso son mayormente emigrantes de América Latina. (Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Uruguay, Paraguay, Brasil, Argentina, Guyana)
En 1986, durante la presidencia de Ronald Reagan, se aprueba el Acta de Control y Reforma migratoria, una amplia amnistía para los indocumentados que cumplían ciertas condiciones. Aproximadamente 3 millones de inmigrantes solicitaron su residencia legal mediante esta ley. De ellos 2.5 millones fueron latinos. (Sur América, Centro América y el Caribe)
El reporte de 2007, indica que aproximadamente 43 millones de latinos con un poder adquisitivo que ronda los 800 mil millones de dólares al año. El reporte revela que 12 millones de indocumentados en los Estados Unidos de ellos se estima 8 millones de inmigrantes latinos (Sur América, Centro América y el Caribe) son indocumentados.
Factores de los movimientos migratorios
La globalización[1] de la economía, que implica una globalización de los flujos migratorios. La inmigración que van desde la escala global hasta motivos personales. Probablemente una de las comunes es la migración por motivos económicos, ya que muchas personas emigran buscando en otros países mayores ingresos o un mejor nivel de vida.
En la actualidad este tipo de migración típicamente ocurre desde países menos desarrollados a países más desarrollados y en muchos casos estos inmigrantes ingresan o se mantienen de forma ilegal en el país de destino.
La migración internacional se caracteriza hoy por flujos sur-norte y de países "menos pobres" a "países más ricos", se presenta a escala mundial, los ritmos son acelerados (según NN.UU. habrían unos 175 millones de personas viviendo en países que no son de su origen) y se percibe un proceso de feminización.
De otra parte, a la violencia política hoy se suma y complejiza, la violencia social generalizada, las migraciones económicas forzadas, los desastres naturales, las catástrofes humanitarias, que han incrementado las cifras de refugiados y desplazados por la violencia política y forzados por otras causas.
A la migración económica, el refugio y desplazamiento forzoso, se suman otros aspectos que también son abordados con mayor frecuencia como la trata de personas y el tráfico de migrantes, éxodos, circulación o drenaje de cerebros, diásporas, nomadismo.
En todos estos procesos, las distinciones entre el carácter forzoso y de libre decisión combinan y complejizan hoy varios elementos contextuales e individuales; así también, múltiples son las situaciones de violación de los derechos de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas por la violencia.
Otro motivo importante para la inmigración es que país de origen, como persecución política, étnica o religiosa o para escapar de situaciones políticas inestables o guerras. Las diferencias sensibles respecto a los Derechos Humanos han generado movimientos de éxodos de poblaciones, primeramente por razones políticas y razones económicas.
La globalización cultural que se ha expandido ha generado procesos de universalización y homogeneización cultural. El acceso al consumo occidental, los medios de comunicación y las redas informáticas abren ventanas que derivan hacia nuevas expectativas de una población que aspira a una vida mejor.
En la construcción del imaginario sobre la vida en Occidente, el internet funciona como reclamos publicitarios para miles de personas que desean formar parte de este proceso económico.
El desequilibrio de las perspectivas de desarrollo económico del mundo, son evidentes las desigualdades entre países del Norte y del Sur. En la mayoría de los países con poblaciones emigrantes, el mercado de trabajo está muy orientado a la exportación y genera poco empleo. Así como el desmantelamiento de las empresas locales.
En algunos casos la inmigración está asociada a profesiones o empleos, como por ejemplos los misioneros religiosos, empleados de corporaciones transnacionales, empleados de organizaciones no gubernamentales internacionales o empleados del servicio diplomático.
En el pasado, grandes flujos de inmigrantes hicieron que países americanos se convirtieran en prósperos y activo. Los Estados Unidos son los que tradicionalmente recibieron y siguen recibiendo a inmigrantes de todos partes del un mundo entre ellos peruanos.
Solo cuatro países promueven actualmente la inmigración (Australia, Canadá, Israel y Nueva Zelandia), en el caso de Israel a cualquier judío que este en la diáspora, en los otros limitándose a aquellos interesados que demuestran su potencial laboral y un nivel adecuado de adaptación a las culturas locales.
Las diferencias salariales pueden ser tan importantes que la inmigración ilegal se ha convertido en una importante “Industria.” Otras razones que impulsan la inmigración incluyen la persecución política y la reagrupación o reunificación familiar.
Muchos negociosos (empresas multiservices, restaurants, factorías de confecciones, empresas de servicios, etc.) se han desarrollado como respuesta a la presencia de las comunidades inmigrantes y la las remezas dinero al país o lugar de emigración. Este proceso se produce, consecuentemente, de forma paralela al aumento de la población inmigrante en el país.
El fenómeno migratorio aporta sumas importantes a los ingresos de los países receptores por medio de las remesas, con lo cual genera beneficios directos para la población. Además, la constancia de estas cantidades de dinero ha hecho que muchas economías familiares dependan casi exclusivamente de ellas.
Hechos Migratorios
En la actualidad, 191 millones de personas viven fuera de su país de origen. De ellas, 95 millones son mujeres, lo que representa el 49.6 % de la cifra total, que en el caso de los país desarrollados supera el numero de migrantes masculinos. Europa alberga al 34% de todos los migrantes de la población mundial, América del Norte al 23%, Asia tiene el 28%, África el 9% y América Latina y el Caribe, el 3por ciento.
Los factores de la emigración de peruanos a los Estados Unidos
No existen cifras oficiales sobre el número de peruanos inmigrantes residiendo en los Estados Unidos. Se estima que la comunidad peruana asciende a más de millón de personas entre residentes legales e indocumentados.
El incremento de la emigración peruana particularmente hacia los Estados Unidos; coincide con el conflicto armado producido entre 1980 a 2000 es el conflicto de mayor duración, impacto social y de mayor costo, tanto humano como económico, en la historia de Perú. El costo estimado en vidas humanas es aproximadamente 69,000 personas, entre muertos, desaparecidos y aproximadamente 500,000 personas desplazadas por la guerra interna especialmente de los departamentos con mayor concentración de población andina, una guerra interna donde la “limpieza étnica” contra las comunidades andinas estuvo marcado de odio racial.
La causa del conflicto fue la decisión del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso de iniciar una guerra popular contra el Estado Peruano. Esta guerra se produjo en el momento en que la sociedad peruana iniciaba una transición democrática, luego de doce años de una dictadura militar.
El Estado peruano no tuvo la capacidad para contener el avance de la subversión y los gobiernos civiles dejaron que el conflicto se militarice al dejar la conducción contrasubversiva en manos de las Fuerzas Armadas.
Otro factor a considerar fue la aparición del fenómeno del narcotráfico durante el mismo periodo. La magnitud de este y la respuesta de las Fuerzas Armadas provoco que la Zona del Alto Huallaga fuese uno de los mayores escenarios del conflicto armado. La distribución geográfica del conflicto, el cual se concentro en las zonas más pobres del Perú, provoco una sensación de exclusión e indiferencia.
Las principales ciudades, en especial las de la costa, no estuvieron en el centro del conflicto. Fueron las zonas rurales y las más pobres las que tienen el mayor costo en vidas humanas, es decir son los sectores más pobres los más vulnerables a la violencia armada, el comienzo de la crisis económica y la violencia política que empieza en la década de 1980.
La inmigración peruana de fines de los años ochenta se debió a una serie de problemas que el estado peruano fue incapaz de resolver al finalizar la década de los ochenta. La inflación alcanzaba la exorbitante suma de 7,000 por ciento anual, la recaudación tributaria era de 4.7 por ciento del PIB y las acciones contrainsurgentes del Estado peruano e insurgentes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (SL) habían ocasionado más de 14 mil muertos y para 1994 más de 570 mil personas estaban en la condición de desplazados (Kahatt, 2002:455-456).
El país devastado y enfrentado a la más importante crisis política y económica del siglo XX. Alberto Fujimori, sucesor de Alan García, dio un golpe de Estado en 1992. La dictadura que encabezó incrementó la represión a la oposición política, militarizó el país, inició una profunda fase de privatizaciones de las empresas estatales, implementó una serie de reformas en el Estado peruano (entre ellas, el cambio de la Constitución de 1979 por una nueva Carta Magna que redujo los derechos sociales y económicos, salud, vivienda y educación–) y dejó al gobierno peruano como un “promotor” de la ciudadanía pero sin un papel regulador y ejecutor real. La privatización de 187 empresas estatales (Aguilar, 2006), un proceso que concluyó en 1997 y generó una considerable pérdida de plazas de trabajo.
Las privatizaciones de las empresas estatales, junto con las reformas institucionales, fueron una de las otras causas de la migración internacional peruana de los últimos 15 años.
Es justamente cuando el deterioro económico empieza a manifestarse en el desempleo, sub empleo, violencia social y debilidad democrática; además, son los mismos parientes y amigos que emigraron anteriormente quienes se esmeran en estimular la emigración, incluyendo la ilegal.
Los peruanos en el extranjero siempre mantuvieron estrechas relaciones con sus parientes, amigos, instituciones y con todo lo que ocurría en el Perú en general. Cuando empieza el deterioro económico y político estos lazos empezaron a ser movilizados más intensamente.
La preferencia migratoria de los peruanos nos muestra a Estados Unidos como el destino migratorio. La década de los ochenta no solamente representa la restauración de la democracia representativa, sino el comienzo del fin de una emigración hacia los Estados Unidos.
Los patrones de emigración que empezaron en 1980 caracterizados por la sustitución de la migración temporal y el retorno, relativamente en la década de los setenta, por la característica predominante de la década de los ochenta es la emigración permanente, la búsqueda de incorporarse a una sociedad que ofrece mejor bienestar económico, escapando del fuego cruzado de la violencia política y el deterioro económico. La emigración por mejores recursos y condiciones económicas.
En este contexto político aparece el refugiado político peruano víctima del fuego cruzado de la violencia política, violación a los derechos civiles y políticos, la persecución por motivo de raza, lugar de nacimiento o residencia, afiliación política, asociación (sindicatos, organizaciones campesinas, organizaciones estudiantiles, organizaciones comunales, organizaciones de madres victima de la violencia política, organizaciones religiosas etc.) la persecución por la opción de género o preferencial sexual.
El refugiado no siempre está asociado a una organización política o social, en el caso peruano la persecución estaba predominada por el elemento raza (mestizos, cholos, indios, provincianos), opinión política, afiliación política-sindical y exclusión social. El reporte la Comisión de la Verdad señala “fueron las zonas rurales y las más pobres las que tienen el mayor costo de vidas humanas.” “La distribución geográfica del conflicto, el cual se concentro en las zonas más pobres del Perú, provoco una sensación de exclusión e indiferencia.”
El racismo fue otro elemento en la persecución y las migraciones forzadas por las fuerzas armadas (formación de grupos armados: Colina, y otros escuadrones de la muerte organizados ilegalmente con fondos públicos), policiales del Perú y los grupos levantados en armas. (Sendero Luminoso PCP-SL y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA.
El racismo constituyo y aun sigue constituyendo un elemento en la busca forzada de la diáspora peruana de buscar refugio o asilo en los Estados Unidos por la persecución por motivo de raza y opinión política. La gran mayoría de las víctimas del conflicto armado en el Perú fueron ciudadanos de las comunidades andinas o selváticas y en otros hijos de las provincias, llamados despectivamente provincianos, indios o cholos.
El prejuicio racial era el común denominador en el conflicto. El refugiado peruano se convierte en el asilado político que escapa de la persecución por motivos de raza, religión, afiliación política, género y/o opinión política. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos en el reporte sobre “Documentation for Peruvian Political Asylum Cases” revela que como resultado del conflicto armando entre 1987 a 1991, 811 peruanos solicitaron asilo político en los Estados Unidos. En 1992, se incremento la emigración de peruanos en busca de asilo político[2]. El Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) reporto en 1992, 1,135 peruanos solicitaron asilo político. Este nuevo elemento cambia la emigración tradicional peruana a los Estados Unidos. Ahora es un peruano forzado a buscar refugio y asilo político. (“Master of Exhibit on Peru; Peru a Decade of Violence. New York. J. Gonzales-Lara & P. Young, 1992).
“La Sección 208 del Acta de inmigración y Naturalización provee que un extranjero que este físicamente presente en los Estados Unidos, o en una frontera o puerto de entrada, puede solicitar, y ser concedido, asilo, si el Abogado General determina que tal extranjero es un refugiado como definido bajo la ley.”
El acta de inmigración define al refugiado como cualquier persona que este fuera de cualquier país de la nacionalidad de tal persona o, en el caso de una persona que no tiene nacionalidad, este fuera del país en el que tal persona residió habitualmente, y quién es incapaz o no quiere volver a, y es incapaz o no quiere usar de la protección de ese país debido a persecución o un miedo bien fundado de persecución por causa de raza, religión, nacionalidad, miembros de un grupo social particular, o la opinión política.
La composición étnica-racial y la ocupación de quienes solicitaron asilo político[3] durante este periodo llego a representar a todas las sangres del Perú: blancos, mestizos de los barrios populares y sectores medios, mulatos, indígenas, campesinos, provincianos de las zonas de emergencia, provincianos residente en pueblos jóvenes, maestros, médicos, ingenieros, policías, empleadas domesticas, vendedores ambulantes, jueces, periodistas, pequeños empresarios y empresarios.
El proceso migratorio de peruanos a los Estados Unidos, que va dar inicio la formación de enclaves culturales y sociales que abrirán paso la movilidad social de un nuevo grupo de emigrantes peruanos en los Estados Unidos. La diáspora peruana se ha caracterizado por su diversidad étnica y la diversidad de emigrantes de diversos extractos sociales de la sociedad peruana, (empresarios, pequeños empresarios, estudiantes, sub-empleados, profesionales (médicos, ingenieros, psicólogos, maestros, abogados). empleados públicos, policías, oficiales, madres solteras, trabajadores asalariados, campesinos, empleadas domesticas, trabajadores independientes, vendedores ambulantes etc.
Contrario a la empírica impresión que solo las clases altas y medias emigrar del Perú hacia los países desarrollados.
La discriminación racial: es un concepto que suele identificarse con el de racismo[4] y que lo abarca, aunque se trata de conceptos que no coinciden exactamente.
Mientras que el racismo es una ideología basada en la superioridad de unas razas o etnias sobre otras, la discriminación racial es un acto que, aunque suele estar fundado en una ideología racista, no siempre lo está.
El racismo[5] es una forma de discriminación de las personas recurriendo a motivos raciales, tono de piel, de tal modo que unas se consideran superiores a otras. El racismo tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas.
En el Perú la discriminación y el racismo están estrechamente relacionados.[6] En Perú el racismo también está relacionado con otros conceptos con los que a veces suele ser confundido, como el etnocentrismo, los sistemas de castas, el clasismo, el colonialismo, e incluso la homofobia.
La discriminación y el racismo en el Perú están estrechamente relacionados; las actitudes, valores y sistemas racistas establecen, abierta o veladamente, un orden jerárquico entre los grupos étnicos o raciales, utilizado para justificar los privilegios o ventajas de las que goza el grupo dominante. Este sistema de valores a forzados a peruanos y peruanas a emigrar de hacia sociedades más tolerantes.
Los Estados Unidos ha sido uno de los países de preferencia por los emigrantes peruanos. A ellos ha contribuido el impacto mundial e internacional de los movimiento por los derechos civiles, la actual lucha contra la violencia domestica, y los derechos de las mujeres por igualdad de empleo y salarios. El respecto a la opción de empleo que dignifica al trabajador sin importar la ocupación. La lucha contra SIDA, La defensa y el respecto a la opción sexual, el derecho a la privacidad y el espacio privado, el respecto al individuo como ciudadano entre otros aspectos de la individualidad de cada emigrante.
Estos son otros elementos sociales en la preferencia de la diáspora[7] peruana a los Estados Unidos, en proceso de globalización cultural que se ha expandido generado procesos de universalización y homogeneización cultural. En la construcción del imaginario sobre la vida en Occidente, el internet funciona como reclamos publicitarios para miles de personas que desean formar parte de este proceso económico y migratorio.
Los procesos migratorios son inherentes a la especie humana. Nacen del instinto de conservación de la especie del individuo, y se deben siempre a una evaluación comparativa del entorno donde se vive en cuanto a los recursos y posibilidades con que se cuenta, y de un entorno diferente, en el que existe una percepción de que esos recursos y posibilidades pueden ser mayores y mejores.
La emigración peruana tiene consecuencias directas e indirectas tanto en el Perú como en el país de inmigración y en ambos casos, puede tener efectos tanto positivos como negativos.
Para el lugar de emigración: Constituyen consecuencias positivas, el alivio de algunos problemas de superpoblación; el logro de una mayor homogeneidad cultural o política (los mas descontentos son los que primero emigran, quedando solo los conformes que suelen estar de acuerdo con su situación socioeconómica o política); la disminución de la presión sobre los recursos; la inversión de remesas de dinero que envían los emigrantes; la disminución del desempleo; el aumento de la productividad y el aumento de la venta de productos en otros países.
Para el lugar de inmigración: Constituye consecuencias positivas; el rejuvenecimiento de la población; la población se hace más dispuesta a los cambios (sociales, culturales, Técnicos) aportes de capital y de mano de obra; aportes de nuevas técnicas (innovación tecnológica): llegan personas ya preparadas sin que haya tenido que invertir en su preparación; aumenta la diversidad cultural, por lo que el país comienza a tener acceso a manifestaciones culturales nuevas (arquitectura, arte, nuevas tecnologías, etc.); y aumenta el consumo.
Constituyen consecuencias negativas porque aparece el desequilibrio en cuanto a la estructura por edad y sexo; introducen una mayor diversidad política, lingüística, religiosa, llegando a formarse grupos completamente segregados y marginales; perjudica a la conciencia de la población local; aumentas las necesidades de servicios, sobre todo, asistenciales y educativos; aumentan las importaciones de procedencia de los inmigrantes; remesas de dinero hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes; disminución de los salarios en algunas ramas o sectores por la explotación laboral de los inmigrantes, al no llevar documentos de autorización de trabajo.
La migración internacional es un fenómeno mundial que afecta a millones de personas en todo el planeta. Su base es mejorar las condiciones y la calidad de vida que en la realidad los países de origen no son capaces de proporcionar y que los países receptores no siempre proporcionan cabalmente.
Ello, al mismo tiempo, implica un traslado de capacidades humanas que, afectan al país de origen, ya que la migración internacional recorre todas las clases sociales. Conforme nos adentremos en el siglo XXI, este fenómeno tomará nuevas formas y mayores dimensiones, por lo que es importante un enfoque de mediano y largo, plazo del mismo.
En el caso peruano, la migración internacional como fenómeno de masas es muy reciente –se ubica cronológicamente en la segunda mitad de la década de 1990 en adelante– y la preferencia es muy definida: Estados Unidos.
En 2005, bordearemos la cifra récord de 3 millones de peruanos en el exterior. Más del 80% envía dinero en remesas a sus familias. La inmensa mayoría de migrantes peruanos no pierde vinculación con su país.
Para el lugar de emigración: Constituyen consecuencias positivas, el alivio de algunos problemas de superpoblación; el logro de una mayor homogeneidad cultural o política (los mas descontentos son los que primero emigran, quedando solo los conformes que suelen estar de acuerdo con su situación socioeconómica o política); la disminución de la presión sobre los recursos; la inversión de remesas de dinero que envían los emigrantes; la disminución del desempleo; el aumento de la productividad y el aumento de la venta de productos en otros países.
Para el lugar de inmigración: Constituye consecuencias positivas; el rejuvenecimiento de la población; la población se hace más dispuesta a los cambios (sociales, culturales, Técnicos) aportes de capital y de mano de obra; aportes de nuevas técnicas (innovación tecnológica): llegan personas ya preparadas sin que haya tenido que invertir en su preparación; aumenta la diversidad cultural, por lo que el país comienza a tener acceso a manifestaciones culturales nuevas (arquitectura, arte, nuevas tecnologías, etc.); y aumenta el consumo.
Constituyen consecuencias negativas porque aparece el desequilibrio en cuanto a la estructura por edad y sexo; introducen una mayor diversidad política, lingüística, religiosa, llegando a formarse grupos completamente segregados y marginales; perjudica a la conciencia de la población local; aumentas las necesidades de servicios, sobre todo, asistenciales y educativos; aumentan las importaciones de procedencia de los inmigrantes; remesas de dinero hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes; disminución de los salarios en algunas ramas o sectores por la explotación laboral de los inmigrantes, al no llevar documentos de autorización de trabajo.
La migración internacional es un fenómeno mundial que afecta a millones de personas en todo el planeta. Su base es mejorar las condiciones y la calidad de vida que en la realidad los países de origen no son capaces de proporcionar y que los países receptores no siempre proporcionan cabalmente.
Ello, al mismo tiempo, implica un traslado de capacidades humanas que, afectan al país de origen, ya que la migración internacional recorre todas las clases sociales. Conforme nos adentremos en el siglo XXI, este fenómeno tomará nuevas formas y mayores dimensiones, por lo que es importante un enfoque de mediano y largo, plazo del mismo.
En el caso peruano, la migración internacional como fenómeno de masas es muy reciente –se ubica cronológicamente en la segunda mitad de la década de 1990 en adelante– y la preferencia es muy definida: Estados Unidos.
En 2005, bordearemos la cifra récord de 3 millones de peruanos en el exterior. Más del 80% envía dinero en remesas a sus familias. La inmensa mayoría de migrantes peruanos no pierde vinculación con su país.
Los Peruanos en los Estados Unidos en Números
La emigración de peruanos a los Estados Unidos se remonta a los años 1930. The Yearbook of Immigration Statistics of DHS-CIS, indica que durante el periodo de 1930 a 2007, 378,778 peruanos fueron admitidos legalmente como residentes permanentes de los Estados Unidos y dentro el periodo de 1996 a 2006, 86,083 se naturalizaron ciudadanos de los Estados Unidos. Además durante el periodo de 1997 a 2006, 3,249 obtuvieron asilo político en los Estados Unidos, este es un nuevo fenómeno en la emigración de peruanos, el asilado político.
El reporte indica que el periodo de 1996 a 2005, 2’886,552 peruanos fueron admitidos como turistas a los Estados Unidos. En el reporte Estadístico de migración internacional de peruanos 1990-2007, (INEI), revela que entre 1990 a 2007 seguía siendo los Estados Unidos el país de más atracción de la emigración de peruanos, durante este periodo emigraron 292,164 mujeres y 301,201 hombres.
