La gastronomía lleva una historia
La gastronomía lleva
una historia
Irina
C Herrera Diaz
Desde pequeños soñamos con conocer otros países, otras culturas, otra
gente y ello implica conocer la gastronomía de cada lugar. Esa gastronomía
lleva una historia. Las tradiciones culinarias que se transmiten de generación
en generación es lo que hace de cada pueblo o región su sello de presentación
al mundo.
Es sabido que las primeras guías gastronómicas se empezaron a realizar
en Europa alrededor del Siglo XIII y estaban relacionadas a las mejores posadas
y restaurantes de Europa, de ahí vienen los famosos gourmets o gastrónomos, que
son personas de un exquisito paladar y apetito que se encargan de realizar la
clasificación de los restaurantes.
Actualmente existen rutas gastronómicas a nivel mundial, una de las más
conocidas es la Ruta del Jamón Ibérico en España, también la de los quesos,
licores, y por qué no la de la Quinoa. Con ello se permite mover la cultura e
identidad de la región. Como lo decía antes, su sello, la marca y el
posicionamiento de los productos locales. Además, los turistas buscan no solo
disfrutar de los paisajes y de la Historia de cada lugar, sino que quiere.
Miami una
ciudad de multiculturalidad.
Miami es una región del mundo llena de multiculturalidad, sobre todo
latinoamericana, donde se fusionan las culturas de todos esos países, pero
también las asiáticas, africanas, europeas.
Si bien, Miami es conocido por sus hermosas playas que gozan de una
excelente temperatura y sol todo el año, su carta de presentación al mundo
también debería mostrar los diferentes lugares donde se puede gozar de una
exquisita lista de comidas tradicionales de cada país, incluso llegando a
colocarse como plato de bandera de un restaurante alguno procedente de un lugar
distinto. Acá en Miami, podemos encontrar en el restaurante “La Mar” y “Ceviche
105” unos de los mejores cebiches peruanos, preparados por manos expertas.
En Miami, debido a la diversidad cultural que ha ido creciendo con los años,
encuentras comunidades de latinos de todas partes, y muchos de ellos
empresarios emprendedores que llevan la marca de sus países a través de sus
tradiciones culinarias.
Turismo gastronómico.
El turismo gastronómico nos va a permitir, además de conocer la
gastronomía del lugar y visitar los bares y restaurantes típicos de la zona en
los que se va a probar la cocina autóctona, es que permitirá impulsar el
comercio local.
En el turismo gastronómico se visitan los mercados de barrio, semanales
o tradicionales del pueblo, se conoce la producción alimenticia, lo que se
hace, cómo se hace y qué es lo que la motiva o ha motivado esa producción.
También con ese turismo, se puede incidir en el conocimiento de otros tipos de
cocina en la zona, como platos más modernos, fusión e influencias, etc.
Es importante mencionar que, para impulsar este turismo, el precio de
los platos debe ir acorde a los lugares donde se expenden, así como la variedad
de insumos frescos que se ofrecen. No podríamos pretender hacer que gente venga
a consumir nuestros productos, si los ofrecemos a precios exorbitantes o
dirigido a un público muy limitado. Lo que se quiere es que más gente conozca
nuestro arte culinario.
También otro punto para tener en cuenta es que la participación del Chef
con el turista debería ser dinámica. Durante mi carrera como Chef he notado que
los comensales se sienten muy halagados cuando el Chef sale a conversar con
ellos y les pregunta directamente su opinión, de esa manera forjamos un
ambiente cálido, que atrae a más turistas.
Finalmente, quería agregar, que no hay que perder de vista la
importancia del trabajo directo con los agricultores de la zona, pues ellos se
benefician mucho con el turismo gastronómico, pues necesitamos de sus productos
para poder preparar exquisitos platos. Además, de esa manera ayudamos a la
sostenibilidad y desarrollo de la zona.