Podemos observar que se produce un cambio en la composición migratoria por región, la tradicionalmente limeña por el lugar de residencia, se extiende a los departamentos al interior del Perú: Tacna, Arequipa, Puno, Piura y Trujillo además de las regiones andinas y la selva peruana.
La diáspora peruana en los Estados Unidos
Inmigrante Ilegal es un término peyorativo con el que se designa un ciudadano extranjero que se encuentra en territorio de los Estados Unidos sin la documentación necesaria, prevista en las leyes. Correctamente habría de referirse a este como indocumentado o sin papeles.
Indocumentado es aquel ciudadano extranjero que carece de los documentos que, según los casos, existen las leyes en materia de extranjería: autorización de residencia, tarjeta de extranjero.
No existen estadísticas sobre el número exacto de emigrantes peruanos que viven en los Estados Unidos indocumentadamente y/o ingresaron cruzando las fronteras con la complicidad de un “coyote”.
En 1992, un estudio estimo una población de 3’217,814 indocumentados en los Estados Unidos; el reporte señala que 28,529 peruanos indocumentados en los Estados Unidos, 5,333 en el estado de New York y 4,656 en el estado de New Jersey. (Sources: Immigration and Naturalization Services; New York City Department of City Planning).
El estudio del Census Bureau sobre la población ilegal en los Estados Unidos por países de origen, estimo que para el año 2000, 68,174 peruanos residían ilegalmente en los Estados Unidos. En un más reciente estudio del Department of Homeland Security and the Immigration Naturalization and Services, estimo que en el año 2007 aproximadamente 100,000 peruanos residían ilegalmente en los Estados Unidos, distribuidos en los estados de Florida, New York, New Jersey, Minnesota, Arizona, California, Colorado, Connecticut, North Carolina, Virginia, Nevada, Texas, Maryland, Georgia,
El estudio sobre la inmigración ilegal en los Estados Unidos, The Federation for American Immigration Reform” estimo en el 2007 que la población ilegal que residía en los Estados Unidos alcanzaba aproximadamente a 13 millones de personas. Un estudio académico y el Servicio de Inmigración y Naturalización estimo para el año 2006 que la población ilegal en los Estados Unidos entre 11 a 12 millones. The Center for Immigrant Studies estima que la inmigración ilegal se incrementa cada año aproximadamente en 500,000 personas anualmente.
La inmigración ilegal ingresa a los Estados Unidos cruzando las fronteras con ayuda de un coyote o usando documentos fraudulentos. (Visa falsa, Pasaportes falsos o robados, tarjetas de residencias falsas y otra gama de documentos fraudulentos, cambios de nacionalidad de país que no requieren visas). En el caso de Perú, es uso de pasaportes robados de la Comunidad Europea y el robo de identidad.
La inmigración ilegal se ha convertido en un negocio lucrativo para las mafias que trafican con seres humanos, de esto el Perú no es ajeno. Cada año el número de emigrantes peruanos que ingresan a los Estados Unidos ilegalmente se ha venido incrementando: 1992, se estimo 28, 529; en el 2000 se incremento a 68,174 peruanos ilegales, y para el año 2007 se estimo una población de 100,000 en 14 estados.
La presencia peruana en la Nación
Hoy existe una profunda presencia de la comunidad peruana en las siguientes ciudades: New York, NY; Los Ángeles-Long Beach, Ca; Miami, FL; Chicago, IL; Washington, DC-MD-VA; Houston, TX; Boston-Lawrence-Lowell-Brocton, MA; San Diego, CA; San Francisco, CA; Newark, NJ; Orange County, CA; Dallas, TX Oakland, CA; Bergen Passaic, NJ; San José, CA; Philadelphia, PA; Detroit, MI; Jersey City, NJ; Nassau-Suffolk, NY; Seattle-Bellevue-Everett, WA; Riverside-San Bernardino, CA; Fort Lauderdale, FL; Atlanta, GA; Middlesex-Somerset-Hunterdon, NJ; El Paso, TX; Minneapolis-St Paul, MN-WI; Sacramento, CA; West Palm Beach-Boca Raton, FL; Honolulu, HI; Fort Worth-Arlington, TX; Poralbd-Vancouver, OR-WA; Denver, CO; Orlando, FL; Baltimore, MD; San Juan, PR; Tampa-St, Petersburg-Clearwater, FL; San Antonio, TX; Bridgeport-Stamford-Norwalk-Danbury, CT; Phoenix-Mesa, AZ; Las Vegas, NV; McAllen-Edinburg-Mission, TX; Cleveland-Lorain-Elyria, OH; Austin-San Marcos, TX; Fresno, CA; Hartford, CA; Ventura, CA; Stockton-Lodi, CA; St,Louis, MO-IL; Salt Lake City-Ogden, UT; and Providence-Warwick-Paw ticket, RI. [i]
No existen estadísticas oficiales del número de emigrantes peruanos indocumentados en los Estados Unidos, además no existen estadística de los peruanos que retornaron al su país de origen luego de concluir su visa de turista. Diversos estudios en emigración estiman que solo un 17% retorna. Esto nos deja una brecha en números entre los inmigrantes que no retorna y los emigrantes que retorna. Los inmigrantes que no retornan se convierten en indocumentados luego que la visa expira.
El tráfico de seres humanos
El otro fenómeno es el tráfico de seres humanos a través de las mafias conocidas como “coyotes,” que operan desde el Peru a través de “agencias de viajes” “tramitadores,” el uso de pasaportes fraudulentos especialmente de la comunidad Europea, para ingresar a los Estados con una identidad falsa, la substitución de partidas de nacimientos, el robo de identidad a ello se une los matrimonios fraudulentos con fines exclusivos de obtener la residencia legal permanente en los Estados Unidos.
El delito de tráfico ilegal de migrantes está generalmente vinculado a actos, de corrupción en los que intervienen funcionarios del estado. Un estudio sobre el tráfico ilegal de migrantes peruanos revela en los múltiples testimonios de los migrantes, que comienzan con el momento en que se toma la decisión de migrar, concluyendo con la llegada a su destino, se desprende que recibe dinero por las autoridades de vigilar movimientos irregulares, también lo hará el oficial de migración, que se hará de “la vista gorda” en muchas ocasiones, por no citar el dinero ya repartido en falsificación de pasaportes, visas, cédulas de ciudadanía, permisos de salida, en caso de menores, en los que están involucrados en la mayoría de casos, funcionarios públicos.
La historia se repetirá en los países de tránsito así como a la llegada al país de destino, ocasiones en que los migrantes tendrán seguramente que cancelar otras
cantidades de dinero si el acuerdo con el coyote no incluyó desde un inicio el, “paquete completo”.
Reflexión en números
El delito de tráfico ilegal de migrantes está generalmente vinculado a actos, de corrupción en los que intervienen funcionarios del estado. Un estudio sobre el tráfico ilegal de migrantes peruanos revela en los múltiples testimonios de los migrantes, que comienzan con el momento en que se toma la decisión de migrar, concluyendo con la llegada a su destino, se desprende que recibe dinero por las autoridades de vigilar movimientos irregulares, también lo hará el oficial de migración, que se hará de “la vista gorda” en muchas ocasiones, por no citar el dinero ya repartido en falsificación de pasaportes, visas, cédulas de ciudadanía, permisos de salida, en caso de menores, en los que están involucrados en la mayoría de casos, funcionarios públicos.
La historia se repetirá en los países de tránsito así como a la llegada al país de destino, ocasiones en que los migrantes tendrán seguramente que cancelar otras
cantidades de dinero si el acuerdo con el coyote no incluyó desde un inicio el, “paquete completo”.
Reflexión en números
De acuerdo a un reciente reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, la principal colonia de peruanos se encontraba en los Estados Unidos en donde residen 878,501 peruanos. El DHS-CIS reporto que entre 1996 a 2005 2’886,552 peruanos fueron admitidos como turistas. Y entre 1930 a 2007, 378,778 fueron admitidos como residentes legales y 86,683 de ellos se convirtieron en ciudadanos de los Estados Unidos. La brecha entre inmigrantes legales, ilegales e inmigrantes indocumentados de acuerdo a las estadísticas de DHS y el INEI estimamos que existen al 2006 2’128,996 peruanos en los Estados Unidos de ellos 1’750,218 peruanos indocumentados.
La Gastronomía Peruana una identidad cultural colectiva
La gastronomía contribuye, a la afirmación de los procesos de identidad colectivos, regionales y nacionales y enriquece la diversidad cultural de los pueblos. En el caso de nuestro país, y como resultado de su excepcional diversidad natural y de un proceso histórico marcado por la confrontación y el encuentro de múltiples tradiciones culturales, la gastronomía ha alcanzado un desarrollo notable que le permite destacar entre otras renombradas culinarias del mundo por su variedad y originalidad y por las expresiones del mestizaje.[8]
Mestizo es el término utilizado para designar a individuos cuyo origen esté compuesto de dos razas (blancos-indios, africanos y asiáticos) y culturas distintas. En Perú lo "mestizo" se ha convertido realmente en una etiqueta cultural.
En la comida peruana se encuentran al menos 5.000 años de historia pre-inca, inca, colonial y republicana. Se consideran casi tres siglos de aporte culinario español, (influenciado inicialmente por 762 años de presencia musulmana en la Península Ibérica), las costumbres gastronómicas traídas por esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chefs franceses que huyeron de la revolución en su país para radicarse, en buen número, en la capital del virreinato del Perú. Igualmente trascendental es la influencia de los chinos-cantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos (emigrados al Perú entre los siglos XIX y XX). Como particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, existen comidas y sabores de cuatro continentes en un solo país y, esto, desde la segunda mitad del siglo XIX.[9]
La cocina fue el punto de encuentro natural de todas estas culturas, gracias a la inclinación por el mestizaje que ha caracterizado la historia del Perú.
La inmensa variedad de ingredientes que existe en tierras peruanas, tanto nativas como las que llegaron de otras latitudes; permitió la evolución de una culinaria diversa, donde coexisten, sin oponerse, fuertes tradiciones regionales y una permanente reinvención de platos.
La comida peruana es considerada una de las cocinas más variadas del mundo. La cocina peruana cuenta con alrededor de 3.000 platos diferentes. Sólo en la costa peruana, hay más de dos mil sopas y 250 postres tradicionales originales.[10]
En la última década del siglo XX, la cocina peruana empezó a popularizarse fuera de sus fronteras. La particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, se ha extendiendo desde la década de 1980, incrementaron el numero de restaurantes típicos de comida peruana en los Estados Unidos en sus diversas especialidades como una expresión del mestizaje y de la cultura peruana.
Hemos podido localizar restaurantes de comida típica peruana regionales y nacionales que expresan la diversidad de la cocina peruana como un punto de encuentro natural en 27 estados de los Estados Unidos: Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Maryland, Minnesota, Missouri, Nevada, New Jersey, New York, North Carolina, Oregón, Ohio, Pennsylvania, Puerto Rico, Rhode Island, Texas, Utah, Virginia, Washington DC, Washington States y Wisconsin. Una de las razones de la nostalgia que embarga a los peruanos es sin lugar a dudas, la gastronomía. La comida peruana se caracteriza por la variedad.
Estos nuevos empresarios en el arte de la gastronomía se encuentran organizados o/y asociados en las diversas Cámaras de Comercio en los 27 estados de los Estados Unidos. Es indudable que la gastronomía peruana se ha convertido en aporte positivo de la comunidad peruana a la diversidad cultural gastronómica, al aumento del consumo gastronómico y la creación de nuevas fuentes de empleos.
Este elemento gastronómico ha contribuido la substitución de la emigración del retorno de la década de los setenta por la emigración permanente una característica de la emigración peruana de la década de los ochenta y de los noventas. La cocina peruana cuenta con más de 3.000 platos diferentes de las diversas regiones del Perú. (Costa, sierra y la selva). En la costa peruana, hay más de dos mil sopas y 250 postres tradicionales originales.
La evolución de la emigración peruana a los Estados Unidos
La emigración de peruanos a los Estados Unidos se remonta de los años 1930[11], coincidiendo con la incertidumbre nacional y el levantamiento militar de Sánchez Cerro a la dictadura militar de Augusto Leguía y la crisis política de la época de los años 30.
El Oncenio de Leguía se caracterizo por la liquidación total y definitiva de los partidos políticos, la persecución implacable de los opositores políticos, el establecimiento de un régimen personalista, fuerte y tiránico, la destrucción total del Estado de derecho amparado en la defensa del orden público, el sometimiento y la mediatización de diversas instituciones a los caprichos del Ejecutivo, la corrupción administrativa.
Anterior a este periodo no existe información registrada de la emigración de peruanos a los Estados Unidos. El estudio estadístico del DHS-CIS reporto que entre el periodo de 1930 a 1939 fueron admitidos como residentes permanentes legales 321 peruanos; entre el periodo de 1940 a 1949, 1,273 residentes legales, entre el periodo de 1950 a 1959, 5,980 residentes legales.
En la fase de 1960 a 1969 se produjo un crecimiento de la emigración legal de peruanos a los Estados Unidos; durante este periodo, 19,783 peruanos fueron admitidos como residentes. En esta etapa, la clase media: profesionales, liberales, medianos empresarios y estudiantes se dirigen a los Estado Unidos que estaba en expansión económica. Es en este periodo se produce un cambio en los flujos netos de migración. El Perú pasa de ser un país de inmigrantes, a un de emigrantes.
En la fase de 1970 a 1979, este periodo está marcado por los gobiernos militares, tanto de Velasco en la primera mitad, como de Morales Bermúdez en la segunda. Durante estos años se amplió el rango de destinos a los Estados Unidos de muchos profesionales y trabajadores especializados. El reporte indica que entre el periodo de 1970 a 1979, 25,311 peruanos emigraron legalmente como residentes legales.
En la fase de 1980 a 1989 este periodo está marcado por la vuelta a la democracia, el inicio del terrorismo y una crisis económica severa, sobre todo en la segunda mitad. Es predominantemente la clase media la que emigra en grandes cantidades.
Es por primera vez que los Estados Unidos reciben en particular a grupos de refugiados políticos y trabajadores manuales, Por otro lado, los países de América Central empiezan a recibir peruanos como trabajadores profesionales calificados y no calificados; éstos últimos, con el objetivo de llegar a los Estados Unidos, cruzando el rio bravo.
Adicionalmente, Canadá siguió recibiendo trabajadores manuales y profesionales. Es en esta década cuando las mujeres se incorporan plenamente a la emigración, en gran medida desde zonas rurales y ciudades pequeñas de la sierra y la costa. Este periodo está marcado, por un aumento de la emigración de peruanos y peruanas a los Estados Unidos. Para 1992, había 1’500,000 peruanos en el extranjero. En este periodo de 1980 a 1989, 49,948 peruanos ingresaron legalmente como residentes legales a los Estados Unidos.
En el periodo de 1990 a 1999, y a inicios de 1992 se capturó a Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso. El Perú empezó a salir de la recesión económica, aunque se sufrió una recaída con la crisis asiática y los demás efectos ligados a ésta. La emigración se convirtió en una opción para todas las clases sociales del Perú, incluyendo los pobres del campo y las ciudades y los nativos de la Amazonía y regiones Andinas del Perú. Durante este periodo de 1990 a 1999, 110,117 peruanos ingresaron a los Estados Unidos como residentes legales.
Durante el periodo de 2000 a 2007 la emigración de peruanos ha continuado de manera continua y creciente de forma legal e ilegalmente. En el 2000, 9,361 peruanos, en el 2001, 10,838; en el 2002, 11,737; en el 2003, 9,169; en el 2004, 11,369; en el 2005, 15,206; en el 2006, 21,300 y en el 2007, 17,056 peruanos habían sido admitidos como residente legales, lo que representara una presencia en más de 27 estados especialmente, en la Florida, New Jersey, New York, Virginia y Washington.
De acuerdo a un reporte del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, en el 2003 la principal colonia de peruanos se encontraba en los Estados Unidos en donde residen 878,501 peruanos legales e indocumentados.
El reporte del Servicios de Inmigración, revelo que dentro el periodo de 1930 a 2007, 378,778 peruanos se establecieron legalmente en los Estados Unidos; comparado con el ingreso de turistas peruanos, en el periodo de 1996 a 2005 de 2’886,552 turistas peruanos, no existe información de retorno al país de origen, la emigración peruana de la fase 1990 a 2006 se ha caracterizado por establecerse en la diáspora; y a través de las remezas de dinero la diáspora crear el puente entre el país de acogida y el lugar de emigración, para la reunificación familiar en la diáspora, y emigrar a la familia legalmente o ilegalmente.
La evolución de la emigración peruana a los Estados Unidos durante 1985 a 1988 fue de 45,095 de ellos 20,097 hombres y 24,998 mujeres, y desde 1985 hasta julio de 1990, 55,302 emigrantes peruanos en los Estados Unidos. El reporte Perú Estadísticas de migración internacional de peruanos 1990-2005 del Instituto Nacional de Estadísticas del Perú (INEI) señala que entre 1990 a 2005, 514,491 peruanos emigraron los Estados Unidos, ellos 248,500 hombres y 265, 991 mujeres.
En este proceso migratorio las mujeres han sido la vanguardia para establecer el puente entre de entra a la reunificación de la familia en el exterior; el envió de remezas para garantizar la sobrevivencia y la salida de quien dejo en el país natal.
La emigración de peruanos y peruanas se incremento hacia los Estados Unidos. Entre 1996 a 2005 fueron admitidos como turistas 2’886,552 peruanos. En 1996, 166,050 peruanos fueron admitidos legalmente en calidad de turistas (I-94). En 1998, la emigración de peruanos como turista (I-94) alcanzo a 192,849; En 1999 fueron admitidos en condición de turistas 192,289; en el 2000 fueron admitidos 226,122; en el 2001 fueron admitidos 232,881; en el 2002 fueron admitidos 225,158 peruanos en calidad de turistas; en el 2003, 225,158 peruanos; en el 2004, 219,764 peruanos y en el 2005 fueron admitidos 216,145 peruanos con visas de turistas. La admisión usualmente es de 6 meses luego de este periodo el emigrante admitido como turista debe retornar a su país de origen.
El crecimiento de la emigración a los Estados Unidos ha sido continuo y constante. No existe información sobre el numero de peruanos y peruanas que retornaron al país de origen después de terminado el periodo de la visa de turista. Diversos estudios sobre indocumentados indica que solo retornar a su país de origen un 17% a 20% de los emigrantes admitidos como turista, después de este periodo pasan a constituir parte de los millones de indocumentados. En el caso de los peruanos se estima que 17% retornar al Perú.
En el reporte Estadísticas de migración internacional de peruanos 1990-2007,(INEI), revela que entre 1990 a 2007 seguía siendo los Estados Unidos el país de mas atracción de la emigración de peruanos, durante este periodo emigraron 292,164 mujeres y 301,201 hombres, y se incrementaron los envíos de remezas, además se produce un cambio en la composición migratoria por región, la tradicionalmente limeña por el lugar de residencia, se extiende a los departamentos al interior del Perú: Tacna, Arequipa, Puno, Piura y Trujillo además de las regiones andinas y la selva peruana. Tenemos una emigración de todas las regiones del Perú, se manifiesta en la diversidad de las organizaciones, asociaciones e instituciones de la diáspora peruana en los Estados Unidos.
Actualmente se concibe la migración como un proceso transcultural, y su caracterización se sirve del concepto de transnacionalismo para su mejor comprensión. La migración no es un proceso individual, sino grupal, ya que las decisiones para migrar están habitualmente tomadas en un contexto colectivo, fundamentalmente el de la familia.
Los flujos migratorios unen los países de origen y de destino a través de las redes sociales y los enclaves socio-culturales. El concepto de los enclaves socio-cultural se ajusta con gran precisión al momento de hacer inteligibles los mecanismos y procesos por medio de los cuales la inmigración toma cuerpo en el país receptor. Es a través de los enclaves socio-étnico-culturales que la diáspora peruana toma cuerpo.
Los enclaves socio-culturales no tienen por qué estar fuertemente institucionalizados, sino que puede ser un conjunto de relaciones que giran en torno a algún principio organizativo subyacente a la misma. Esto hace que los enclaves sociales se presenten en formas distintas y que presten servicio a distintas funciones. El surgimiento, mantenimiento y continuidad de las asociaciones de inmigrantes, constituye tanto un ámbito como un mecanismo de preservación de la identidad.
Los enclaves socio-culturales nos permitirán entonces, comprender los mecanismos de reproducción social de la identidad en el entorno de los inmigrados. En estos casos, la identidad se mantiene en los enclaves a partir de formas de organización grupal que generan empatía entre los actores, creando lazos y compromisos sociales recíprocos al interior de solidaridad mecánica; generando a su vez, diferenciación social hacia el exterior. Esto permite que definan las fronteras grupales o límites simbólicos de la acción social colectivamente reconocida.
Las instituciones sociales del enclave tienen como finalidad el mantenimiento del estilo histórico-cultural común de identidad, que al contacto con la nueva sociedad, y la nueva matriz identitaria y nuevo estilo cultural, conforma a la neo cultura. Se mantienen las instituciones, se adoptan nuevos valores, se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica ya que sirve de cemento invisible para cohesionar al grupo, permitiendo el auto adscripción. Sin embargo, las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales cambian, se adoptan elementos de la cultura de masas y se van asimilando elementos ideológicos del stablishment y de la globalización, a las formas de conducta individual y de acción social sobre todo hacia el exterior.
Los flujos migratorios unen los países de origen y de destino a través de las redes sociales y los enclaves socio-culturales. El concepto de los enclaves socio-cultural se ajusta con gran precisión al momento de hacer inteligibles los mecanismos y procesos por medio de los cuales la inmigración toma cuerpo en el país receptor. Es a través de los enclaves socio-étnico-culturales que la diáspora peruana toma cuerpo.
Los enclaves socio-culturales no tienen por qué estar fuertemente institucionalizados, sino que puede ser un conjunto de relaciones que giran en torno a algún principio organizativo subyacente a la misma. Esto hace que los enclaves sociales se presenten en formas distintas y que presten servicio a distintas funciones. El surgimiento, mantenimiento y continuidad de las asociaciones de inmigrantes, constituye tanto un ámbito como un mecanismo de preservación de la identidad.
Los enclaves socio-culturales nos permitirán entonces, comprender los mecanismos de reproducción social de la identidad en el entorno de los inmigrados. En estos casos, la identidad se mantiene en los enclaves a partir de formas de organización grupal que generan empatía entre los actores, creando lazos y compromisos sociales recíprocos al interior de solidaridad mecánica; generando a su vez, diferenciación social hacia el exterior. Esto permite que definan las fronteras grupales o límites simbólicos de la acción social colectivamente reconocida.
Las instituciones sociales del enclave tienen como finalidad el mantenimiento del estilo histórico-cultural común de identidad, que al contacto con la nueva sociedad, y la nueva matriz identitaria y nuevo estilo cultural, conforma a la neo cultura. Se mantienen las instituciones, se adoptan nuevos valores, se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica ya que sirve de cemento invisible para cohesionar al grupo, permitiendo el auto adscripción. Sin embargo, las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales cambian, se adoptan elementos de la cultura de masas y se van asimilando elementos ideológicos del stablishment y de la globalización, a las formas de conducta individual y de acción social sobre todo hacia el exterior.
Los Enclaves Socio-Culturales
Las diásporas son formas de construcción de espacios sociales transnacionales. En el caso de la diáspora peruana las formas de organización social y las símbologias son intrínsecos a cada grupo particular y las clasificamos por la identidad del grupo y la actividad que realizan:(1)Asociaciones o grupos de folklor andino, (2)Asociaciones departamentales o regionales, (3)Asociaciones o grupos de música afro-peruana, (4)Asociaciones o grupos de música andina, (5)Asociaciones de profesionales, (6)Asociaciones de Comercio, (7)Asociaciones de ayuda asistencial, (8)Asociaciones o grupos deportivos, y (9)Asociaciones Religiosas .
En este sentido un primer aporte es establecer el papel de los enclaves socio-étnico-culturales. Los enclaves socio-culturales son instituciones constituidas en los diversos estados y/o condados de los Estados Unidos donde existe una mayor presencia de peruanos. Estos enclaves se cristalizan, creándose un espacio en donde los inmigrantes despliegan sus capacidades políticas, culturales, sociales y económicas, con la finalidad de tener una mayor inclusión y autonomía en la sociedad receptora.
Existen registrado 241 organizaciones peruanas en los Estados Unidos, que las definiremos como enclaves socio-culturales que han venido sirviendo para la movilidad social de los peruanos y peruanas, además son centro de acopio de información: trabajo, como obtener información sobre los servicios sociales para los inmigrantes legales o indocumentados, son a su vez de enlaces de solidaridad entre diferentes generaciones de inmigrantes, especialmente a quienes las barreras del lenguaje a reducidos sus posibilidades en el proceso de integración; también vale decir es un vehículo que preserva la identidad y la peruanidad; centro de intercambio de información, y centros de información para negocios y comercio.
Es en estos enclaves socio-culturales donde el emigrante peruano y peruana empieza a conocer el funcionamiento de la sociedad norteamericana a través de la historia oral de otros inmigrantes y experiencias personales; y como enfrentar estos nuevos retos en la sociedad en una diversidad cultural y étnica.
Los enclaves socio-político-étnicos-culturales definen a los emigrantes de primera y segunda generación como transmigrantes[1]. Transmigrante es aquél migrante que puede participar activamente en la vida económica, social, y política del país de origen y del de destino, al mismo tiempo. Vale decir, no todos los migrantes peruanos son transmigrantes.
El fenómeno de transmigración es eminentemente en la primera y segunda generación, porque, para la tercera generación, los individuos se asimilan más a la cultura del país de acogida a diferencia del país que proceden y pierden el interés en interactuar en esa última sociedad.
A diferencia de la asimilación cultural, es la manera como se señala al proceso de integración de un grupo étnico-cultural tal como los inmigrantes, grupos étnicos minoritarios y otros dentro de lo que se tiene establecido como lo común a una comunidad mayor o dominante. La presunción de que dichos elementos generales son la garantía de la convivencia cultural dentro de un estado o territorio, es la que motiva el inicio de dicho proceso.
En este proceso, el grupo que es absorbido y pierde por lo general su originalidad de manera parcial o total como sus maneras de hablar, su dialecto, sus peculiaridades en el habla, sus modos de ser y otros elementos de su identidad cultural cuando entra en contacto con la sociedad y cultura dominante.
El otro aspecto de asimilación[1] cultural se da con la llegada de los inmigrantes y refugiados a otras naciones. El proceso puede ser complejo, porque no siempre estos grupos de personas desean asimilarse al país en donde se encuentran, sino que muchos prefieren defender la cultura propia de sus lugares de origen, aspecto que puede traerles dificultades como marginación y el rechazo.
Otros realizan el proceso de asimilación de manera parcial y pragmática, es decir, asumen los elementos culturales dominantes en sociedad y conservan sus manifestaciones propias en el ámbito íntimo. Otros en cambio se muestran completamente abiertos a asumir la cultura que los acoge y olvidan con frecuencia sus orígenes llegando incluso a renegar de ellos. Lógicamente los niños son los más abiertos a la asimilación cultural.
En la época contemporánea, el tema de la asimilación cultural de los inmigrantes es común en países industrializados en donde llegan cientos de inmigrantes de países en vías de desarrollo que no sólo se constituyen en una fuerza de trabajo, sino que traen consigo sus propias manifestaciones culturales y lenguas. El elemento cultural que resulta más conflictivo es sin duda el de la religión al cual los grupos humanos se aferran con mayor fidelidad.
El surgimiento de los enclaves socio-culturales, son un mecanismo de mantenimiento y continuidad de las asociaciones de migrantes, constituye tanto un ámbito como un mecanismo de preservación de la identidad". (Güemes, 1984, 132). Hasta aquí la cita de lo que es un enclave, y que nos permitirá entonces, comprender los mecanismos de reproducción social de la identidad en los entornos urbanos por parte de los emigrantes peruanos en los Estados Unidos.
En estos casos, la identidad se mantiene en los enclaves a partir de formas de organización grupal que generan empatía entre los actores, creando lazos y compromisos sociales recíprocos al interior de los enclaves de solidaridad con el país de origen; generando a su vez, diferenciación social hacia el exterior. Esto permite que definan las fronteras grupales o límites simbólicos de la acción social colectivamente reconocida.
En el caso de los inmigrantes peruanos podemos observar una dicotomía en el proceso de interacción cultural de manera parcial es decir asumen elementos de la cultura dominantes pero a la vez conservan sus manifestaciones propias en el ámbito intimo de la comunidad, una expresión son los enclaves socio-culturales a través de las diversidad de organizaciones peruanas: organizaciones asistenciales de ayuda a Perú, organizaciones religiosas, organizaciones deportivas, organizaciones étnico[1] culturales, organizaciones folklóricas, entre otras.
Los Enclaves étnicos
Los grupos étnico o etnia: con este nombre se designa a un grupo humano que posee rasgos físicos y biológicos similares, además de compartir tradiciones históricas, lengua, cultura, creencias y valores, es decir, un grupo que forma una comunidad socio-cultural forjada históricamente. Las etnias poseen un árbol genealógico evolutivo común, y se asientan sobre relaciones de parentesco y de herencia que se remontan hacia lejanas épocas del pasado. No hay que confundirla con el concepto de ‘raza’[1], ya que éste designa la existencia de unos rasgos genéticos que son comunes y exclusivos de un grupo humano.
Sin embargo, dentro de cada raza existen numerosas etnias, ya que muchos de los grupos humanos que constituyen una raza han tenido una experiencia histórica y cultural exclusiva, diferente de otras experiencias vividas por el resto de los grupos.
Muchas de las organizaciones peruanas en los Estados Unidos comparten las tradiciones, históricas, lengua, cultura creencias y valores. Algunas de ellas se remontan hacia las épocas a del pasado. En Atlanta, la Cámara de Comercio de Georgia, la Hermandad del Señor de los Milagros, la Asociación Peruana Americana, la Hermandad del San Martin de Porres y la Asociación de Residentes de Huancayo. En Boston, la Comunidad Peruano América, la Comunidad Peruana de Massachusetts, la Asociación de Peruanos Unidos y la Asociación Inca Runa. En Carolina del Norte, La Asociación Peruana de Carolina del Norte y Peruvian Asociación of Nashville. Estas organizaciones comparten la tradición religiosa y la nostalgia peruana y construyen una memoria colectiva con la diáspora.
El estudio nos revela que las 9 formas de organización 3 son las principales organizaciones que reafirma la identidad colectivamente son las Asociaciones Religiosas, (La Asociaciones del Hermandad del Señor de los Milagros[1] y la Hermandad de San Martin de Porres[1]), es interesante detenernos en la Hermandad de San Martin de Porras, porque es un santo negro, el cual es venerado por generaciones de origen mulato. Las hermandades religiosas peruanas fortalecen la identidad religiosa de los peruanos en la diáspora, los valores de culturales que se expresan a través de la interacción social expresa grados sociales, estableciendo campos de acción que se expresan mediante la diferenciación del statu quo social.
La interacción social resultante de la dinámica, expresa grados sociales, estableciendo campos de acción que se expresan mediante la diferenciación del statu quo social. En la interacción social, se va a observar a los individuos y como estos influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás.
Cada individuo va formando su identidad específica en la interacción con los demás miembros de su campo social en la que tiene que acreditarse.[1] En Georgia las organizaciones: La Asociación Peruano Americana de Georgia y la Asociación de Residentes Huancayo-Perú.
Los Enclaves Comerciales
Otra son las Asociaciones de Cámaras de Comercio peruanas en las Estados Unidos demuestra que no sólo la actividad comercial era lo que le interesaba a cada peruano que ejerce el comercio , sino que además una gran preocupación por organizarse e impulsar su actividad comercial a través de un organismo representativo, lo que en la actualidad se traduciría lo que es la Cámara de Comercio como Asociación o Institución que a nivel local, provincial, nacional o internacional, agrupa a los comerciantes (sean importadores, exportadores, industriales, mayorista, minoristas, etc.) con el objeto de proteger sus intereses, mejorar sus actividades comerciales sobre la base de la mutua cooperación y promover su prosperidad, así como también la de la comunidad en la cual se halla asentada. En Chicago existen 15 organizaciones: The Academice Liasen Peruvian- American Cultural Advancement (Alpaca), El Club Deportivo Íntimos de Chicago, el Club Alianza Lima, La Hermandad del Señor de los Milagros, the Peruvian Association of Central Indiana, the Peruvian Arts Society, Capitulo del Medio Oeste de Instituciones Peruanas, la Asociación Peruana del Gran Cincinnati, Ayuda al Hospital del Nino, Peruanos Unidos-Columbus, the Peruvian Art Society, the Peruvian American Chamber of Connmerce of Chicago y the Peruvian American Medical Society.
En Denver, Colorado existen aproximadamente 20 organizaciones: la Asociación Peruana de Kansas City, la Asociación Peruana de Preston, El Club Deportivo Defensor Evanston, La Hermandad del Señor de los Milagros de Denver, El Instituto de Estudios Vallejianos, la Asociación de Residentes Peruanos de North Colorado, El Club Peruano de Brigham Young University, la Comunidad Peruana de Omaha, el Club Alianza Lima de Sun Valley, the Denver Power Sport Academia, El Club Perú Denver, El Club Unión Canipaco, La Hermandad del Señor de los Milagros de Utah, La Asociación Deportiva Los Andes, Fraternidad Peruana de Utah, Asociación Peruana de Utah, Eagle Kuntur-Huasy Latín American Fundación, Canipaco Futbol Club, La Asociación para el desarrollo Eagle-Cóndor Humanitarian Andes y el Expreso Verde Huancayo. Las Asociaciones e identidades deportivas, estas organizaciones agrupan mayormente joven entre las edades de 18 a 36 anos. Los peruanos en el exterior viven agrupados en diversos tipos de asociaciones, colectividades e instituciones.
Estos lazos fortalecen la identidad en el exterior, la posibilidad de seguir manteniendo su idiosincrasia, los valores de su cultura, y la forma de ver la vida. Los clubes deportivos establecen campos de acción que se expresan mediante la interacción social, lazos de identidad, manteniendo su idiosincrasia en conexión con los miembros de la diáspora peruana y la construcción de la identidad colectiva.
Los Enclaves Culturales
la Musica como Identidad Colectiva
Otro aspecto son las asociaciones y organizaciones provinciales que buscan preservan la identidad étnica y cultural en su expresiones artísticas y en la música de sus regiones, especialmente de los emigrantes peruanos originarios de los departamentos del interior del Perú. Estos son los principales enclaves étnicos-religiosos-socioculturales. Estos enclaves tiene una característica étnica y se concentrar en determinada música regional o local del Peru, música de los andes de las diversas regiones andinas.
La comunidad peruana en los Estados Unidos viene elaborando una cultura musical en el proceso de adaptación y transculturación. La música peruana se convierte en el elemento más importante en el proceso de la memoria colectiva e identidad de la diáspora. Entre los factores que facilitan forjar una comunidad musical-cultural está la formación de las instituciones, asociaciones y grupos músico-culturales; y la confraternidad se afirma la percepción de “peruanidad” en un contexto social hibrido.
La diáspora peruana a través de las expresiones músico-culturales elabora una identidad colectiva. En este repertorio se enmarcan los géneros que reflejan los valores culturales y promueven el estatus del sector dentro de la jerarquía social. Generalmente, se reconocen tres esferas principales de producción musical, estas son: 1) música andina; 2) música criolla/afro-peruana; y 3) música tropical.
La música criolla ha sido favorecida por el público peruano, independientemente de raza o clase social. Representado por géneros tales como el vals y el tonderito, la música criolla suele invocar sentimientos de seguridad en la audiencia con temas vinculados con el pueblo y la vida cotidiana. Vinculadas con el desarrollo de la música criolla están las expresiones de los afro-peruanos, formando una tradición mayormente reconstruida por Nicomedes Santa Cruz (1925-1992). Este movimiento músico-cultural ha resultado en el surgimiento y subsecuente codificación de varios géneros como el landó, y el festejo.
La música establece firmemente una anclada en la tradición proporcionando opciones musicales conducidas por una mezcla de recuerdos y nostalgia por una patria idealizada. Estas selecciones reflejan la manera en que los inmigrantes elaboran auto-representaciones musicales y refuerzan el lazo psicológico con la cultura base. Porque la memoria colectiva está constantemente recreada a través de la música criolla y afro-peruana. La música de estas dos esferas permanece firmemente anclada en la tradición.
La emigración de peruanos y peruanas es más compleja, no se puede solo explicar por el deterioro económico, la falta de oportunidades y la violencia social. Nuevos elementos en el proceso de la transnacionalización de la economía peruana y la política social-cultural peruana han expulsados a los peruanos a emigrar a los Estados Unidos.
Otro elemento es el sentimiento de “peruanidad” entre los emigrantes de la diáspora peruana, es el producto de una construcción con hondo contenido emocional, juegan un rol preponderante las determinaciones estructurales, la percepción que se tiene de las mismas, y la atribución de una identidad por parte de los demás.
La representación de lo peruano se articula a las contradicciones entre el país de entrada o acogida como el país origen. Esto se visualiza claramente en los estereotipos: ser “indio”, ser “cholo”, ser “blanco”, ser “negro”, ser “mestizo” son estereotipos propios de la sociedad de origen que aparecen en la diáspora peruana. A su vez, los diversos géneros de música (andina, negra, chicha etc.) producen múltiples efectos y retroalimentan las construcciones identitarias de la diáspora.
Ahora bien, en el contexto de las migraciones estas identificaciones regionales y étnicas constituyen espacios simbólicos susceptibles de ser modelados en sus dimensiones y fronteras. En este contexto se ponen en juego expectativas que tiene el emigrante peruano sobre la sociedad de acogida, los Estados Unidos moviéndose las personas de un sistema clasificatorio a otro, construyendo nuevas identidades que otorguen sentido al nuevo contexto social. En la reconstrucción del concepto “peruanidad” en la diáspora se presenta una red de identidades posibles y “virtuales”.
La “identidad peruana” pierde su centralidad y se des localiza. Encontramos entonces que las categorías identitarias nacionales relacionadas con componentes “afro”, “indio”, “andino”, y “mestizo” se diluyen. Tanto el componente “andino” como el componente “afro” trascienden los límites nacionales peruanos, extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación.
Emergiendo una nueva realidad
La transculturación, es un proceso en el cual emerge una nueva realidad, compuesta y compleja; una realidad que no es una aglomeración mecánica de caracteres, ni siquiera un mosaico, sino un fenómeno nuevo, original e independiente. Para describir tal proceso, el vocablo de raíces latinas transculturación proporciona un término que no contiene la implicación de una cierta cultura hacia la cual tiene que tender la otra, sino una transición entre dos culturas, ambas activas, ambas contribuyentes con sendos aportes, y ambas cooperantes al advenimiento de una nueva realidad de civilización. (MALINOWSKI, Bronislaw, “Introducción”, en ORTIZ, F., Contrapunteo..., ob. cit., p. XII.)
En Hartford 18 organizaciones de diversas temáticas, Oderi Organization to Defend Rights, Hermandad del Señor de los Milagros dl Perú, Perú- Posible, Comité Perú Connecticut, Mestizo Manta, Peruvian Inca Club, Hermandad del Señor de los Milagros en Rodhe Island, Hermandad de San Martin de Porres, Comunidad del Señor de la Justicia, Partido Aprista Peruano, Club Social Bolognesi, Asociaciones de Instituciones Peruanas en los Estados Unidos, Asociación de Profesionales Peruano-Americanos, Brisas del Titicaca, Asociación por la Promoción y la Conservación de la Amazonia, Virgen del Rosario Paraca-Ayacucho, Peruvian American Community Center, Club Rosario de Ocros y el Comité Apóstol Santiago El Mayor.
En Houston encontramos 10 organizaciones que representan el mosaico de la inmigración peruana. La Asociación de Estudiantes Peruanos Universidad A & M, La Asociación Peruana de Houston, Grupo Folklórico “Raíces”, Asociación Peruana de Austin, Asociación Peruana de Dallas, Club Perú de North Texas, Hermandad Señor de los Milagros, Austin-Lima Sister Cities Committe, Peruvian American Medical Asociotation, La Sociedad Peruana de San Antonio y el Club de Damas Peruanas en Dallas.
En los Ángeles una de las ciudades que ha venido recibiendo una diversidad de inmigrantes entre ellos la comunidad peruana. Existen aproximadamente 22 organizaciones, entre ellas muchas mantiene una relación con el lugar de origen, las cuales proveen ayuda asistencial y conservan las tradiciones culturales peruanas en los aspectos de la tradición religiosa, la música folklórica, andina, la música negra, y la diversidad de las gastronomía peruana de las diversas regiones del Perú. (Tumbes, Piura, Chiclayo, Iquitos, Huancayo, Pisco, Moquegua, Lima y el Callao.)
Entre la diversidad de las organizaciones peruanas esta La Fundación Orfanato Nino Jesús de Praga, La Cámara de Comercio Peruana de California, La Asociación de Instituciones Peruanas en los Estados Unidos y Canadá, Peruvian American Medical, Asociación Peruana Internacional de Cultura, Fundación Inca Internacional de Cultura, La Asociación Leonciopradina, El Club Arequipa, El Club Huancayo, La Asociación de Ex-cadetes de Colegios Militares, La Hermandad del Señor de los Milagros del Centro de los Ángeles, Comité Pro-Pauta, La Hermandad Señor de los Milagros del Valle San Juna Fernando, El Comité de Damas Peruanas Madre de Calcuta, La Hermandad del Señor de los Milagros de Van Nuys, El Club Libertad, La Asociación “ Peruvian American Dental”, Perú Negro, La Hermandad del Señor de los Milagros del Valle de Pasadena, La Asociación Chalaca del Sur de California, La Asociación “Peruvian American Medical Society,” y la Asociación de Instituciones Peruana de Estados Unidos y Canadá de Santa Ana, California.
En la interacción social, los emigrantes peruanos se puede observar cómo se influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás. Cada individuo va formando su identidad específica con los demás miembros de su campo social en la que tiene que acreditarse. La interacción social resultante de la dinámica de la dinámica de las organizaciones e instituciones étnico-culturales.
El cambio se evidencia a través de las interacciones de cada persona con el resto social y como el conjunto afecta al individuo, marcando un comportamiento de comunicación global de sujetos relacionados entre sí. Las formas y convenciones de la dinámica social están marcadas por la historia y sujetas, por tanto, a un cambio permanente.
En Hartford 18 organizaciones de diversas temáticas, Oderi Organization to Defend Rights, Hermandad del Señor de los Milagros dl Perú, Perú- Posible, Comité Perú Connecticut, Mestizo Manta, Peruvian Inca Club, Hermandad del Señor de los Milagros en Rodhe Island, Hermandad de San Martin de Porres, Comunidad del Señor de la Justicia, Partido Aprista Peruano, Club Social Bolognesi, Asociaciones de Instituciones Peruanas en los Estados Unidos, Asociación de Profesionales Peruano-Americanos, Brisas del Titicaca, Asociación por la Promoción y la Conservación de la Amazonia, Virgen del Rosario Paraca-Ayacucho, Peruvian American Community Center, Club Rosario de Ocros y el Comité Apóstol Santiago El Mayor.
En Houston encontramos 10 organizaciones que representan el mosaico de la inmigración peruana. La Asociación de Estudiantes Peruanos Universidad A & M, La Asociación Peruana de Houston, Grupo Folklórico “Raíces”, Asociación Peruana de Austin, Asociación Peruana de Dallas, Club Perú de North Texas, Hermandad Señor de los Milagros, Austin-Lima Sister Cities Committe, Peruvian American Medical Asociotation, La Sociedad Peruana de San Antonio y el Club de Damas Peruanas en Dallas.
En los Ángeles una de las ciudades que ha venido recibiendo una diversidad de inmigrantes entre ellos la comunidad peruana. Existen aproximadamente 22 organizaciones, entre ellas muchas mantiene una relación con el lugar de origen, las cuales proveen ayuda asistencial y conservan las tradiciones culturales peruanas en los aspectos de la tradición religiosa, la música folklórica, andina, la música negra, y la diversidad de las gastronomía peruana de las diversas regiones del Perú. (Tumbes, Piura, Chiclayo, Iquitos, Huancayo, Pisco, Moquegua, Lima y el Callao.)
Entre la diversidad de las organizaciones peruanas esta La Fundación Orfanato Nino Jesús de Praga, La Cámara de Comercio Peruana de California, La Asociación de Instituciones Peruanas en los Estados Unidos y Canadá, Peruvian American Medical, Asociación Peruana Internacional de Cultura, Fundación Inca Internacional de Cultura, La Asociación Leonciopradina, El Club Arequipa, El Club Huancayo, La Asociación de Ex-cadetes de Colegios Militares, La Hermandad del Señor de los Milagros del Centro de los Ángeles, Comité Pro-Pauta, La Hermandad Señor de los Milagros del Valle San Juna Fernando, El Comité de Damas Peruanas Madre de Calcuta, La Hermandad del Señor de los Milagros de Van Nuys, El Club Libertad, La Asociación “ Peruvian American Dental”, Perú Negro, La Hermandad del Señor de los Milagros del Valle de Pasadena, La Asociación Chalaca del Sur de California, La Asociación “Peruvian American Medical Society,” y la Asociación de Instituciones Peruana de Estados Unidos y Canadá de Santa Ana, California.
En la interacción social, los emigrantes peruanos se puede observar cómo se influyen mutuamente y adaptan su comportamiento frente a los demás. Cada individuo va formando su identidad específica con los demás miembros de su campo social en la que tiene que acreditarse. La interacción social resultante de la dinámica de la dinámica de las organizaciones e instituciones étnico-culturales.
El cambio se evidencia a través de las interacciones de cada persona con el resto social y como el conjunto afecta al individuo, marcando un comportamiento de comunicación global de sujetos relacionados entre sí. Las formas y convenciones de la dinámica social están marcadas por la historia y sujetas, por tanto, a un cambio permanente.
Miami una ciudad de preferencia
por los emigrantes Peruanos
En Miami ha sido primariamente la primera ciudad de entrada, de los miles de peruanos. Existen aproximadamente 42 asociaciones socio-culturales que las clasificamos por la identidad del grupo y su simbología intrínseca a cada grupo en particular entre ellas; la Unidad Cívica Peruana, Club Arequipa, Coalición Peruano Americana, Circulo Cultural del Peru, Comité de Damas Lucha Contra el Hambre, Club Peruano de la Florida, Asociación de Artistas Peruanos de la Florida, Asociación de Peruanos de Jacksonville, Asociación de Profesionales Peruanos, Hogar Clínica San Juan de Dios, Sociedad de Enfermeras y Profesionales Afines, Club de Libro, Club Ayacucho de la Florida, Asociación Nacional Pro-Marinera del Peru, Hermandad del Señor de los Milagros, Asociación de Instituciones Peruanas de los Estados Unidos y Canadá, Asociación Emergencia Ayacucho, Peruana American Medical Society, Club Selva Peruana, Asociación Ballet Folklórico Inti, Asociación Esperanza y Caridad, Estampas Peruanas, Hermandad del Señor de los Milagros del North Miami Beach, Peruvian American Public Safety, Hermandad dl Señor de los Milagros de Miami, Hermandad de los Milagros del Sur de la Florida, Asociación Ex cadetes Colegio Leoncio Prado, Organización Cultural Peruana Condado de West Palm Beach, Medelma Fundación-Producciones Artísticas, Danzas y Canciones del Peru, Peruvian American Endwment, Hermandad San Martin de Porras, Peruvian American Trade Center, Centro Peruano de Historia y Cultura, Cámara de Comercio Peruano-Americana, Club Huancayo de Miami, Asociación Ancashina del Peru, American Peruvian Action, Club Cultural Social Deportivo, Hermandad del Señor de los Milagros de Pal Beach, Hermandad del Señor de los Milagros del North Miami, Instituto de Cultura Peruana, Peruvian American Club, Peruvian American Medical Society, Asociación de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Armadas y Policiales, Club Peruano de Tampa y la Asociación de Imagen Peruana. Estos grupos y asociaciones funcionan como identidades étnico-peruano-culturales en ellos buscan preservar la identidad de peruanidad que se mantiene en las instituciones, pero a la vez se adoptan nuevos valores y se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica que sirve para mantener la identidad del grupo, sin embargo se van asimilando elementos ideológicos del stablishment a las formas de conducta individual de cada inmigrante.
Se puede observar que las principales organizaciones que cohesiona la identidad colectiva son las asociaciones de música andina, afro-peruana, asociaciones de solidaridad, asociaciones de carácter religioso, grupos deportivos y de danzas, asociaciones de profesionales y asociaciones culturales. Es el conjunto de relaciones que giran en torno al principio organizativo subyacente de la misma que constituye tanto un ámbito como un mecanismo de preservación de la identidad. El reciente estudio de DHS-CIS, 2007, reporto que la preferencia de entrada de los Peruanos sigue siendo Miami, Florida, esto se puede explicar por los gastos de viaje es menor en comparación con otros puertos de entrada, además el uso de español se ha afianzado en Miami, lo que hace Miami una ciudad más atractiva a la nuevas olas de emigrantes peruanos, por otro lado la diáspora peruana en Miami se reafirma a través de las instituciones y reproducen simbólicamente la identidad en el entorno de los inmigrados.
por los emigrantes Peruanos
En Miami ha sido primariamente la primera ciudad de entrada, de los miles de peruanos. Existen aproximadamente 42 asociaciones socio-culturales que las clasificamos por la identidad del grupo y su simbología intrínseca a cada grupo en particular entre ellas; la Unidad Cívica Peruana, Club Arequipa, Coalición Peruano Americana, Circulo Cultural del Peru, Comité de Damas Lucha Contra el Hambre, Club Peruano de la Florida, Asociación de Artistas Peruanos de la Florida, Asociación de Peruanos de Jacksonville, Asociación de Profesionales Peruanos, Hogar Clínica San Juan de Dios, Sociedad de Enfermeras y Profesionales Afines, Club de Libro, Club Ayacucho de la Florida, Asociación Nacional Pro-Marinera del Peru, Hermandad del Señor de los Milagros, Asociación de Instituciones Peruanas de los Estados Unidos y Canadá, Asociación Emergencia Ayacucho, Peruana American Medical Society, Club Selva Peruana, Asociación Ballet Folklórico Inti, Asociación Esperanza y Caridad, Estampas Peruanas, Hermandad del Señor de los Milagros del North Miami Beach, Peruvian American Public Safety, Hermandad dl Señor de los Milagros de Miami, Hermandad de los Milagros del Sur de la Florida, Asociación Ex cadetes Colegio Leoncio Prado, Organización Cultural Peruana Condado de West Palm Beach, Medelma Fundación-Producciones Artísticas, Danzas y Canciones del Peru, Peruvian American Endwment, Hermandad San Martin de Porras, Peruvian American Trade Center, Centro Peruano de Historia y Cultura, Cámara de Comercio Peruano-Americana, Club Huancayo de Miami, Asociación Ancashina del Peru, American Peruvian Action, Club Cultural Social Deportivo, Hermandad del Señor de los Milagros de Pal Beach, Hermandad del Señor de los Milagros del North Miami, Instituto de Cultura Peruana, Peruvian American Club, Peruvian American Medical Society, Asociación de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Armadas y Policiales, Club Peruano de Tampa y la Asociación de Imagen Peruana. Estos grupos y asociaciones funcionan como identidades étnico-peruano-culturales en ellos buscan preservar la identidad de peruanidad que se mantiene en las instituciones, pero a la vez se adoptan nuevos valores y se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica que sirve para mantener la identidad del grupo, sin embargo se van asimilando elementos ideológicos del stablishment a las formas de conducta individual de cada inmigrante.
Se puede observar que las principales organizaciones que cohesiona la identidad colectiva son las asociaciones de música andina, afro-peruana, asociaciones de solidaridad, asociaciones de carácter religioso, grupos deportivos y de danzas, asociaciones de profesionales y asociaciones culturales. Es el conjunto de relaciones que giran en torno al principio organizativo subyacente de la misma que constituye tanto un ámbito como un mecanismo de preservación de la identidad. El reciente estudio de DHS-CIS, 2007, reporto que la preferencia de entrada de los Peruanos sigue siendo Miami, Florida, esto se puede explicar por los gastos de viaje es menor en comparación con otros puertos de entrada, además el uso de español se ha afianzado en Miami, lo que hace Miami una ciudad más atractiva a la nuevas olas de emigrantes peruanos, por otro lado la diáspora peruana en Miami se reafirma a través de las instituciones y reproducen simbólicamente la identidad en el entorno de los inmigrados.
New York la Capital de Mundo
New York es la capital del mundo, para los miles de emigrantes e inmigrantes y se caracteriza por la diversidad multicultural, siendo la segunda ciudad de preferencia de los emigrantes peruanos. Los enclaves socio-culturales se han convertido en la clave para preservar la identidad étnica, aunque esta identidad se reconstruye en la diáspora, y asume diferentes posturas. Existen aproximadamente 35 asociaciones establecidas que realizan diversas actividades en la comunidad peruana: grupos de folklor y música andina, grupo de folklor negro-peruano, asociaciones deportivas, asociaciones de profesionales y asociaciones religiosas entre las principales enclaves. Estos enclaves conectan a la diáspora peruana entre dos espacios transnacionales : la Asociación de Ex cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado, la Asociación Peruana de Artistas, Arequipa Social Club, Organización de Hermandades Católicas Peruanas, Fraternidad de Damas y Caballeros de San Martin de Porras, Hermandad del Señor de los Milagros de Yonkers, Cámara de Comercio Peruana, Inca Soccer Institute, Centro Cultural Peruano, FANAD del Peru, Hermandad del Señor de los Milagros de New York, Grupo de Apoyo para el Desarrollo del Peru, Peruvian Community Center, Ballet Poder Negro, Peruvian América Medical Society, Hermandad Señor de los Milagros de New York, Solidaridad Peruana, Pony Club, La Takis del Peru, Peruvian Lawyers Association, Comité Pro-festival Latinoamericano de Queens, Hermandad de San Martin de Porras de New York, Centro Comunitario Peruano Americana, Hermandad del Señor de los Milagros de Westbury, Peruvian American Country Club, Comité Cívico Cultural Peruano Alcides Carrion,”Hermandad de Cargadores y Sahumadores del Señor de los Milagros de New York, Instituto Peruano de Cultura de New York, Club Alianza Lima, Club Peru de New York, Fundación del Desarrollo del Nino, Chalacos Unidos-Festival Patriótico Unido, Mosaicos Peruanos Andean Folklore Fundación, Peruvian American Asociación for Cultural Promotion, Hogar de Cristo, Hermandad de Damas y Caballeros de Santa Rosa de Lima, Centro Provincial Ocros-Peru y Peruvian Immigration Family Services.
Las diásporas son las formas de construcción de espacios sociales transnacionales. New Jersey es la tercera de la ciudades de mayor atracción de peruanos, tradicionalmente los emigrantes peruanos se establecían en Paterson New Jersey, en esta ciudad se establecieron los primeros restaurantes de comida peruana, New Jersey es la tercera ciudad de preferencia por los emigrantes peruanos. Entre las instituciones peruanas tenemos la Asociación de Instituciones Peruana de los Estados Unidos y Canadá capitulo New Jersey, La Hermandad del Señor de los Milagros de Paterson, la Asociación Elizabeth Peruvian Linos Club, Asociación Peruvian American Community Center Ayllu, Asociación Peruvian for Progress, Unión Peruvian Lions Club, Asociación Peruana Virgen de Cocharcas, Hermandad del Señor de los Milagros de Filadelfia, Peruvian American Political Action, Asociación Peruana Hermandad San Martin de Porras, Asociación Peruvian Lions Club, Peruvian American Teachers Association, Hermandad de Damas Y Caballeros de San Martin de Porras, Asociación Latiamericana de Cultura, Hermandad de Santísima Virgen de Chapí, Hermandad del Señor de los Milagros de Perth Amboy, Sociedad Cultural Cesar Vallejos, Peruvian Civic Association of New Jersey, Peruvian Organization of Unión County, National Association of Peruvian American y la Association Peruvian Parade.
Reflexiones
Los enclaves socio-culturales tienen como finalidad el mantenimiento del estilo histórico-cultural común, que al contacto con la nueva sociedad, y la nueva matriz de identidad o nuevo estilo cultural. Se mantienen las instituciones, se adoptan nuevos valores, se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica.
Las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales cambian, se adoptan elementos de la cultura determinante del stablishment y se van incorporando nuevos elementos ideológicos del stablishment, a las formas de conducta individual y de acción social sobre todo en el entorno social.
Es a través de los espacios creados por los enclaves social- étnicos-culturales, y cuando las redes sociales de los inmigrantes peruanos alcancen cierta densidad en los Estados Unidos, y se cristalicen enclaves territoriales, donde se concentra en mayor densidad peruanos, y creándose un espacio en donde se desplieguen las capacidades, políticas, culturales, sociales y económicas con la finalidad de tener una mayor inclusión en los Estados Unidos. Este es un nuevo fenómeno que viene ocurriendo en la diáspora peruana en Miami, New Jersey y New York.
Otro aspecto importante es el proceso de transculturización que viene a travesando la diáspora peruana, las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales están cambiando y se adoptan elementos de la cultura determinante del stablishment y se van asimilando elementos ideológicos a las formas de conducta individual.
Los enclaves culturales (música, pintura, danzas, literatura, etc.) son parte esencial de las tradiciones históricas, las lenguas, la cultura, las creencias y surge una revaloración por la cultura ancestral, y las hermandades religiosas fortalecen la identidad religiosa peruana en la diáspora; y la música peruana se convierten en el elemento más importante en el proceso de la memoria colectiva peruana.
Las diásporas son las formas de construcción de espacios sociales transnacionales. New Jersey es la tercera de la ciudades de mayor atracción de peruanos, tradicionalmente los emigrantes peruanos se establecían en Paterson New Jersey, en esta ciudad se establecieron los primeros restaurantes de comida peruana, New Jersey es la tercera ciudad de preferencia por los emigrantes peruanos. Entre las instituciones peruanas tenemos la Asociación de Instituciones Peruana de los Estados Unidos y Canadá capitulo New Jersey, La Hermandad del Señor de los Milagros de Paterson, la Asociación Elizabeth Peruvian Linos Club, Asociación Peruvian American Community Center Ayllu, Asociación Peruvian for Progress, Unión Peruvian Lions Club, Asociación Peruana Virgen de Cocharcas, Hermandad del Señor de los Milagros de Filadelfia, Peruvian American Political Action, Asociación Peruana Hermandad San Martin de Porras, Asociación Peruvian Lions Club, Peruvian American Teachers Association, Hermandad de Damas Y Caballeros de San Martin de Porras, Asociación Latiamericana de Cultura, Hermandad de Santísima Virgen de Chapí, Hermandad del Señor de los Milagros de Perth Amboy, Sociedad Cultural Cesar Vallejos, Peruvian Civic Association of New Jersey, Peruvian Organization of Unión County, National Association of Peruvian American y la Association Peruvian Parade.
Reflexiones
Los enclaves socio-culturales tienen como finalidad el mantenimiento del estilo histórico-cultural común, que al contacto con la nueva sociedad, y la nueva matriz de identidad o nuevo estilo cultural. Se mantienen las instituciones, se adoptan nuevos valores, se mantiene el principio básico de la solidaridad mecánica.
Las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales cambian, se adoptan elementos de la cultura determinante del stablishment y se van incorporando nuevos elementos ideológicos del stablishment, a las formas de conducta individual y de acción social sobre todo en el entorno social.
Es a través de los espacios creados por los enclaves social- étnicos-culturales, y cuando las redes sociales de los inmigrantes peruanos alcancen cierta densidad en los Estados Unidos, y se cristalicen enclaves territoriales, donde se concentra en mayor densidad peruanos, y creándose un espacio en donde se desplieguen las capacidades, políticas, culturales, sociales y económicas con la finalidad de tener una mayor inclusión en los Estados Unidos. Este es un nuevo fenómeno que viene ocurriendo en la diáspora peruana en Miami, New Jersey y New York.
Otro aspecto importante es el proceso de transculturización que viene a travesando la diáspora peruana, las valoraciones personales sobre ciertos rasgos culturales están cambiando y se adoptan elementos de la cultura determinante del stablishment y se van asimilando elementos ideológicos a las formas de conducta individual.
Los enclaves culturales (música, pintura, danzas, literatura, etc.) son parte esencial de las tradiciones históricas, las lenguas, la cultura, las creencias y surge una revaloración por la cultura ancestral, y las hermandades religiosas fortalecen la identidad religiosa peruana en la diáspora; y la música peruana se convierten en el elemento más importante en el proceso de la memoria colectiva peruana.
Asilo Político un nuevo elemento en la emigración peruana
El acta de inmigración define al refugiado como cualquier persona que este fuera de cualquier país de la nacionalidad de tal persona o, en el caso de una persona que no tiene nacionalidad, este fuera del país en el que tal persona residió habitualmente, y quién es incapaz o no quiere volver a, y es incapaz o no quiere usar de la protección de ese país debido a persecución o un miedo bien fundado de persecución por causa de raza, religión, nacionalidad, miembros de un grupo social particular, o la opinión política.
En el Periodo de 1980 a 1999 la emigración de asilados peruanos en busca de refugio por temor la persecución o miedo fundado, opinión política, raza y religión se incremento.
En 1997, 250 peruanos ganaron asilo basado en el miedo fundado de persecución victimas de fuego cruzado. En 1998, 224 obtuvieron asilo en los Estados Unidos; En 1999, 377 peruanos obtuvieron asilo afirmativo.
Entre el periodo del 2001 a 2007, 628 peruanos obtuvieron asilo afirmativo. El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la participación política, el derecho de asociación entre otros. Sin embargo hay cuatro derechos que están especialmente protegidos con esta garantía: El derecho a la vida, por cuanto que en muchos casos quien solicita asilo es persona que en el país del que procede, corre grave peligro de ser asesinada. El derecho a la integridad psicológica y física. Es frecuente que quien solicita asilo haya sido torturado en el país del que procede por fuerzas de "seguridad" del estado o haya corrido grave peligro de ser torturado.
El derecho a la libertad ideológica y de pensamiento pues el asilo protege a los perseguidos políticos, personas que tienen en peligro su vida o su libertad por razones de raza, etnia, religión, pertenencia a un grupo social determinado u opiniones o actividades políticas.
El derecho a la seguridad personal, evitando torturas y malos tratos, así como la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes. No hay que olvidar que la causa fundamental generadora de refugiados es la violación generalizada de los derechos humanos y la violencia política de los gobiernos: detenciones arbitrarias, torturas, "desapariciones", ejecuciones extrajudiciales. Un reciente reporte sobre peruanos que obtuvieron asilo político afirmativo y defensivo en las Cortes de Inmigración nos permite explicar que dentro la diáspora peruana el asilado político tiene características diferentes del emigrante que busca una mejor calidad de vida.
El asilado político peruano es un elemento que cambia la visión tradicional de la emigración peruana a los Estados Unidos. Por el miedo a la persecución política, al maltrato, a la discriminación, a la violencia y a muchas otras cosas que en el Perú imperaron e imperan, durante el periodo de 1997 a 2006 3,249 peruanos obtuvieron asilo en Estados Unidos. El miedo al retorno a la tierra natal siempre se encuentra latente en el asilado político. El asilado político peruano es un nuevo elemento social, que cambia la visión tradicional de la emigración de peruanos a los Estados Unidos y el exterior.
En el Periodo de 1980 a 1999 la emigración de asilados peruanos en busca de refugio por temor la persecución o miedo fundado, opinión política, raza y religión se incremento.
En 1997, 250 peruanos ganaron asilo basado en el miedo fundado de persecución victimas de fuego cruzado. En 1998, 224 obtuvieron asilo en los Estados Unidos; En 1999, 377 peruanos obtuvieron asilo afirmativo.
Entre el periodo del 2001 a 2007, 628 peruanos obtuvieron asilo afirmativo. El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la participación política, el derecho de asociación entre otros. Sin embargo hay cuatro derechos que están especialmente protegidos con esta garantía: El derecho a la vida, por cuanto que en muchos casos quien solicita asilo es persona que en el país del que procede, corre grave peligro de ser asesinada. El derecho a la integridad psicológica y física. Es frecuente que quien solicita asilo haya sido torturado en el país del que procede por fuerzas de "seguridad" del estado o haya corrido grave peligro de ser torturado.
El derecho a la libertad ideológica y de pensamiento pues el asilo protege a los perseguidos políticos, personas que tienen en peligro su vida o su libertad por razones de raza, etnia, religión, pertenencia a un grupo social determinado u opiniones o actividades políticas.
El derecho a la seguridad personal, evitando torturas y malos tratos, así como la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes. No hay que olvidar que la causa fundamental generadora de refugiados es la violación generalizada de los derechos humanos y la violencia política de los gobiernos: detenciones arbitrarias, torturas, "desapariciones", ejecuciones extrajudiciales. Un reciente reporte sobre peruanos que obtuvieron asilo político afirmativo y defensivo en las Cortes de Inmigración nos permite explicar que dentro la diáspora peruana el asilado político tiene características diferentes del emigrante que busca una mejor calidad de vida.
El asilado político peruano es un elemento que cambia la visión tradicional de la emigración peruana a los Estados Unidos. Por el miedo a la persecución política, al maltrato, a la discriminación, a la violencia y a muchas otras cosas que en el Perú imperaron e imperan, durante el periodo de 1997 a 2006 3,249 peruanos obtuvieron asilo en Estados Unidos. El miedo al retorno a la tierra natal siempre se encuentra latente en el asilado político. El asilado político peruano es un nuevo elemento social, que cambia la visión tradicional de la emigración de peruanos a los Estados Unidos y el exterior.
La transculturación, reunificación familiar
y proceso de naturalización
La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano.
El inmigrante peruano ha venido pasando por un proceso de transculturación[12], en el contacto multicultural con otros grupos, y la cultura de los Estados Unidos[13]. Este es un proceso gradual que adopta rasgos de otras hasta culminar en una aculturación[14]. La familia ha venido pasando por un largo proceso de transculturación, y aculturación (voluntaria e involuntaria) incorporado nuevos elementos culturales a su cultura madre, en el proceso de interrelación con el mosaico cultural de la cultura en los Estados Unidos.
Entre el periodo de 1996 a 2006, 86,083 bajo juramento juraron defender y respectar las leyes de los Estados Unidos y defender a su nueva nación, convirtiéndose en los nuevos ciudadanos nacionalizado, renunciando a su nacionalidad peruana intrínsecamente.
Este proceso de naturalización es un nuevo elemento en la diáspora peruana, que revela la búsqueda de una sociedad donde asegure el bienestar y la prerrogativa de gozar de un estándar de vida y un bienestar económico y seguridad. La ciudadanía otorga el derecho a votar y la reunificación familiar.
En 1996, 12,836 peruanos se naturalizaron ciudadanos de los Estados Unidos; en 1997, 6336; en 1998, 4,343; en 1999, 8,297; en 2000, 8,927; en 2001, 6,693; en 2002, 7,578; en 2003, 6,130; en 2004, 6,980; en 2005, 7,904 y en 2006 se incremento a 10,063 nuevos ciudadanos de los Estados Unidos. Un sector de la diáspora peruana se incorpora completamente a su nueva nación adoptiva a través del proceso de transculturación.
Para el inmigrante peruano la ciudadanía es un proceso de transculturación social, ligado a dinámicas de democratización en conjunto con los derechos civiles, políticos y sociales como un estatuto social que determina el sentido de incorporación a la sociedad y favorece la participación en la vida social. La ciudadanía se refiere a la prerrogativa de cada persona de gozar de un estándar mínimo de bienestar económico y seguridad (derecho a la seguridad social, salarios, beneficios sociales entre otros) y en especial reunificar a la familia a través de una petición en su condición de ciudadano de los Estados Unidos.
La ciudadanía se identifica con la conciencia de pertenecer a la sociedad y con la capacidad del individuo de sentirse responsable del buen funcionamiento de las instituciones, en simetría con la obligación de las instituciones de respetar los derechos de hombres y mujeres. Y dota a las personas de la capacidad de reunificar a la familia y normas que ellas mismas quieren vivir, cumplir y proteger la dignidad de todos.
Reflexiones
La transculturación producida por los cambios de época ha logrado enriquecer el acervo cultural de los inmigrantes peruanos en los Estados Unidos, que se ven inmersas en la globalización de la cultura.
De este fenómeno no están excepto las familias transnacionales, que se reparten sus miembros entre dos sociedades. Constituyen un modo de incorporación a la sociedad de destino, pero como efecto de los obstáculos impuestos por las condiciones macro-estructurales, habitualmente las leyes migratorias, la contracara de esto es uno de los fundamentos básicos de la familia transnacional: la reunificación.
La reunificación de sus miembros es una tensión que mantiene a la familia como una unidad, más allá de la distancia. La tensión producida entre las facilidades proporcionadas por los avances tecnológicos en las áreas de comunicación y transporte por un lado, y las leyes migratorias por otro, esto es, la tensión entre los facilitadores y los obstaculizadores, alimentan la esperanza de una reunificación de los miembros de la familia.
Pero la reunificación no es el único elemento que define a la familia transnacional; también está la supervivencia. Habitualmente el o los miembros que se encuentran en el país de destino, mediante las facilidades proporcionadas por la tecnología, no solo mantienen comunicación con los miembros familiares en la sociedad de origen, sino que aportan económicamente para la supervivencia de esta, habitualmente mediante la modalidad de remesas, la compra de propiedades, o la inversión empresarial de la que goza toda la familia.
Las familias transnacionales no son una elección, sino el resultado de una adaptación, que deja de manifiesto su capacidad de flexibilidad a las condiciones imperantes. Pero, a su vez, sufre en su interior una reestructuración que puede centrarse a nivel de los roles, de género, de los ciclos vitales de los hijos, etc.
Por tanto, la reestructuración de la familia alcanza profundos niveles, que hacen necesaria una renegociación posterior a la migración. Los roles de género, así como los valores en torno a la familia, habitualmente difieren en el nuevo medio y en el de origen, lo que implica una inevitable afectación en la relación entre esposos, y entre generaciones (Vuornien, P. 2003). La adaptación pone de manifiesto que la familia no es una unidad cerrada que permanece inalterable ante un nuevo ambiente cultural.
Incluso, la identidad étnica y la peruanidad sufren un proceso de desnaturalización y son puestos en cuestión por los migrantes, en la búsqueda de definición del "nosotros" frente al "ellos". Como menciona Forsander , la experiencia de identidad transnacional denota una pertenencia a una comunidad no restringida por "bordes" (o fronteras), por lo que el significado de etnicidad –si bien no desaparecido con la globalización- ha perdido su ligazón con la localidad, y esto hace que deba ser constantemente redefinido en la relación con los otros.
A este respecto, Basch et al. (1992) argumentan que los Transmigrantes crean identidades fluidas y múltiples, profundamente apoyadas tanto en la sociedad de origen como en la de destino. Y que si bien algunos migrantes muestran una tendencia a identificarse más con un país que con otro, parecería que la mayoría mantiene múltiples identidades que los ligan a más de un espacio.
Por tanto, las familias transnacionales constituyen una unidad doméstica en la que alguno de sus miembros vive en otro país y en la que hay lazos económicos y de supervivencia que se mantienen sobre la base de la tensión de reunificación de la familia.
Constituyen una des-territorialización de la familia, y esto pone en jaque al concepto tradicional del modelo familiar, integrándose como una nueva realidad, es evidente que este nuevo fenómeno traviesa la familia peruana en la diáspora, es una constante por la reunificación de la familia y pone en jaque el concepto del modelo tradicional de la familia peruana.
El transnacionalismo es uno de los marcos, herederos de la globalización, que nos permite explicar las características de las nuevas de la migración a los Estados Unidos dentro el proceso de globalización de la economía y la cultura.
Los nuevos flujos migratorios de la década de los ochenta; la comunidad peruana se caracterizan por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora, en un mismo campo social. Esto es, la vida de los emigrantes actuales trasciende las fronteras nacionales e integra en una misma experiencia un nuevo espacio: el transnacional.
La diáspora peruana se configura de redes sociales y enclaves socio-culturales se ha registrado 241 organizaciones que configuran redes sociales en 12 ciudades (Georgia, Hartford, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, New Jersey, San Diego, San Francisco, Seattle, Tennessee y Washington). Y mantiene múltiples relaciones –familiares, económicas, sociales, organizacionales, religiosas y políticas- que vencen las fronteras. Realizan acciones, toman decisiones y desarrollan identidades dentro de redes sociales que los mantienen conectados con dos sociedades simultáneamente.
El concepto, "transmigrantes" denomina a los migrantes de estos tiempos, que producen un campo social en el que se funden el país de origen, (Perú) y el país de acogida, (Estados Unidos).
Un hecho precedente es la gastronomía peruana en los Estados Unidos, que ha contribuido a la afirmación de la identidad colectiva de la diáspora peruana. Hemos podido localizar 428 restaurantes de comida peruana en 27 estados (Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Maryland, Minnesota, Missouri, Nevada, New Jersey, New York, North Carolina, Oregón, Ohio, Pennsylvania, Puerto Rico, Rhode Island, Texas, Utah, Virginia, Washington DC, Washington States y Wisconsin). Es indudable que la gastronomía peruana se ha convertido en un aporte positivo a la diversidad cultural gastronómica con más de 3, 000 platos diferentes de las diversas regiones del Perú.
El transnacionalismo es uno de estos marcos, herederos de la globalización, que nos permite explicar las características de las nuevas migraciones dentro el proceso de globalización de la economía y la cultura.
Los nuevos flujos migratorios internacionales se caracterizan por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora, en un mismo campo social. Esto es, la vida de los migrantes actuales trasciende las fronteras nacionales e integra en una misma experiencia un nuevo espacio: el transnacional.
La emigración de peruanos a los Estados Unidos se configura de redes sociales y enclaves socio-culturales se ha registrado 241 organizaciones que configuran redes sociales en 12 ciudades (Georgia, Hartford, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, New Jersey, San Diego, San Francisco, Seattle, Tennessee y Washington). La diáspora peruana mantiene múltiples relaciones –familiares, económicas, sociales, organizacionales, religiosas y políticas- que vencen las fronteras. Realizan acciones, toman decisiones y desarrollan identidades dentro de redes sociales que los mantienen conectados con dos sociedades simultáneamente.
La concientización de la globalidad de los fenómenos actuales, ha sido posible pensar a los migrantes como manteniendo relaciones simultáneas con dos o más sociedades. Y la globalización ha invitado a los científicos sociales a trascender la localidad de los fenómenos de su interés e integrarlos a una red que los vincula en forma expansiva a otros fenómenos, y a otras zonas geográficas.
Las categorías de análisis social acotadas son hoy desafiadas por el fenómeno de la globalización, en su grado de veracidad. La posibilidad de alcanzar el concepto de transnacionalismo, es posible por la permeabilidad de fronteras conceptuales que han logrado integrar en distintos niveles estructurales los análisis del fenómeno de la migración. Portes percibe el concepto de comunidades transnacionales como la creación de comunidades, en respuesta al proceso de globalización, que se conforman más allá de las fronteras políticas de los países, conformando un campo "que no está ni aquí ni allí" sino en ambos lugares a la vez. Estas comunidades asentadas sobre la base de las redes sociales habilitarían la creación de "empresas transnacionales", como una forma de supervivencia entre los migrantes (Portes, A. 1996).
El juego de las expectativas que tiene los inmigrantes peruanos sobre la sociedad de acogida, los Estados Unidos moviéndose las personas de un sistema clasificatorio a otro, construyen nuevas identidades que otorgan sentido al nuevo contexto social. La reconstrucción simbólica del concepto “peruanidad” en la diáspora, se presenta como una red de identidades posibles y “virtuales”.
La “identidad peruana” pierde su centralidad y se des localiza. Encontramos entonces que las categorías identidades nacionales relacionadas con componentes “afro”, “indio”, “andino”, y “mestizo” se diluyen. Tanto el componente “andino” como el componente “afro” trascienden los límites nacionales peruanos, extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación.
La peruanidad se redefine en identidades: la gastronomía peruana como una identidad colectiva, asociaciones socio-culturales, en la música criolla, andina, afro-peruana, como una identidad colectiva por una mezcla de recuerdos y nostalgia, la solidaridad con el país de emigración, en los eventos deportivos en estos y otros aspectos de la vida en la diáspora, y la dinámica social están marcadas por la historia colectiva y sujetas a un cambio permanente.
Las comunidades de emigrantes representan un fenómeno distinto al de los patrones tradicionales de adaptación del inmigrante. Al estar este fenómeno propulsado por los dinamismos de la globalización, presenta grandes potenciales.
La Gastronomía Peruana y la Identidad Cultural Colectiva
La Gastronomía es el estudio de la relación entre cultura y alimento. La gastronomía estudia varios componentes culturales tomando como eje central la comida. Los cambios generados por la globalización invitan a una redefinición constante de las políticas culturales. La globalización necesita estar acompañada por una evolución política y cultural, capaz de facilitar una mejor comprensión entre los ciudadanos del mundo. El proceso de emigración de los peruanos a los Estados Unidos desde la década de los ochenta se ha caracterizado por la reconstrucción de una identidad cultura colectiva.
La globalización no ha llevado a una total uniformización de los comportamientos y de las mentalidades. Por una parte se ha traducido en unas tendencias a la homogeneización, y por otra parte ha despertado una resistencia a la preservar la identidad colectiva. En la diáspora peruana se observa en el resurgimiento de las reivindicaciones de la peruanidad.
En el caso de la diáspora peruana la identidad colectiva se redefine y preservar a través la cultura peruana gastronómica como símbolo de la tradición cultura, simbología de la nostalgia, y el recuerdo de la tradición.
El auge de los nuevos flujos migratorios de peruanos a los Estados Unidos se caracteriza por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora, en un mismo campo social y la gastronomía peruana es un aspecto cultural en la simbología colectiva e identidad colectiva.
La emigración de peruanos
La emigración de peruanos a los Estados Unidos se remonta a los años 1930. The Yearbook of Immigration Statistics of DHS-CIS, indica que durante el periodo de 1930 a 2007, 378,778 peruanos fueron admitidos legalmente como residentes permanentes de los Estados Unidos y dentro el periodo de 1996 a 2006, 86,083 se naturalizaron ciudadanos de los Estados Unidos y además durante el periodo de 1997 a 2006, 3,249 obtuvieron asilo político en los Estados Unidos. Y en el periodo de 1996 a 2005 de 2’886,552 peruanos fueron admitidos como turistas en los Estados Unidos. Por lo que estimamos que existen al 2006 1’750,218 peruanos indocumentados en los Estados Unidos.
La presencia de la comunidad peruana
La comunidad peruana esta presente en las ciudades: New York, NY; Los Ángeles-Long Beach, Ca; Miami, FL; Chicago, IL; Washington, DC-MD-VA; Houston, TX; Boston-Lawrence-Lowell-Brocton, MA; San Diego, CA; San Francisco, CA; Newark, NJ; Orange County, CA; Dallas, TX Oakland, CA; Bergen Passaic, NJ; San José, CA; Philadelphia, PA; Detroit, MI; Jersey City, NJ; Nassau-Suffolk, NY; Seattle-Bellevue-Everett, WA; Riverside-San Bernardino, CA; Fort Lauderdale, FL; Atlanta, GA; Middlesex-Somerset-Hunterdon, NJ; El Paso, TX; Minneapolis-St Paul, MN-WI; Sacramento, CA; West Palm Beach-Boca Raton, FL; Honolulu, HI; Fort Worth-Arlington, TX; Poralbd-Vancouver, OR-WA; Denver, CO; Orlando, FL; Baltimore, MD; San Juan, PR; Tampa-St, Petersburg-Clearwater, FL; San Antonio, TX; Bridgeport-Stamford-Norwalk-Danbury, CT; Phoenix-Mesa, AZ; Las Vegas, NV; McAllen-Edinburg-Mission, TX; Cleveland-Lorain-Elyria, OH; Austin-San Marcos, TX; Fresno, CA; Hartford, CA; Ventura, CA; Stockton-Lodi, CA; St,Louis, MO-IL; Salt Lake City-Ogden, UT; and Providence-Warwick-Paw ticket, RI. Esto es, la vida de los migrantes peruanos actuales trasciende las fronteras nacionales e integra en una misma experiencia un nuevo espacio, el transnacional.
El transnacionalismo, aplicado al fenómeno de la migración, se sostiene sobre la base de que los migrantes mantienen múltiples relaciones –familiares, económicas, sociales, organizacionales, religiosas y políticas- que vencen las fronteras.
La gastronomía peruana identidad colectiva
La emigración peruana en los Estados Unidos tiene una característica especial entre la diversidad de comunidades de inmigrantes y es la gastronomía que reafirma los orígenes, la peruanidad y proveen un afianzamiento de que cabalgan sobre dos culturas. La sociología de la gastronomía es el estudio de la cultura y el comportamiento de los individuos de un grupo cultural o étnico unidos por una tradición y/o cultural colectiva. La gastronomía peruana, ha contribuido a la afirmación de los procesos de identidad colectivos, regionales y nacionales y enriquece la diversidad cultural de los pueblos.
La historia del Peru está marcada por el encuentro y confrontación de culturas: las culturas originarias con la andina, la española, la cultura criolla con la de los inmigrantes europeos, la influencia de la cultura de los africanos, árabes y chinos.
La historia del Peru está marcada por el encuentro y confrontación de culturas: las culturas originarias con la andina, la española, la cultura criolla con la de los inmigrantes europeos, la influencia de la cultura de los africanos, árabes y chinos.
El mestizaje en la gastronomía
El mestizaje, la fusión de costumbres, tradiciones y valores, que en muchos casos se ha dado con violencia, constituyen un acervo de conocimientos que sirvieron y sirven para resolver los conflictos que nacen a partir de una realidad marcada por la impronta de los intercambios culturales. La cocina fue el punto de encuentro natural de todas estas culturas, gracias a la inclinación por el mestizaje que ha caracterizado la historia del Perú.
En el caso del Peru, como resultado de su excepcional diversidad natural y de un proceso histórico marcado por la confrontación y el encuentro de múltiples tradiciones culturales, la gastronomía ha alcanzado un desarrollo notable que le permite destacar entre otras renombradas culinarias del mundo por su variedad y originalidad y por las expresiones del mestizaje. Mestizo es el término utilizado para designar a individuos cuyo origen esté compuesto de dos razas (blancos-indios, africanos y asiáticos) y culturas distintas. Lo "mestizo" se ha convertido realmente en una etiqueta cultural.
En la comida peruana se encuentran al menos 5.000 años de historia pre-inca, inca, colonial y republicana. Se consideran casi tres siglos de aporte culinario español, (influenciado inicialmente por 762 años de presencia musulmana en la Península Ibérica), las costumbres gastronómicas traídas por esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chefs franceses que huyeron de la revolución en su país para radicarse, en buen número, en la capital del virreinato del Perú. Igualmente trascendental es la influencia de los chinos-cantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos (emigrados al Perú entre los siglos XIX y XX). Como particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, existen comidas y sabores de cuatro continentes en un solo país y, esto, desde la segunda mitad del siglo XIX.
Una breve reseña de las variedades de comidas como reflejo de la diversidad cultural peruana en los Estados Unidos se visualiza en la diversidad gastronómica: la cocina costeña, la cocina criolla, la chifa peruana, la cocina andina y la cocina de la selva peruana entre las que se encuentran en la diáspora peruana en los Estados Unidos.
La simbología de la gastronomía peruana
Un aspecto en la simbología de la gastronomía peruana que une familias, amigos para compartir una nostalgia colectiva como parte de esa identidad colectiva.
El Ceviche de la región costeña en sus diferentes formas: puro, mixto, con mezcla de pescado y marisco. La preparación del cebiche no tiene precisamente influencia española, pero sí de las blancas esclavas "moriscas", descendientes de musulmanes, que éstos trajeron cautivas de sus incursiones por el norte del África. El chupe de camarones típico del departamento de Arequipa, al Sur del Peru es uno de los platos más refinados de la costa peruana, se trata de una sopa espesa a base de pescado y mariscos, papas, leche y ají.
La cocina criolla con 259 postres tradicionales desde el XIX, esta gran variedad se origino en las ciudades costeras desde la época del Virreinato del Peru, como los picarones, el turrón y la mazamorra morada, que expresa la influencia africana y árabe en la gastronomía peruana. La Cultura Negra, ha tenido una gran influencia en el arte culinario de gran parte de las Américas e Islas centroamericanas, luego de su llegada al Nuevo Mundo. Tal como sucede con todo aquel que emigra a tierras lejanas; ellos optaron por tratar de preparar gran parte de sus manjares con los nuevos productos que encontraron. Eran sabores que su paladar no había olvidado y que añoraban con gran ansiedad.
El chifa peruano, la llegada de los “colie” desde 1849, trabajadores chinos que firmaban un contrato en donde se comprometían a trabajar durante ocho años para los “grandes señores”. Estos contratos se firmaban en Macao. Sin embargo, en muchos casos los inmigrantes chinos cayeron en condiciones semejantes a la esclavitud.
El mestizaje de la comida china con la cocina criolla peruana. Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía milenaria adaptada a productos que trajeron y que posteriormente cultivaron por los años 1921. La gran variedad de platos salados y dulces con diferentes tipos de carnes, verduras y sopas crearon una nueva alternativa culinaria.
Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía milenaria adaptada a los productos que trajeron y que posteriormente cultivaron y fusionaron con otra gastronomía milenaria. Los platos criollos como el tacú - tacú, lomo saltado y el conocido arroz chaufa fueron influidos por los chinos. De este modo, se puede hablar de una cocina chino-peruana, con rasgos que la distinguen de las demás culinarias de origen chino.
Los Andes son el origen de milenarias culturas y con ellas el sabor de la cocina peruana. En esta parte alta del país, la alimentación principal continúa siendo a base de maíz, la papa y multiplicidad de tubérculos. Productos introducidos como el arroz, el pan y las pastas de Europa. La variedad de carnes (vacunas, porcinas y ovinas) ha enriquecido la cocina peruana. La variedad y riqueza de la comida andina es similar a la de la comida costeña. La papa a la huancaína y la sopa chairo, el caldo de cabeza y las costillas de carnero doradas son mínima muestra de un vasto catálogo que apenas si se ha difundido.
La pachamanca es una suerte de comida regional y campestre, principalmente en Huánuco, Pasco, Junín y Ayacucho que poco a poco se ha ido extendiendo por todo el país. Igualmente, gran variedad de peces de agua dulce forman parte de la gastronomía regional, siendo muy apreciada la trucha, introducida a fines del siglo XIX.
La cocina de la selva, esta cocina es elaborada en base a los productos originales de la zona. En ella podemos encontrar las regiones que se encuentran en la zona selvática y escondida. En la inmensa variedad, destaca el paiche, siendo el pez más grande de agua dulce, la carne de tortuga y de otros múltiples animales selváticos son igualmente consumidos. Los platos típicos de la Amazonía peruana son el juane y el tacacho. En frutas destaca el mango, la piña y muchos otros.
En la última década del siglo XX, la cocina peruana empezó a popularizarse fuera de sus fronteras. La particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, se ha extendiendo desde la década de 1980, incrementaron el numero de restaurantes típicos de comida peruana en los Estados Unidos en sus diversas especialidades como una expresión del mestizaje y de la cultura peruana.
El Ceviche de la región costeña en sus diferentes formas: puro, mixto, con mezcla de pescado y marisco. La preparación del cebiche no tiene precisamente influencia española, pero sí de las blancas esclavas "moriscas", descendientes de musulmanes, que éstos trajeron cautivas de sus incursiones por el norte del África. El chupe de camarones típico del departamento de Arequipa, al Sur del Peru es uno de los platos más refinados de la costa peruana, se trata de una sopa espesa a base de pescado y mariscos, papas, leche y ají.
La cocina criolla con 259 postres tradicionales desde el XIX, esta gran variedad se origino en las ciudades costeras desde la época del Virreinato del Peru, como los picarones, el turrón y la mazamorra morada, que expresa la influencia africana y árabe en la gastronomía peruana. La Cultura Negra, ha tenido una gran influencia en el arte culinario de gran parte de las Américas e Islas centroamericanas, luego de su llegada al Nuevo Mundo. Tal como sucede con todo aquel que emigra a tierras lejanas; ellos optaron por tratar de preparar gran parte de sus manjares con los nuevos productos que encontraron. Eran sabores que su paladar no había olvidado y que añoraban con gran ansiedad.
El chifa peruano, la llegada de los “colie” desde 1849, trabajadores chinos que firmaban un contrato en donde se comprometían a trabajar durante ocho años para los “grandes señores”. Estos contratos se firmaban en Macao. Sin embargo, en muchos casos los inmigrantes chinos cayeron en condiciones semejantes a la esclavitud.
El mestizaje de la comida china con la cocina criolla peruana. Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía milenaria adaptada a productos que trajeron y que posteriormente cultivaron por los años 1921. La gran variedad de platos salados y dulces con diferentes tipos de carnes, verduras y sopas crearon una nueva alternativa culinaria.
Una historia que ha logrado fusionar su gastronomía milenaria adaptada a los productos que trajeron y que posteriormente cultivaron y fusionaron con otra gastronomía milenaria. Los platos criollos como el tacú - tacú, lomo saltado y el conocido arroz chaufa fueron influidos por los chinos. De este modo, se puede hablar de una cocina chino-peruana, con rasgos que la distinguen de las demás culinarias de origen chino.
Los Andes son el origen de milenarias culturas y con ellas el sabor de la cocina peruana. En esta parte alta del país, la alimentación principal continúa siendo a base de maíz, la papa y multiplicidad de tubérculos. Productos introducidos como el arroz, el pan y las pastas de Europa. La variedad de carnes (vacunas, porcinas y ovinas) ha enriquecido la cocina peruana. La variedad y riqueza de la comida andina es similar a la de la comida costeña. La papa a la huancaína y la sopa chairo, el caldo de cabeza y las costillas de carnero doradas son mínima muestra de un vasto catálogo que apenas si se ha difundido.
La pachamanca es una suerte de comida regional y campestre, principalmente en Huánuco, Pasco, Junín y Ayacucho que poco a poco se ha ido extendiendo por todo el país. Igualmente, gran variedad de peces de agua dulce forman parte de la gastronomía regional, siendo muy apreciada la trucha, introducida a fines del siglo XIX.
La cocina de la selva, esta cocina es elaborada en base a los productos originales de la zona. En ella podemos encontrar las regiones que se encuentran en la zona selvática y escondida. En la inmensa variedad, destaca el paiche, siendo el pez más grande de agua dulce, la carne de tortuga y de otros múltiples animales selváticos son igualmente consumidos. Los platos típicos de la Amazonía peruana son el juane y el tacacho. En frutas destaca el mango, la piña y muchos otros.
En la última década del siglo XX, la cocina peruana empezó a popularizarse fuera de sus fronteras. La particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, se ha extendiendo desde la década de 1980, incrementaron el numero de restaurantes típicos de comida peruana en los Estados Unidos en sus diversas especialidades como una expresión del mestizaje y de la cultura peruana.
Restaurantes peruanos en 27 estados de la Nación
Hemos podido localizar restaurantes de comida típica peruana regionales y nacionales que expresan la diversidad de la cocina peruana como un punto de encuentro natural en 27 estados de los Estados Unidos: Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Illinois, Indiana, Maryland, Minnesota, Missouri, Nevada, New Jersey, New York, North Carolina, Oregón, Ohio, Pennsylvania, Puerto Rico, Rhode Island, Texas, Utah, Virginia, Washington DC, Washington y Wisconsin. Una de las razones de la nostalgia que embarga a los peruanos es sin lugar a dudas, la gastronomía. La comida peruana se caracteriza por la variedad, cuenta con más de 3.000 platos diferentes de las diversas regiones del Perú. (Costa, sierra y la selva), más de dos mil sopas y 250 postres tradicionales originales.
Es indudable que la gastronomía peruana se ha convertido en aporte positivo de la comunidad peruana a la diversidad cultural gastronómica, al aumento del consumo gastronómico y la creación de nuevas fuentes de empleos.
Este elemento gastronómico ha contribuido la substitución de la emigración del retorno de la década de los setenta por la emigración permanente una característica de la emigración peruana de la década de los ochenta y de los noventas. La globalización es un fenómeno de tan amplio margen que se nos hace inapresable: la construcción cultural de escaso entendimiento que se disuelve en la multiplicidad de interacciones y fenómenos sociales en los que estamos inmersos por la reconstrucción de una identidad colectiva.
Es indudable que la gastronomía peruana se ha convertido en aporte positivo de la comunidad peruana a la diversidad cultural gastronómica, al aumento del consumo gastronómico y la creación de nuevas fuentes de empleos.
Este elemento gastronómico ha contribuido la substitución de la emigración del retorno de la década de los setenta por la emigración permanente una característica de la emigración peruana de la década de los ochenta y de los noventas. La globalización es un fenómeno de tan amplio margen que se nos hace inapresable: la construcción cultural de escaso entendimiento que se disuelve en la multiplicidad de interacciones y fenómenos sociales en los que estamos inmersos por la reconstrucción de una identidad colectiva.
La migración como un proceso transcultural
Actualmente se concibe la migración como un proceso transcultural, y su caracterización se sirve del concepto de transnacionalismo para su mejor comprensión. El auge de los nuevos flujos migratorios internacionales se caracteriza por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora, en un mismo campo social. Esto es, la vida de los migrantes actuales trasciende las fronteras nacionales e integra en una misma experiencia un nuevo espacio, el transnacional.
La identidad colectiva y la comida peruana denominador que une
La diáspora construye simbólicamente su visión del mundo; y la comida es utilizada para construir la noción de identidad colectiva de peruanidad y esta vinculada a la tradición del indígena del antiguo mundo andino, de las comunidades amazónicas, la tradición africana, la tradición china-cantonesa, como la tradición española y occidental son partes inseparables de la representación de la cultura representada en la gastronomía peruana.
La peruanidad es la identidad imaginaria, simbólica y se presenta como una red de identidades posibles y virtuales, transciende los límites nacionales extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación, la peruanidad redefine su dinámica social y está marcada por la historia colectiva y sujeta a un cambio permanente. La comida es el común denominador que nos une a los peruanos, y los acompaña en momentos especiales como bautizos, matrimonios o cumpleaños y de acuerdo a cada región del Peru existen ingredientes que ha hecho peculiar la gastronomía.
Es que es a través de la comida que los peruanos muestran quienes son, y donde reinician una nueva “costumbre” en la diáspora de homenajear la comida peruana como símbolo de la identidad colectiva.
La identidad tiene un fuerte contenido emocional. Es una construcción del Yo frente al Otro. Esta identidad colectiva emerge, surge de la relación entre lo peruano frente a la diáspora, es más, del yo frente a un “ellos genérico”. La identidad colectiva es una construcción que enfrenta (contra) uno contra el otro. Lo propio es la afirmación de la negación de lo ajeno. Se construye en base y reforzando las diferencias.
La identidad tiene un fuerte contenido emocional. Se construye sobre la base de manipulaciones ideológicas de los conceptos de: pueblo, raza, etnicidad, nación, comida típica o ancestral (costeña, criolla, de la selva, andina, afro- peruana, chino peruano), y rituales (las procesión del Señor de los Milagros; de San Martin de Porras y otros rituales de fe religiosa, no-religiosa, fiestas artesanales, danzas ancestrales, música afro-peruana, música chicha, música criolla, música andina) y simbólicas que provocan fronteras imaginarias: bandera, colores, escudos, vestidos, artesanilla y arte-literatura.
Estas son representaciones de las ideas y concepciones colectivas de la diáspora expresadas en la gastronomía peruana. La identidad sólo puede construirse en la interacción simbólica con los otros.
Reflexiones
La cultura es una elaboración comunitaria mediante la cual los individuos se reconocen, se auto-representan y asignan significaciones comunes al mundo que les rodea.
Las dimensiones espacio -tiempo de la cultura están ahora siendo impugnadas por la cultura virtual, es decir por las manifestaciones culturales y modos de vida surgidos de la transculturación. La ausencia de las nociones de tiempo y de espacio van asociadas con "el aislamiento de las relaciones sociales de los contextos locales de interacción y con sus reestructuraciones a través de lapsos indefinidos de tiempo y espacio." Como consecuencia de este fenómeno de des-territorialización y descentramiento, se ha abierto un complejo proceso de reconfiguración de las identidades culturales y nacionales, que por ahora se manifiestan como identidades híbridas, fragmentadas y transitorias, que favorecen el encuentro y la fusión de las identidades culturales tradicionales con las manifestaciones emanadas del proceso de la globalización. La gastronomía peruana es la identidad cultural colectiva de la diáspora peruana que redefine la peruanidad.
La Peruanidad en la diáspora: El ser peruano en la diáspora
La identidad es una necesidad básica de todo individuo. La peruanidad tiene que ver con nuestra historia de vida y es influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. La identidad peruana esta vinculada a la tradición del indígena del antiguo mundo andino, de las comunidades amazónicas, la tradición africana, la tradición china-cantonesa, como la tradición española y occidental son partes inseparables de la peruanidad.
El asunto de la identidad y la peruanidad ha sido sumamente conflictivo en la historia social del Peru. Ciertamente desde la “independencia” del Perú una de las características constantes del pensamiento y de los proyectos políticos peruanos fue la negación del pasado y de las tradiciones de Perú como una nación multiétnica en vistas a instaurar nuevos modelos de sociedad.
Sostener que el incario resume la historia del antiguo Perú. Es reducir siglos de ricas culturas y sociedades pre incas, (cimientos básicos de nuestra identidad nacional) a su último período, es una idealización arbitraria, deforma la propia valía del incario como gran sociedad avanzada y es asimismo desconocer que hay otros pueblos, como las comunidades amazónicas que no se reconocen como sus herederos y que tienen otra génesis, es pensar con mente imperial o tratar de entubar la historia, a la doctrina.
Ahora bien, en el contexto de las migraciones y la globalización estas identificaciones regionales, razas, etnias e identidad constituyen espacios simbólicos susceptibles de ser modelados en sus dimensiones y fronteras.
La tradición del indígena del antiguo mundo andino como la tradición española y occidental son partes inseparables de la peruanidad. En este contexto se pone en juego expectativas que tiene el emigrante peruano sobre la sociedad de acogida, los Estados Unidos moviéndose las personas de un sentido al nuevo contexto social.
En la reconstrucción del concepto “peruanidad” e “identidad nacional” en la diáspora se presenta como una red de identidades posibles y “virtuales”. La “identidad peruana” pierde su centralidad y se des-localiza. Entonces encontramos que las categorías identidad étnica nacionales relacionadas con componentes: “afro-peruano” “indio.” “andino”, “amazónico” “mestizo” y la raza “cobriza” se diluye.
Tanto el componente “andino” como el componente “afro-peruano” trascienden los límites nacionales peruanos, extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación y el concepto peruanidad se redefine. La peruanidad en la diáspora revaloriza la tradicional “andina” “afro-peruana” con la tradición española y occidental como parte indispensable a de la identidad peruana y de la peruanidad. A su vez, los diversos géneros de música producen múltiples efectos y retroalimentan las construcciones de identidad de la diáspora peruana.
Estas expresiones se reflejan en la diversidad de las asociaciones étnico-culturales, organizaciones deportivas, organizaciones culturales, grupos de folklor, música afro-peruana, organizaciones religiosas, asociaciones departamentales- regionales, asociaciones de solidaridad y asistenciales crean identidades fluidas y múltiples, profundamente apoyadas tanto en la sociedad de origen como en la de destino.
Los flujos migratorios de la comunidad peruana se caracterizan por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora. El transnacionalismo es uno de estos marcos, herederos de la globalización, que nos permite explicar las características de la redefinición del concepto peruanidad en el entorno de la globalización de la cultura: el ser peruano en la diáspora, que no es lo mismo que ser peruano en el Perú.
El espíritu del hombre peruano, modelado por el arte y la religiosidad, ha dado lugar a una gran creatividad que se manifiesta en infinidad de formas, ritmos y rituales. Más de 3.000 fiestas populares, 1.500 géneros musicales e infinidad de oficios artesanales confirman al Perú como uno de los países con más variado folclore en el mundo. Con estas expresiones, los peruanos se nutren de profundas raíces para proyectar una alianza inmemorial con la naturaleza y expandir a través de ritmos y colores su compromiso con la vida.
Hoy, en ellas se mezclan los sonidos de instrumentos de viento y percusión que provienen de tiempos pre-incas con otros de más reciente creación, y las danzas más tradicionales, como la marinera y el huayno, con ritmos más modernos, como el vals criollo y últimamente la chicha.
Esta capacidad para la fusión musical es la constatación más contundente de una cultura que no admite purismos excluyentes, que va forjando una identidad colectiva partir de una multi-culturalidad plena de diferencias de la diáspora peruana.
La diáspora peruana redefine los conceptos de peruanidad e identidad y reincorporan la tradición cultural en la diáspora con un elemento de nostalgia de identidad colectiva, incorporando lo andino, lo afro-peruano, las tradiciones religiosas de la colonia, la gastronomía peruana como símbolo de la peruanidad colectiva.
Lo “mestizo” se ha convertido realmente en una etiqueta cultural. En la comida peruana se encuentran al menos 5,000 años de historia pre-inca, inca, colonial y republicana. Y se consideran casi tres siglos de aporte culinario español; influenciado inicialmente por 762 años de presencia musulmana en la Península Ibérica, las costumbres gastronómicas traídas por los esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chefs franceses. Igualmente transcendental es la influencia de los chinos-cantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos. El resultado una excepcional diversidad marcado por la confrontación y el encuentro de múltiples tradiciones culturales.
Por lo tanto, hay en este concepto de peruanidad un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado y de la historia personal con la historia social, por otro. Los individuos, los grupos y las culturas tienen conflictos de identidad. Hay una identidad personal y varias identidades colectivas. No hay un solo “nosotros”, sino varios, no excluyentes, sino superpuestos en la unicidad de la persona. La identidad distingue nuestro colectivo de otros, así como la identidad individual distingue a nuestra individualidad de hoy de los peruanos en la diáspora. La identidad colectiva es a la vez común y diferente según el contexto. En la diáspora es “nosotros los peruanos”, y actúa como un móvil contextual de solidaridad y son muchas las identidades colectivas y algunas incluyen otras, pero hablamos de nosotros los peruanos.
El sentimiento de peruanidad en la diáspora es producto de la reconstrucción imaginaria con hondo contenido emocional, juegan un rol preponderante las determinaciones estructurales, la percepción que se tienen de las mismas y la atribución de nuestra identidad como individuos por parte de los demás. La representación de lo peruano se articula a las contradicciones entre el país de entrada con el país de origen. Esto se visualiza claramente en los estereotipos: ser “indio”, ser “cholo”, ser “blanco, ser “negro”, ser “mestizo, son estereotipos propios de la sociedad peruana que se diluyen; y lo mestizo se convierte en realmente en una etiqueta cultural. La peruanidad es la identidad imaginaria, simbólica y se presenta como una red de identidades posibles y virtuales, transciende los límites nacionales extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación, la peruanidad redefine su dinámica social y está marcada por la historia colectiva y sujeta a un cambio permanente.
La peruanidad es la identidad imaginaria, simbólica y se presenta como una red de identidades posibles y virtuales, transciende los límites nacionales extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación, la peruanidad redefine su dinámica social y está marcada por la historia colectiva y sujeta a un cambio permanente. La comida es el común denominador que nos une a los peruanos, y los acompaña en momentos especiales como bautizos, matrimonios o cumpleaños y de acuerdo a cada región del Peru existen ingredientes que ha hecho peculiar la gastronomía.
Es que es a través de la comida que los peruanos muestran quienes son, y donde reinician una nueva “costumbre” en la diáspora de homenajear la comida peruana como símbolo de la identidad colectiva.
La identidad tiene un fuerte contenido emocional. Es una construcción del Yo frente al Otro. Esta identidad colectiva emerge, surge de la relación entre lo peruano frente a la diáspora, es más, del yo frente a un “ellos genérico”. La identidad colectiva es una construcción que enfrenta (contra) uno contra el otro. Lo propio es la afirmación de la negación de lo ajeno. Se construye en base y reforzando las diferencias.
La identidad tiene un fuerte contenido emocional. Se construye sobre la base de manipulaciones ideológicas de los conceptos de: pueblo, raza, etnicidad, nación, comida típica o ancestral (costeña, criolla, de la selva, andina, afro- peruana, chino peruano), y rituales (las procesión del Señor de los Milagros; de San Martin de Porras y otros rituales de fe religiosa, no-religiosa, fiestas artesanales, danzas ancestrales, música afro-peruana, música chicha, música criolla, música andina) y simbólicas que provocan fronteras imaginarias: bandera, colores, escudos, vestidos, artesanilla y arte-literatura.
Estas son representaciones de las ideas y concepciones colectivas de la diáspora expresadas en la gastronomía peruana. La identidad sólo puede construirse en la interacción simbólica con los otros.
Reflexiones
La cultura es una elaboración comunitaria mediante la cual los individuos se reconocen, se auto-representan y asignan significaciones comunes al mundo que les rodea.
Las dimensiones espacio -tiempo de la cultura están ahora siendo impugnadas por la cultura virtual, es decir por las manifestaciones culturales y modos de vida surgidos de la transculturación. La ausencia de las nociones de tiempo y de espacio van asociadas con "el aislamiento de las relaciones sociales de los contextos locales de interacción y con sus reestructuraciones a través de lapsos indefinidos de tiempo y espacio." Como consecuencia de este fenómeno de des-territorialización y descentramiento, se ha abierto un complejo proceso de reconfiguración de las identidades culturales y nacionales, que por ahora se manifiestan como identidades híbridas, fragmentadas y transitorias, que favorecen el encuentro y la fusión de las identidades culturales tradicionales con las manifestaciones emanadas del proceso de la globalización. La gastronomía peruana es la identidad cultural colectiva de la diáspora peruana que redefine la peruanidad.
La Peruanidad en la diáspora: El ser peruano en la diáspora
La identidad es una necesidad básica de todo individuo. La peruanidad tiene que ver con nuestra historia de vida y es influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. La identidad peruana esta vinculada a la tradición del indígena del antiguo mundo andino, de las comunidades amazónicas, la tradición africana, la tradición china-cantonesa, como la tradición española y occidental son partes inseparables de la peruanidad.
El asunto de la identidad y la peruanidad ha sido sumamente conflictivo en la historia social del Peru. Ciertamente desde la “independencia” del Perú una de las características constantes del pensamiento y de los proyectos políticos peruanos fue la negación del pasado y de las tradiciones de Perú como una nación multiétnica en vistas a instaurar nuevos modelos de sociedad.
Sostener que el incario resume la historia del antiguo Perú. Es reducir siglos de ricas culturas y sociedades pre incas, (cimientos básicos de nuestra identidad nacional) a su último período, es una idealización arbitraria, deforma la propia valía del incario como gran sociedad avanzada y es asimismo desconocer que hay otros pueblos, como las comunidades amazónicas que no se reconocen como sus herederos y que tienen otra génesis, es pensar con mente imperial o tratar de entubar la historia, a la doctrina.
Ahora bien, en el contexto de las migraciones y la globalización estas identificaciones regionales, razas, etnias e identidad constituyen espacios simbólicos susceptibles de ser modelados en sus dimensiones y fronteras.
La tradición del indígena del antiguo mundo andino como la tradición española y occidental son partes inseparables de la peruanidad. En este contexto se pone en juego expectativas que tiene el emigrante peruano sobre la sociedad de acogida, los Estados Unidos moviéndose las personas de un sentido al nuevo contexto social.
En la reconstrucción del concepto “peruanidad” e “identidad nacional” en la diáspora se presenta como una red de identidades posibles y “virtuales”. La “identidad peruana” pierde su centralidad y se des-localiza. Entonces encontramos que las categorías identidad étnica nacionales relacionadas con componentes: “afro-peruano” “indio.” “andino”, “amazónico” “mestizo” y la raza “cobriza” se diluye.
Tanto el componente “andino” como el componente “afro-peruano” trascienden los límites nacionales peruanos, extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación y el concepto peruanidad se redefine. La peruanidad en la diáspora revaloriza la tradicional “andina” “afro-peruana” con la tradición española y occidental como parte indispensable a de la identidad peruana y de la peruanidad. A su vez, los diversos géneros de música producen múltiples efectos y retroalimentan las construcciones de identidad de la diáspora peruana.
Estas expresiones se reflejan en la diversidad de las asociaciones étnico-culturales, organizaciones deportivas, organizaciones culturales, grupos de folklor, música afro-peruana, organizaciones religiosas, asociaciones departamentales- regionales, asociaciones de solidaridad y asistenciales crean identidades fluidas y múltiples, profundamente apoyadas tanto en la sociedad de origen como en la de destino.
Los flujos migratorios de la comunidad peruana se caracterizan por la configuración de redes sociales, así como actividades y patrones que vinculan la sociedad de origen con la receptora. El transnacionalismo es uno de estos marcos, herederos de la globalización, que nos permite explicar las características de la redefinición del concepto peruanidad en el entorno de la globalización de la cultura: el ser peruano en la diáspora, que no es lo mismo que ser peruano en el Perú.
El espíritu del hombre peruano, modelado por el arte y la religiosidad, ha dado lugar a una gran creatividad que se manifiesta en infinidad de formas, ritmos y rituales. Más de 3.000 fiestas populares, 1.500 géneros musicales e infinidad de oficios artesanales confirman al Perú como uno de los países con más variado folclore en el mundo. Con estas expresiones, los peruanos se nutren de profundas raíces para proyectar una alianza inmemorial con la naturaleza y expandir a través de ritmos y colores su compromiso con la vida.
Hoy, en ellas se mezclan los sonidos de instrumentos de viento y percusión que provienen de tiempos pre-incas con otros de más reciente creación, y las danzas más tradicionales, como la marinera y el huayno, con ritmos más modernos, como el vals criollo y últimamente la chicha.
Esta capacidad para la fusión musical es la constatación más contundente de una cultura que no admite purismos excluyentes, que va forjando una identidad colectiva partir de una multi-culturalidad plena de diferencias de la diáspora peruana.
La diáspora peruana redefine los conceptos de peruanidad e identidad y reincorporan la tradición cultural en la diáspora con un elemento de nostalgia de identidad colectiva, incorporando lo andino, lo afro-peruano, las tradiciones religiosas de la colonia, la gastronomía peruana como símbolo de la peruanidad colectiva.
Lo “mestizo” se ha convertido realmente en una etiqueta cultural. En la comida peruana se encuentran al menos 5,000 años de historia pre-inca, inca, colonial y republicana. Y se consideran casi tres siglos de aporte culinario español; influenciado inicialmente por 762 años de presencia musulmana en la Península Ibérica, las costumbres gastronómicas traídas por los esclavos de la costa atlántica africana y la fuerte influencia de los usos y costumbres culinarios de los chefs franceses. Igualmente transcendental es la influencia de los chinos-cantoneses, japoneses, italianos desde el siglo XIX y otros europeos. El resultado una excepcional diversidad marcado por la confrontación y el encuentro de múltiples tradiciones culturales.
Por lo tanto, hay en este concepto de peruanidad un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado y de la historia personal con la historia social, por otro. Los individuos, los grupos y las culturas tienen conflictos de identidad. Hay una identidad personal y varias identidades colectivas. No hay un solo “nosotros”, sino varios, no excluyentes, sino superpuestos en la unicidad de la persona. La identidad distingue nuestro colectivo de otros, así como la identidad individual distingue a nuestra individualidad de hoy de los peruanos en la diáspora. La identidad colectiva es a la vez común y diferente según el contexto. En la diáspora es “nosotros los peruanos”, y actúa como un móvil contextual de solidaridad y son muchas las identidades colectivas y algunas incluyen otras, pero hablamos de nosotros los peruanos.
El sentimiento de peruanidad en la diáspora es producto de la reconstrucción imaginaria con hondo contenido emocional, juegan un rol preponderante las determinaciones estructurales, la percepción que se tienen de las mismas y la atribución de nuestra identidad como individuos por parte de los demás. La representación de lo peruano se articula a las contradicciones entre el país de entrada con el país de origen. Esto se visualiza claramente en los estereotipos: ser “indio”, ser “cholo”, ser “blanco, ser “negro”, ser “mestizo, son estereotipos propios de la sociedad peruana que se diluyen; y lo mestizo se convierte en realmente en una etiqueta cultural. La peruanidad es la identidad imaginaria, simbólica y se presenta como una red de identidades posibles y virtuales, transciende los límites nacionales extendiéndose simbólicamente a un proceso de transculturación, la peruanidad redefine su dinámica social y está marcada por la historia colectiva y sujeta a un cambio permanente.
Reflexiones finales
El ser peruano en la diáspora adquiere dimensiones simbólicas y nostálgicas en un proceso de transculturación. La diáspora peruana redefine el concepto de peruanidad e identidad y reincorporan la tradición cultural con un elemento de nostalgia de identidad colectiva, incorporando lo andino, lo afro-peruano, las tradiciones religiosas de la colonia, la tradición africana, la tradición china-cantonesa, como la tradición española, occidental y la gastronomía peruana como símbolo de la peruanidad colectiva. La revalorización de las tradiciones culturales retroalimentan la construcción de peruanidad como identidad de la diáspora. Lo mestizo se convierte en realmente en una etiqueta cultural y la peruanidad como identidad colectiva se revaloriza y se convierte en nosotros: Lo peruano.
[1] La globalización es un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en un único mercado capitalista mundial. El proceso de globalización económica que estamos viviendo, somos protagonistas de un proceso de globalización de la cultura y de las prácticas sociales con la consiguiente reconstrucción de conceptos y valores. Los medios de comunicación, el internet, el mundo cibernético, la literatura, los deportes, la música y el arte todo contribuyen para que cada vez el individuo esté más integrado en el mundo, y sienta que pertenece a una comunidad globalizada.
La globalización de la economía hace con que las personas se desplacen al sabor de las oportunidades ofrecidas por el capital internacional, y, el avance tecnológico en el área de las comunicaciones hace posible desplazamientos a grandes distancias, manteniendo un contacto impensable hasta hace dos décadas
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[2] El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la participación política, el derecho de asociación entre otros. Sin embargo hay cuatro derechos que están especialmente protegidos con esta garantía: El derecho a la vida, por cuanto que en muchos casos quien solicita asilo es persona que en el país del que procede, corre grave peligro de ser asesinada. El derecho a la integridad psico-física. Es frecuente que quien solicita asilo haya sido torturado en el país del que procede por fuerzas de "seguridad" del Estado o corra o haya corrido grave peligro de ser torturado. El derecho a la libertad ideológica y de pensamiento pues el asilo protege a perseguidos políticos, personas que tienen en peligro su vida o su libertad por razones de raza, etnia, religión, pertenencia a un grupo social determinado u opiniones o actividades políticas. El derecho a la seguridad personal, evitando torturas y malos tratos, así como la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes. No hay que olvidar que la causa fundamental generadora de refugiados es la violación generalizada de los derechos humanos y la violencia política de los gobiernos: detenciones arbitrarias, torturas, "desapariciones", ejecuciones extrajudiciales.
[3] El concepto “diáspora” como vocablo vinculado con la “dispersión” de una población originaria de un mismo país y residente en otros ámbito geográficos, trae consigo una connotación de magnitud, en cuanto al caudal de personas que se desplazan fuera de las fronteras nativas y que conforman un grupo nacional o religioso en un nuevo espacio geográfico diferente del que vivieran habitualmente. Asimismo, el término “diáspora” connota a un grupo humano diferenciado del común nacional, ya sea por su carácter de foráneo, por su condición de minoría o de relativa pertenencia al medio que lo recepta, y vinculado, emocional y culturalmente con su tierra de origen. Por extensión, también creemos que el vocablo “diáspora” en contraposición a una mera cifra estadística migratoria, posee hoy en día un matiz conceptual en estrecha relación con el concepto de “institucionalidad” o de “organización asociativa” del grupo humano emigrado residente en el exterior y en la interrelación social, cultural, económica o política de éstos, con su país de origen.
[4] El primer antecedente del racismo moderno apareció en el siglo XV en España, con la ideología o doctrina de la "limpieza de sangre”. Después de la orden de expulsión de los judíos sefardíes, muchos judíos se convirtieron al catolicismo para gozar de los mismos derechos que los cristianos. Fue entonces que aparecieron los "estatutos de limpieza de sangre", que establecían la investigación genealógica de las personas, con el fin de determinar si las mismas tenían "sangre" judía, "mora" o hereje, impidiendo en estos casos el ingreso a los colegios, posiciones militares, monasterios, cabildos y a la Inquisición. Por primera en la historia vez se utilizaban los conceptos de "raza" y "sangre" como estrategia de marginación. La ideología española de la limpieza de sangre se aplicó también en las colonias en América, aplicándola como justificación de dominación de los españoles sobre los indígenas encomendados, los esclavos secuestrados en el África negra y los mestizos, estableciendo una detallada jerarquía entre razas y las mestizaciones entre ellas, denominadas "castas". El historiador peruano Alberto Flores Galindo, con su obra Buscando un Inca: identidad y utopía en los Andes, fue uno de los primeros en revelar los procesos racistas en América Latina y sus raíces en el orden colonial, particularmente en el Perú. Dentro de la ideología de la limpieza de sangre tal como se desarrolló en las colonias españolas en América, el mestizaje fue un proceso paradójico, prohibido y al mismo tiempo masivo. Los varones españoles solían mantener relaciones sexuales irregulares con las indias encomendadas y las esclavas africanas, a la vez que varones y mujeres indígenas, afroamericanas y mestizos, mantenían relaciones sexuales entre sí. La Corona comenzó entonces a clasificar detalladamente esos mestizajes, "cruzas" o "castas", denominando a cada uno con términos que aún en el presente constituyen fuertes denominaciones racistas: mestizo, mulato, ladino, zambo, cholo, cuarterón, etc.] Los derechos que le correspondían a cada persona estaban estrictamente determinados por su clasificación en una "raza" o una "casta", considerándose superior al español peninsular (nacido en la península ibérica) y en el lugar más "bajo", al esclavo secuestrado en África.
[5] El racismo tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas.[1] Apareció en Europa en el siglo XIX con el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre el resto de la Humanidad.
[6] Al revisar nuestra historia, entendemos cómo las decisiones políticas se han tomado a partir de una exclusión de la población de etnias diferentes a la blanca (andina, amazónica, negra y otras). En 1821, el año en que se declaró la independencia, se oficializó como idioma nacional el castellano, a pesar de que solo lo hablaba el 10% de la población, lo que señalaba claramente una independencia solo para la elite. Del mismo modo, las comunidades indígenas fueron desapareciendo, dejando que los hacendados tomaran sus tierras, empujándolos a una especie de sistema feudal y paternalista. Las diferencias se abismaban cuando se les negó participación política a los indígenas. Solo los hacendados, relacionados directamente con la oligarquía, tenían acceso a los asuntos del poder.
En la migración europea, el panorama no cambio: los migrantes fueron absorbidos por las familias criollas, incorporándolos a sus prejuicios.A lo largo del siglo XX, hubo cambios en la sociedad peruana al convertirse en un país centralista. Esto generó la sobrepoblación de Lima, lo que obligo a las autoridades a ejercer ciertas medidas para evitar más migraciones campo-ciudad (una de ellas se originó entre algunos congresistas, quienes presentaron la idea de construir un muro o peaje, que obstaculizara la inmigración andina). De esta manera, el racismo se intensifico en los criollos limeños, quienes se distanciaron de sus lenguas aborígenes.
[7] El concepto “diáspora” como vocablo vinculado con la “dispersión” de una población originaria de un mismo país y residente en otros ámbito geográficos, trae consigo una connotación de magnitud, en cuanto al caudal de personas que se desplazan fuera de las fronteras nativas y que conforman un grupo nacional o religioso en un nuevo espacio geográfico diferente del que vivieran habitualmente. Asimismo, el término “diáspora” connota a un grupo humano diferenciado del común nacional, ya sea por su carácter de foráneo, por su condición de minoría o de relativa pertenencia al medio que lo recepta, y vinculado, emocional y culturalmente con su tierra de origen.
[8] En este contexto cultural, se le considera "indígena" a un amerindio sólo si aquel vive y mantiene la forma de vida tradicional (vestuario, costumbres e idiomas indígenas), en otro caso, se le considera "mestizo". En Perú generalmente se reserva el término "cholo" sin eufemismos ni prejuicio alguno al mestizo o amerindio con rasgos culturales predominantemente indígenas independientemente de su composición racial, más aún si se expresa alguna de las lenguas originarias. En el Perú usan el término indio, cholo, zambo, mulato, negro, chino, u otras etiquetas raciales-culturales como un término despectivo y de inferioridad social. Perú ha sido una de las sociedades más racistas de Hispanoamérica, herencia que es un legado de su historia de exclusión de la población indígena por un esquema colonial piramidal en el cual una minoría de origen europeo estrechamente vinculada por lazos económicos y de sangre, se colocaba por encima de los demás grupos y que se ha entronizado por siglos.
[9] Una Breve Historia de la Cocina Peruana:
Los Andes centrales peruanos fueron el más grande centro de domesticación de plantas del mundo antiguo, con especies nativas como el maíz, tubérculos con cuatro mil variedades de papa, muchas de camote, yuca o mandioca, oca, maca; gramíneas (quinua, kiwicha o amaranto, cañihua; frutas como la chirimoya, lúcuma, pacay, tomate, calabaza, palta, tumbo, sauco, leguminosas tales como frijoles, pallares, maní y una infinidad de hierbas aromáticas.
Antes del arribo europeo, la geografía peruana albergaba una gran variedad de culturas (conquistadas todas por los incas, en el siglo XV) cada una de las cuales tenía características gastronómicas particulares, aunque había algunas generalidades, de acuerdo con los cronistas de la conquista.
Los principales condimentos eran hierbas aromáticas, cocha yuyo (un tipo de alga fluvial), sal y, sobre todo, el ají, llamado uchú en tiempos incas y considerado hoy un elemento fundamental de la cocina peruana. Los antiguos peruanos además consumían inmensas cantidades de pescados, mariscos y complementaban su dieta con carne de pato , cuy y camélidos domésticos (alpaca y llama principalmente). En las sociedades de la costa norte, además, se consumía la carne de ciertos lagartos y de venado. En las de la selva oriental se nutrían de la multitud de especies que proporcionaba la floresta amazónica.
Los antiguos peruanos preparaban chupes (sopas), guisaban (la carapulcra , por ejemplo, es considerado el tipo de guiso peruano más antiguo), elaboraban potajes con especies marinas crudas marinadas con ají, tumbo y hierbas, de donde se origina el cebiche que hace más de cinco siglos tenía otro nombre, en quechua. Tenían formas de procesar alimentos: Salaban pescado, tostaban el maíz (obteniendo cancha salada, que es hasta hoy el "piqueo" peruano más simple y popular) o pelaban sus granos y los secaban (obteniendo mote). Asimismo preparaban charqui - o carne de camélido disecada, salada y deshilachada -y diferentes tipos de chuño -tubérculos resecados y congelados a la intemperie). Cocinaban en ollas de barro y, en ocasiones, organizaban grandes banquetes de carne y vegetales a partir de hornos de tierra natural (pachamancas y huatias). Asimismo se bebían diferentes formas de cerveza de maíz (chicha) y de yuca (masato)
La historia precolombina identifica al Perú como un país gastronómico. Así en la leyenda sobre "Llampayeq" (Lambayeque) recopilada por Fray Miguel Cabello Valboa en 1532, menciona al cocinero del rey Naylamp llamado OcchoColo en el Reino Sicán del siglo IX. Luego en la leyenda de los hermanos Ayar menciona que salieron del cerro Tamputoco (Tampu, Tambu, lugar donde se guardan alimentos) y sus nombres fueron Ayar Cachi (Quinua con sal), Ayar Uchu (Quinua con ají), Ayar Auca (Quinua con frejol), Ayar Manco (El que cuida la quinua).]
La colonización española trajo nuevos usos y costumbres culinarios al Virreinato del Perú. La fritura, el uso de los lácteos (incorporado a algunos "chupes" o sopas), además de la carne de res, cerdo, huevo de gallina y nuevas aves de corral; además llegaron algunos cultivos que resultarían esenciales para la nueva cocina como la cebolla y el ajo que combinados con el ají serían la futura base de muchos platos peruanos. El híper ácido limón peruano (de origen árabe y una de las bases del cebiche) y la vid (de la que se origina el pisco) y los vinos llegan también al comienzo de este período.
En los primeros encuentros entre españoles y nativos, durante la conquista del Imperio Inca, intercambiaron los trozos de cerdo ibérico frito con las papas, camotes y el maíz autóctono. Francisco Pizarro, quien se dice criaba cerdos en su infancia, era el principal aficionado a este plato llamado chicharrón durante los inicios de la presencia española en este territorio.
La dedicación de muchos conventos de monjas a la cocina en un entorno donde abundaban las plantaciones de azúcar (especie traída también por los españoles) e inmensas variedades de frutas nativas originó asimismo una larga tradición repostera.
Los esclavos africanos aportaron lo suyo en una serie de guisos, además del uso de las partes blandas de la carne desechadas por las élites, que condimentaban abundantemente para disminuir los fuertes sabores de la carne y cocinados a las brasas. De aquí salieron, entre otros platos, los anticuchos.
El antropólogo peruano Humberto Rodríguez Pastor destaca el tipo de tamal tradicional peruano como un legado afro-peruano en su obra “La vida en el entorno del tamal peruano”. La citada vianda es introducida en este territorio desde los primeros años de la presencia española que vino con sus esclavos africanos. La gran cantidad de ellos procedentes de la costa atlántica africana marcó demográficamente la Ciudad de los Reyes ya que en el siglo XVII, más del 60 por ciento de la población de la capital era de origen africano.]
Luego de la independencia se dieron una serie de migraciones de diversas procedencias que integraron sus propias tradiciones a la ya dinámica culinaria local. La migración de los chinos-cantoneses de mediados del siglo XIX popularizó el salteado a fuego fuerte y los sabores agridulces en las carnes además del uso de nuevas hierbas y de la salsa de soya (sillao). Pero su aporte más notorio fue el arroz. Si bien ya se consumía desde el siglo XVI, es luego de la migración china que el arroz se populariza y se convierte en la guarnición peruana por excelencia, en detrimento del pan. La forma de arroz favorita en el Perú es el arroz graneado no demasiado cocido, a base de arroz de grano largo, sin embargo, se distanciaba de la preparación china en el uso del ajo y la sal.
La inmigración en la segunda mitad del siglo XIX no menos influyente es la italiana, que popularizó el uso de las pastas, el pastel de acelga, los dulces y postres como el panetón (panettone), que es obligado en las navidades a lo largo del país.
La migración japonesa de fines del siglo XIX, finalmente, impactó notablemente sobre la cocina marina peruana. Cortes y técnicas japonesas muy prolijas en la presentación de los platos, se unen a salsas y preparaciones peruanas y nace una nueva vertiente culinaria en el Perú. Así por ejemplo del "cruce" del sashimi japonés y del cebiche peruano nació el tiradito.
[10] La presencia de los diversos pisos altitud nacionales de la cordillera de los Andes en el Perú y su cercanía al ecuador geográfico permite la existencia de una serie de microclimas y de especies, desde zonas de habituales nevadas hasta selvas tropicales, (con 84 de las 104 zonas climáticas del globo, es uno de los 12 países del mundo poseedores de mayor mega-diversidad). Tiene condiciones adecuadas para el cultivo de frutas y verduras durante todo el año. Asimismo la corriente de Humboldt de aguas frías que corre por el Océano Pacífico frente a la costa peruana permite la existencia de una gran variedad de peces y mariscos (Perú es uno de los principales países pesqueros del mundo). Todas estas características han sido explotadas por el arte de la cocina, a lo largo de la historia de este país.
[11] La incertidumbre nacional (1930-1933)
Para el 22 de agosto de 1930, desde la ciudad caudillo de Arequipa, el comandante Luis M. Sánchez Cerro y su guarnición militar levantaron su voz de protesta, a través de un manifiesto, contra un gobierno que por más de once años se caracterizó por su corrupción, tiranía, miseria moral, atropellos, etc. Como consecuencia, Leguía, entregó el mando a la Junta Militar del general María Ponce. El país entero avaló el levantamiento en Arequipa. Sánchez Cerro llegó a Lima. Sin embargo, el futuro de Leguía no era mejor que el de terminar sus día en una cárcel. Con la caída de Leguía y el surgimiento de Sánchez Cerro, se reinició un etapa de militarismo. Con la aparición del caudillismo militar de 1930 no sólo se cobraron venganzas y odios acumulados durante 11 años de arbitrariedades, sino que surgieron nuevas fuerzas y tendencias radicales. Desorientación política, efervescencia social y crisis económica fueron las notas dominantes en los agitados días que siguieron a la caída de Leguía. La junta presidida por Sánchez Cerro convocó a una Asamblea Constituyente, con la finalidad de elegir un presidente provisorio y dictar una nueva Constitución que reemplace a la de 1920. Sánchez Cerro renunció públicamente al alto cargo de la presidencia de la República debido a la agitación popular que produjeron sus ambiciones políticas a todas luces contrarias al espíritu del Manifiesto de Arequipa. Además de que el mando pasara por tres manos en un día (Sánchez Cerro, Holguín, Elías), aparecen Samanez Ocampo y el comandante Jiménez. Ambos convinieron en la formación de un Junta Nacional de Gobierno mediante la cual se convocarían elecciones democráticas para presidente de la República y la instalación de una Asamblea Constituyente. Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA), Luis M. Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria), fueron los dos principales candidatos a las elecciones programadas para el 11 de octubre de 1931. Mientras que el APRA con el PAP formuló su “programa mínimo” coherente a la realidad sociopolítica del país y Haya de la Torre pronunciaba vibrantes y enérgicos discursos por el interior del país, por su parte, la Unión Revolucionaria de Sánchez Cerro seguía una tendencia nacionalista con su lema: “El Perú ante todo”. Las elecciones se realizaron en un ambiente de sosiego y asombroso orden, propio de una madurez cívica. Sánchez Cerro obtuvo la mayoría de votos, ganando largamente a Haya de la Torre, quien por sus partidarios fue nombrado, por razones obvias, “el presidente moral del Perú”. Luego de establecido Sánchez Cerro en el poder, promulgó la Ley de Emergencia destinada a restablecer el orden interno y controlar los desmanes que el APRA promovía tanto en el Parlamento como en las calles. Se apresaron y deportaron apristas, se clausuraron sus locales y el periódico la Tribuna. Esta violencia generó más violencia, llegándose incluso al asesinato de Sánchez Cerro, luego de 16 meses de gobierno, por parte de un joven aprista.
[12] La palabra transculturación se generó en el terreno de la antropología a partir del año 1935, con el fin de clasificar el estudio del contacto cultural entre grupos diferentes, sin embargo, su definición ha ido modificándose para delimitar más claramente su campo de acción. Inicialmente se ha definido a la transculturación como un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra hasta culminar en una aculturación. Generalmente se ha supuesto que el pasaje de rasgos va desde una cultura "más desarrollada" (por ejemplo en cultura tecnológica) a otra "menos desarrollada" y que esto puede ocurrir sin conflicto, sin embargo se observa que la mayoría de las transculturaciones son conflictivas, en especial para la cultura "receptora" máxime cuando los rasgos culturales son impuestos.
[13] La cultura de los Estados Unidos estuvo marcada por la intense inmigración de grupos de cristianos reformistas, fuertemente resueltos a defender sus libertades de creencias y prácticas religiosas. Así, la nación norteamericana desarrollo una cultura caracterizada por su fácil aceptación de lo nuevo y lo disidente, por rechazar las calificaciones de herejía ante las ideas filosóficas, científicas o religiosas. Se al mismo tiempo, se caracterizada por una auto-inspección permanente y muy aguda.
En materia cultural, Estados Unidos, durante la segunda mitad del siglo XIX, fue partícipe de las principales tendencias de Europa. Los pintores norteamericanos estudiaban aún en París; los eruditos se entrenaban en universidades extranjeras y las orquestas sinfónicas norteamericanas y las compañías operísticas dependían completamente del talento europeo. Una cultura norteamericana nativa que contaba con frescura y originalidad, aunque carecía de refinamiento, hacía valer sus méritos. La contribución intelectual de Norteamérica más original e influyente, durante finales del siglo XIX, fue la filosofía del pragmatismo. Sus comienzos se remontan a los inicios de la década del 70, pero sólo atrajo la atención en general a la vuelta del siglo. En la mente popular, el pragmatismo justificaba la preocupación de Norteamérica por las pretensiones prácticas y la sanción moral a la violenta lucha por éxitos materiales.
En el siglo XX y el XXI, los Estados Unidos han sido una gran potencia cultural mundial, pero, a pesar de grandes luminarias tales como William Faulkner, Frank Lloyd Wright o Jackson Pollock, sus grandes aportaciones al patrimonio global no han de buscarse en las artes tradicionales, sino en la ciencia, la tecnología, y en tres de las llamadas artes populares, consideradas genuinamente estadounidenses: el cine, la historieta y la música popular (folk).
[14] Aculturación se refiere al resultado de un proceso en el cual un pueblo o grupo de gente adquiere una nueva cultura (o aspectos de la misma), generalmente a expensas de la cultura propia y de forma involuntaria. Una de las causas externas tradicionales ha sido la colonización. En la aculturación intervienen diferentes niveles de destrucción, supervivencia, dominación, resistencia, modificación y adaptación de las culturas nativas tras el contacto intercultural. En tiempos más recientes el término también se ha aplicado a la adquisición de la cultura nativa por parte de los niños desde la infancia en la propia casa. La definición tradicional diferencia a veces entre aculturación por un individuo (transculturación) y por un grupo, generalmente grande. Las definición vieja y nueva tienen una frontera borrosa en las sociedades multiculturales modernas, en las que los hijos de familias inmigrantes pueden ser motivados a adquirir la cultura dominante, pero también la familia, considerando a cualquiera de las dos como la extranjera, cuando ambas son parte del desarrollo infantil.
La globalización de la economía hace con que las personas se desplacen al sabor de las oportunidades ofrecidas por el capital internacional, y, el avance tecnológico en el área de las comunicaciones hace posible desplazamientos a grandes distancias, manteniendo un contacto impensable hasta hace dos décadas
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[2] El derecho de asilo tiene una clara conexión con el reconocimiento y garantía de diversos derechos fundamentales, como son el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la participación política, el derecho de asociación entre otros. Sin embargo hay cuatro derechos que están especialmente protegidos con esta garantía: El derecho a la vida, por cuanto que en muchos casos quien solicita asilo es persona que en el país del que procede, corre grave peligro de ser asesinada. El derecho a la integridad psico-física. Es frecuente que quien solicita asilo haya sido torturado en el país del que procede por fuerzas de "seguridad" del Estado o corra o haya corrido grave peligro de ser torturado. El derecho a la libertad ideológica y de pensamiento pues el asilo protege a perseguidos políticos, personas que tienen en peligro su vida o su libertad por razones de raza, etnia, religión, pertenencia a un grupo social determinado u opiniones o actividades políticas. El derecho a la seguridad personal, evitando torturas y malos tratos, así como la aplicación de penas crueles, inhumanas y degradantes. No hay que olvidar que la causa fundamental generadora de refugiados es la violación generalizada de los derechos humanos y la violencia política de los gobiernos: detenciones arbitrarias, torturas, "desapariciones", ejecuciones extrajudiciales.
[3] El concepto “diáspora” como vocablo vinculado con la “dispersión” de una población originaria de un mismo país y residente en otros ámbito geográficos, trae consigo una connotación de magnitud, en cuanto al caudal de personas que se desplazan fuera de las fronteras nativas y que conforman un grupo nacional o religioso en un nuevo espacio geográfico diferente del que vivieran habitualmente. Asimismo, el término “diáspora” connota a un grupo humano diferenciado del común nacional, ya sea por su carácter de foráneo, por su condición de minoría o de relativa pertenencia al medio que lo recepta, y vinculado, emocional y culturalmente con su tierra de origen. Por extensión, también creemos que el vocablo “diáspora” en contraposición a una mera cifra estadística migratoria, posee hoy en día un matiz conceptual en estrecha relación con el concepto de “institucionalidad” o de “organización asociativa” del grupo humano emigrado residente en el exterior y en la interrelación social, cultural, económica o política de éstos, con su país de origen.
[4] El primer antecedente del racismo moderno apareció en el siglo XV en España, con la ideología o doctrina de la "limpieza de sangre”. Después de la orden de expulsión de los judíos sefardíes, muchos judíos se convirtieron al catolicismo para gozar de los mismos derechos que los cristianos. Fue entonces que aparecieron los "estatutos de limpieza de sangre", que establecían la investigación genealógica de las personas, con el fin de determinar si las mismas tenían "sangre" judía, "mora" o hereje, impidiendo en estos casos el ingreso a los colegios, posiciones militares, monasterios, cabildos y a la Inquisición. Por primera en la historia vez se utilizaban los conceptos de "raza" y "sangre" como estrategia de marginación. La ideología española de la limpieza de sangre se aplicó también en las colonias en América, aplicándola como justificación de dominación de los españoles sobre los indígenas encomendados, los esclavos secuestrados en el África negra y los mestizos, estableciendo una detallada jerarquía entre razas y las mestizaciones entre ellas, denominadas "castas". El historiador peruano Alberto Flores Galindo, con su obra Buscando un Inca: identidad y utopía en los Andes, fue uno de los primeros en revelar los procesos racistas en América Latina y sus raíces en el orden colonial, particularmente en el Perú. Dentro de la ideología de la limpieza de sangre tal como se desarrolló en las colonias españolas en América, el mestizaje fue un proceso paradójico, prohibido y al mismo tiempo masivo. Los varones españoles solían mantener relaciones sexuales irregulares con las indias encomendadas y las esclavas africanas, a la vez que varones y mujeres indígenas, afroamericanas y mestizos, mantenían relaciones sexuales entre sí. La Corona comenzó entonces a clasificar detalladamente esos mestizajes, "cruzas" o "castas", denominando a cada uno con términos que aún en el presente constituyen fuertes denominaciones racistas: mestizo, mulato, ladino, zambo, cholo, cuarterón, etc.] Los derechos que le correspondían a cada persona estaban estrictamente determinados por su clasificación en una "raza" o una "casta", considerándose superior al español peninsular (nacido en la península ibérica) y en el lugar más "bajo", al esclavo secuestrado en África.
[5] El racismo tiene como fin intencional o como resultado, la disminución o anulación de los derechos humanos de las personas discriminadas.[1] Apareció en Europa en el siglo XIX con el fin de justificar la supremacía de una supuesta "raza blanca" sobre el resto de la Humanidad.
[6] Al revisar nuestra historia, entendemos cómo las decisiones políticas se han tomado a partir de una exclusión de la población de etnias diferentes a la blanca (andina, amazónica, negra y otras). En 1821, el año en que se declaró la independencia, se oficializó como idioma nacional el castellano, a pesar de que solo lo hablaba el 10% de la población, lo que señalaba claramente una independencia solo para la elite. Del mismo modo, las comunidades indígenas fueron desapareciendo, dejando que los hacendados tomaran sus tierras, empujándolos a una especie de sistema feudal y paternalista. Las diferencias se abismaban cuando se les negó participación política a los indígenas. Solo los hacendados, relacionados directamente con la oligarquía, tenían acceso a los asuntos del poder.
En la migración europea, el panorama no cambio: los migrantes fueron absorbidos por las familias criollas, incorporándolos a sus prejuicios.A lo largo del siglo XX, hubo cambios en la sociedad peruana al convertirse en un país centralista. Esto generó la sobrepoblación de Lima, lo que obligo a las autoridades a ejercer ciertas medidas para evitar más migraciones campo-ciudad (una de ellas se originó entre algunos congresistas, quienes presentaron la idea de construir un muro o peaje, que obstaculizara la inmigración andina). De esta manera, el racismo se intensifico en los criollos limeños, quienes se distanciaron de sus lenguas aborígenes.
[7] El concepto “diáspora” como vocablo vinculado con la “dispersión” de una población originaria de un mismo país y residente en otros ámbito geográficos, trae consigo una connotación de magnitud, en cuanto al caudal de personas que se desplazan fuera de las fronteras nativas y que conforman un grupo nacional o religioso en un nuevo espacio geográfico diferente del que vivieran habitualmente. Asimismo, el término “diáspora” connota a un grupo humano diferenciado del común nacional, ya sea por su carácter de foráneo, por su condición de minoría o de relativa pertenencia al medio que lo recepta, y vinculado, emocional y culturalmente con su tierra de origen.
[8] En este contexto cultural, se le considera "indígena" a un amerindio sólo si aquel vive y mantiene la forma de vida tradicional (vestuario, costumbres e idiomas indígenas), en otro caso, se le considera "mestizo". En Perú generalmente se reserva el término "cholo" sin eufemismos ni prejuicio alguno al mestizo o amerindio con rasgos culturales predominantemente indígenas independientemente de su composición racial, más aún si se expresa alguna de las lenguas originarias. En el Perú usan el término indio, cholo, zambo, mulato, negro, chino, u otras etiquetas raciales-culturales como un término despectivo y de inferioridad social. Perú ha sido una de las sociedades más racistas de Hispanoamérica, herencia que es un legado de su historia de exclusión de la población indígena por un esquema colonial piramidal en el cual una minoría de origen europeo estrechamente vinculada por lazos económicos y de sangre, se colocaba por encima de los demás grupos y que se ha entronizado por siglos.
[9] Una Breve Historia de la Cocina Peruana:
Los Andes centrales peruanos fueron el más grande centro de domesticación de plantas del mundo antiguo, con especies nativas como el maíz, tubérculos con cuatro mil variedades de papa, muchas de camote, yuca o mandioca, oca, maca; gramíneas (quinua, kiwicha o amaranto, cañihua; frutas como la chirimoya, lúcuma, pacay, tomate, calabaza, palta, tumbo, sauco, leguminosas tales como frijoles, pallares, maní y una infinidad de hierbas aromáticas.
Antes del arribo europeo, la geografía peruana albergaba una gran variedad de culturas (conquistadas todas por los incas, en el siglo XV) cada una de las cuales tenía características gastronómicas particulares, aunque había algunas generalidades, de acuerdo con los cronistas de la conquista.
Los principales condimentos eran hierbas aromáticas, cocha yuyo (un tipo de alga fluvial), sal y, sobre todo, el ají, llamado uchú en tiempos incas y considerado hoy un elemento fundamental de la cocina peruana. Los antiguos peruanos además consumían inmensas cantidades de pescados, mariscos y complementaban su dieta con carne de pato , cuy y camélidos domésticos (alpaca y llama principalmente). En las sociedades de la costa norte, además, se consumía la carne de ciertos lagartos y de venado. En las de la selva oriental se nutrían de la multitud de especies que proporcionaba la floresta amazónica.
Los antiguos peruanos preparaban chupes (sopas), guisaban (la carapulcra , por ejemplo, es considerado el tipo de guiso peruano más antiguo), elaboraban potajes con especies marinas crudas marinadas con ají, tumbo y hierbas, de donde se origina el cebiche que hace más de cinco siglos tenía otro nombre, en quechua. Tenían formas de procesar alimentos: Salaban pescado, tostaban el maíz (obteniendo cancha salada, que es hasta hoy el "piqueo" peruano más simple y popular) o pelaban sus granos y los secaban (obteniendo mote). Asimismo preparaban charqui - o carne de camélido disecada, salada y deshilachada -y diferentes tipos de chuño -tubérculos resecados y congelados a la intemperie). Cocinaban en ollas de barro y, en ocasiones, organizaban grandes banquetes de carne y vegetales a partir de hornos de tierra natural (pachamancas y huatias). Asimismo se bebían diferentes formas de cerveza de maíz (chicha) y de yuca (masato)
La historia precolombina identifica al Perú como un país gastronómico. Así en la leyenda sobre "Llampayeq" (Lambayeque) recopilada por Fray Miguel Cabello Valboa en 1532, menciona al cocinero del rey Naylamp llamado OcchoColo en el Reino Sicán del siglo IX. Luego en la leyenda de los hermanos Ayar menciona que salieron del cerro Tamputoco (Tampu, Tambu, lugar donde se guardan alimentos) y sus nombres fueron Ayar Cachi (Quinua con sal), Ayar Uchu (Quinua con ají), Ayar Auca (Quinua con frejol), Ayar Manco (El que cuida la quinua).]
La colonización española trajo nuevos usos y costumbres culinarios al Virreinato del Perú. La fritura, el uso de los lácteos (incorporado a algunos "chupes" o sopas), además de la carne de res, cerdo, huevo de gallina y nuevas aves de corral; además llegaron algunos cultivos que resultarían esenciales para la nueva cocina como la cebolla y el ajo que combinados con el ají serían la futura base de muchos platos peruanos. El híper ácido limón peruano (de origen árabe y una de las bases del cebiche) y la vid (de la que se origina el pisco) y los vinos llegan también al comienzo de este período.
En los primeros encuentros entre españoles y nativos, durante la conquista del Imperio Inca, intercambiaron los trozos de cerdo ibérico frito con las papas, camotes y el maíz autóctono. Francisco Pizarro, quien se dice criaba cerdos en su infancia, era el principal aficionado a este plato llamado chicharrón durante los inicios de la presencia española en este territorio.
La dedicación de muchos conventos de monjas a la cocina en un entorno donde abundaban las plantaciones de azúcar (especie traída también por los españoles) e inmensas variedades de frutas nativas originó asimismo una larga tradición repostera.
Los esclavos africanos aportaron lo suyo en una serie de guisos, además del uso de las partes blandas de la carne desechadas por las élites, que condimentaban abundantemente para disminuir los fuertes sabores de la carne y cocinados a las brasas. De aquí salieron, entre otros platos, los anticuchos.
El antropólogo peruano Humberto Rodríguez Pastor destaca el tipo de tamal tradicional peruano como un legado afro-peruano en su obra “La vida en el entorno del tamal peruano”. La citada vianda es introducida en este territorio desde los primeros años de la presencia española que vino con sus esclavos africanos. La gran cantidad de ellos procedentes de la costa atlántica africana marcó demográficamente la Ciudad de los Reyes ya que en el siglo XVII, más del 60 por ciento de la población de la capital era de origen africano.]
Luego de la independencia se dieron una serie de migraciones de diversas procedencias que integraron sus propias tradiciones a la ya dinámica culinaria local. La migración de los chinos-cantoneses de mediados del siglo XIX popularizó el salteado a fuego fuerte y los sabores agridulces en las carnes además del uso de nuevas hierbas y de la salsa de soya (sillao). Pero su aporte más notorio fue el arroz. Si bien ya se consumía desde el siglo XVI, es luego de la migración china que el arroz se populariza y se convierte en la guarnición peruana por excelencia, en detrimento del pan. La forma de arroz favorita en el Perú es el arroz graneado no demasiado cocido, a base de arroz de grano largo, sin embargo, se distanciaba de la preparación china en el uso del ajo y la sal.
La inmigración en la segunda mitad del siglo XIX no menos influyente es la italiana, que popularizó el uso de las pastas, el pastel de acelga, los dulces y postres como el panetón (panettone), que es obligado en las navidades a lo largo del país.
La migración japonesa de fines del siglo XIX, finalmente, impactó notablemente sobre la cocina marina peruana. Cortes y técnicas japonesas muy prolijas en la presentación de los platos, se unen a salsas y preparaciones peruanas y nace una nueva vertiente culinaria en el Perú. Así por ejemplo del "cruce" del sashimi japonés y del cebiche peruano nació el tiradito.
[10] La presencia de los diversos pisos altitud nacionales de la cordillera de los Andes en el Perú y su cercanía al ecuador geográfico permite la existencia de una serie de microclimas y de especies, desde zonas de habituales nevadas hasta selvas tropicales, (con 84 de las 104 zonas climáticas del globo, es uno de los 12 países del mundo poseedores de mayor mega-diversidad). Tiene condiciones adecuadas para el cultivo de frutas y verduras durante todo el año. Asimismo la corriente de Humboldt de aguas frías que corre por el Océano Pacífico frente a la costa peruana permite la existencia de una gran variedad de peces y mariscos (Perú es uno de los principales países pesqueros del mundo). Todas estas características han sido explotadas por el arte de la cocina, a lo largo de la historia de este país.
[11] La incertidumbre nacional (1930-1933)
Para el 22 de agosto de 1930, desde la ciudad caudillo de Arequipa, el comandante Luis M. Sánchez Cerro y su guarnición militar levantaron su voz de protesta, a través de un manifiesto, contra un gobierno que por más de once años se caracterizó por su corrupción, tiranía, miseria moral, atropellos, etc. Como consecuencia, Leguía, entregó el mando a la Junta Militar del general María Ponce. El país entero avaló el levantamiento en Arequipa. Sánchez Cerro llegó a Lima. Sin embargo, el futuro de Leguía no era mejor que el de terminar sus día en una cárcel. Con la caída de Leguía y el surgimiento de Sánchez Cerro, se reinició un etapa de militarismo. Con la aparición del caudillismo militar de 1930 no sólo se cobraron venganzas y odios acumulados durante 11 años de arbitrariedades, sino que surgieron nuevas fuerzas y tendencias radicales. Desorientación política, efervescencia social y crisis económica fueron las notas dominantes en los agitados días que siguieron a la caída de Leguía. La junta presidida por Sánchez Cerro convocó a una Asamblea Constituyente, con la finalidad de elegir un presidente provisorio y dictar una nueva Constitución que reemplace a la de 1920. Sánchez Cerro renunció públicamente al alto cargo de la presidencia de la República debido a la agitación popular que produjeron sus ambiciones políticas a todas luces contrarias al espíritu del Manifiesto de Arequipa. Además de que el mando pasara por tres manos en un día (Sánchez Cerro, Holguín, Elías), aparecen Samanez Ocampo y el comandante Jiménez. Ambos convinieron en la formación de un Junta Nacional de Gobierno mediante la cual se convocarían elecciones democráticas para presidente de la República y la instalación de una Asamblea Constituyente. Víctor Raúl Haya de la Torre (APRA), Luis M. Sánchez Cerro (Unión Revolucionaria), fueron los dos principales candidatos a las elecciones programadas para el 11 de octubre de 1931. Mientras que el APRA con el PAP formuló su “programa mínimo” coherente a la realidad sociopolítica del país y Haya de la Torre pronunciaba vibrantes y enérgicos discursos por el interior del país, por su parte, la Unión Revolucionaria de Sánchez Cerro seguía una tendencia nacionalista con su lema: “El Perú ante todo”. Las elecciones se realizaron en un ambiente de sosiego y asombroso orden, propio de una madurez cívica. Sánchez Cerro obtuvo la mayoría de votos, ganando largamente a Haya de la Torre, quien por sus partidarios fue nombrado, por razones obvias, “el presidente moral del Perú”. Luego de establecido Sánchez Cerro en el poder, promulgó la Ley de Emergencia destinada a restablecer el orden interno y controlar los desmanes que el APRA promovía tanto en el Parlamento como en las calles. Se apresaron y deportaron apristas, se clausuraron sus locales y el periódico la Tribuna. Esta violencia generó más violencia, llegándose incluso al asesinato de Sánchez Cerro, luego de 16 meses de gobierno, por parte de un joven aprista.
[12] La palabra transculturación se generó en el terreno de la antropología a partir del año 1935, con el fin de clasificar el estudio del contacto cultural entre grupos diferentes, sin embargo, su definición ha ido modificándose para delimitar más claramente su campo de acción. Inicialmente se ha definido a la transculturación como un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra hasta culminar en una aculturación. Generalmente se ha supuesto que el pasaje de rasgos va desde una cultura "más desarrollada" (por ejemplo en cultura tecnológica) a otra "menos desarrollada" y que esto puede ocurrir sin conflicto, sin embargo se observa que la mayoría de las transculturaciones son conflictivas, en especial para la cultura "receptora" máxime cuando los rasgos culturales son impuestos.
[13] La cultura de los Estados Unidos estuvo marcada por la intense inmigración de grupos de cristianos reformistas, fuertemente resueltos a defender sus libertades de creencias y prácticas religiosas. Así, la nación norteamericana desarrollo una cultura caracterizada por su fácil aceptación de lo nuevo y lo disidente, por rechazar las calificaciones de herejía ante las ideas filosóficas, científicas o religiosas. Se al mismo tiempo, se caracterizada por una auto-inspección permanente y muy aguda.
En materia cultural, Estados Unidos, durante la segunda mitad del siglo XIX, fue partícipe de las principales tendencias de Europa. Los pintores norteamericanos estudiaban aún en París; los eruditos se entrenaban en universidades extranjeras y las orquestas sinfónicas norteamericanas y las compañías operísticas dependían completamente del talento europeo. Una cultura norteamericana nativa que contaba con frescura y originalidad, aunque carecía de refinamiento, hacía valer sus méritos. La contribución intelectual de Norteamérica más original e influyente, durante finales del siglo XIX, fue la filosofía del pragmatismo. Sus comienzos se remontan a los inicios de la década del 70, pero sólo atrajo la atención en general a la vuelta del siglo. En la mente popular, el pragmatismo justificaba la preocupación de Norteamérica por las pretensiones prácticas y la sanción moral a la violenta lucha por éxitos materiales.
En el siglo XX y el XXI, los Estados Unidos han sido una gran potencia cultural mundial, pero, a pesar de grandes luminarias tales como William Faulkner, Frank Lloyd Wright o Jackson Pollock, sus grandes aportaciones al patrimonio global no han de buscarse en las artes tradicionales, sino en la ciencia, la tecnología, y en tres de las llamadas artes populares, consideradas genuinamente estadounidenses: el cine, la historieta y la música popular (folk).
[14] Aculturación se refiere al resultado de un proceso en el cual un pueblo o grupo de gente adquiere una nueva cultura (o aspectos de la misma), generalmente a expensas de la cultura propia y de forma involuntaria. Una de las causas externas tradicionales ha sido la colonización. En la aculturación intervienen diferentes niveles de destrucción, supervivencia, dominación, resistencia, modificación y adaptación de las culturas nativas tras el contacto intercultural. En tiempos más recientes el término también se ha aplicado a la adquisición de la cultura nativa por parte de los niños desde la infancia en la propia casa. La definición tradicional diferencia a veces entre aculturación por un individuo (transculturación) y por un grupo, generalmente grande. Las definición vieja y nueva tienen una frontera borrosa en las sociedades multiculturales modernas, en las que los hijos de familias inmigrantes pueden ser motivados a adquirir la cultura dominante, pero también la familia, considerando a cualquiera de las dos como la extranjera, cuando ambas son parte del desarrollo infantil.